Borja Cobeaga dirigió Fe de etarras, una película que tras su paso por el Festival de San Sebastián, se estrenó directamente en Netflix sin pasar por salas. Así que su opinión nos parece muy relevante dentro de nuestra idea de ofrecer todos los puntos de vista posibles sobre el impacto del VOD en el estado del cine. Además, Borja Cobeaga es alguien siempre interesante de escuchar o leer.

¿Pueden convivir cines y el VOD?

Creo que sí. De hecho están conviviendo ahora mismo. Porque, aunque cierren salas de cine y nos de una impresión de fin de ciclo, sigue habiendo espectadores de salas. ¿Son los mismos que se suscriben a Netflix, HBO, Filmin? Ahí sí que hay de todo. Me da la impresión de que la gente joven ve cine en VOD y en contadas ocasiones va al cine. Para ellos es más un acontecimiento, como ver la última de Spielberg. Luego está ese público mayor que llena salas. Y por último las familias con niños, que hacen que las pelis de animación sean las más taquilleras pero también están enchufados a la sección infantil de las plataformas de VOD. Pero te digo que son impresiones, no datos que yo maneje.

¿Te gusta más el modelo de Netflix o el de Amazon y Filmin que si respetan las ventanas?

Pues ni una cosa ni la otra. Se ha llevado a cabo en alguna ocasión, pienso en Carmina de Paco León o en Colossal de Vigalondo, que el estreno sea simultáneo. Creo que es lo más sensato, que el público tenga opciones.

¿El peso de estos gigantes, que aglutinan todos los aspectos de la industria, producen, distribuyen, exhiben, es demasiado fuerte?

Creo que están transformando el mercado, en algunas cosas para bien y otras no tan bien. Pero tampoco lo distinguiría mucho del sistema de estudios de toda la vida, que producen, distribuyen, también exhiben. Podrás llamarlas “majors digitales”, pero en el sentido de concentración de poder, siempre hemos vivido en una industria donde pocos acumulaban el poder. Por ahí no veo problema, o mejor dicho, veo el problema de siempre.

¿Cuál crees que es el sistema ideal de convivencia del VOD y las salas?

Desde mi punto de vista los exhibidores de salas tienen un grave problema. Ven amenazado su negocio y sacan las uñas. Yo entiendo que se han gastado un dineral y han hecho un esfuerzo descomunal con la digitalización de las salas y tienen todo el derecho del mundo a aferrarse al modelo tradicional. Pero justamente es eso, que se aferran, que han sido incapaces de crear una tarifa plana para ir al cine, que su sistema de precios es absurdo… Cuando entras en cine de una gran cadena te encuentras en la pantalla, muchas veces, un esquema incomprensible de precios: si vienes a primera sesión con carnet de estudiante el precio es X, menos los miércoles que son sólo descuentos para jubilados y es X euros, menos en la primera sesión, que presentando un carnet… Obviamente, esto que digo es una parodia, pero ¿tan difícil es que se pongan de acuerdo para que pagues una cantidad fija al año y puedas ir al cine las veces que quieras?

Pero no has contestado a la pregunta…

Para mí el sistema ideal sería algo así: tarifas planas en salas de cine, estrenos simultáneos… Pero que las nuevas plataformas paguen esa privilegio de simultaneidad. Les obligaría a invertir en producción nacional, a aportar a un fondo de cinematografía del que podrían beneficiarse las salas

¿Te parece que son los cines los que boicotean a Netflix o es Netflix quién boicotea a los cines?

Como antes me he explayado con los cines, creo que me toca Netflix ahora. En este caso se produce un fenómeno de incomprensión mutua. No se entienden unos a otros, proceden de negocios completamente diferentes. Es como si se tuviera que poner de acuerdo un industrial metalúrgico con el dueño de un bar. Sus orígenes son diferentes, su manera de ver las cosas también. Entonces eso lleva al enfrentamiento. Netflix boicotea a los cines y los cines boicotean a Netflix, porque unos hablan chino y otros ruso.

¿Qué está aportando el VOD a la industria del cine?

Están haciendo películas que otros no se atreven a hacer. Luego los resultados son dispares, pero, hablando en mi caso, Fe de etarras no existiría sin Netflix. Y a nivel internacional, Mute o Aniquilación tampoco. Por otro lado, aparte de las películas originales que producen Amazon o Netflix, también son compradores de derechos de antena. Es decir, que son otra fuente de financiación para películas tradicionales que van a cines y que luego, en pocos meses, se pueden ver en Netflix. Verónica, de Paco Plaza, es un ejemplo. Estreno en cines, éxito en salas, tiene una segunda vida en Netflix porque compran los derechos de VOD. Y se convierte en un éxito internacional.

¿El auge del VOD, con Netflix y Amazon a la cabeza, está creando una burbuja de producciones? ¿Se está pagando por encima del mercado?

Creo que es en este debate estamos obviando al productor más prolífico y ambicioso que surgido en España en los últimos años, Movistar Televisión, que tiene un ritmo de producción anual bastante considerable y de un nivel de calidad alto. ¿Podrá mantener ese ritmo? Esperemos que sí. ¿Podrá mantener el espectador ese ritmo de verse una o dos temporadas de series todas las semanas? Eso ya no lo tengo tan claro. Para mí hay más burbuja en el consumo que en la producción, porque evidentemente hay una gran demanda. Pero claro, si el espectador acaba saturado habrá consecuencias en la producción, lógicamente.

¿Se ruedan demasiadas películas? ¿Hay sitio para todas?

Siempre se ha asociado la salud de una industria a su capacidad de producción pero la realidad es otra: se hacen muchas películas, se estrenan bastantes y se ven pocas. No voy a ser yo quien diga que deberían hacerse menos pelis pero no se puede esperar que todas alcancen repercusión. ¿Cuántas películas se estrenan cada semana en salas? Pues entre 8 y 14. Es una barbaridad. Pero luego lo piensas y a lo mejor te parecen pocas, porque hay pelis como Good Time o Wind River que son una maravilla y no han llegado a salas. Esta enorme producción y distribución no viene del VOD sino del formato digital: antes rodar y distribuir pelis en cine costaba un dineral y ahora es más sencillo grabar en digital y sacar un DCP de tu peli. En definitiva, no creo que se debieran hacer menos pelis pero hay que asumir que muy pocas van a tener público.

¿Cómo ves el futuro de las salas de cines a medio plazo?

Creo que se radicalizará lo que ya pasa ahora. Se potencia el evento, por el estreno de una peli concreta, un festival… y se pierde la costumbre de ir al cine como hábito cotidiano, de martes a las 5 de la tarde, por ejemplo… Pero tampoco tengo mucha idea. Soy malísimo prediciendo cosas.

¿Internet -tanto la piratería como el VOD- es la causante del descenso de asistencia a las salas o más bien el VOD es la respuesta a un desinterés del público por ir al cine? ¿Deberían los cines y la industria hacer más autocrítica?

Creo que te he contestado antes con respecto a los cines y la industria tradicional. Siguen diciendo eso de “internet es el futuro”. Y claro, Youtube ya lleva funcionando 13 años, por ejemplo. Es una cantinela que llevamos siglos oyendo sobre la imprenta, el cine sonoro, la televisión o los videoclubs… “El video matará a la estrella de la radio”. La tecnología es imparable y arrasa con todo. ¿Eso es bueno o es malo? Pues de todo, pero como te digo es imparable.

Las producciones que van directamente a VOD, sin paso por salas, ¿deberían optar a premios y festivales de cine?

Creo que sí, porque son películas. En ese sentido no soy nada talibán. Mis películas favoritas las he visto en una pantalla de tele. Nunca he visto El Buscavidas proyectada, o El quimérico inquilino, o El Jovencito Frankenstein. Pero sigo pensando que son algunas de mis películas preferidas. Se proyectaron en cine cuando yo no había nacido. ¿Qué diferencia hay entre ver El Buscavidas en tu tele de 14 pulgadas o la última de Noah Bachmaun en tu tele de plasma? Pues ya te digo que The Meyerowitz Stories se ve bastante mejor… No sé. Me parece una chorrada. Podrías proyectar en un cine el video de un bautizo, ¿y eso ya haría que optara a premios? ¿Pero una peli que ves en tu proyector no?

Como autor, ¿sacrificaste la exhibición en sala de Fe de etarras ante la posibilidad de que la película llegase a más gente? ¿Rodaste distinto al saber que se iba a ver en televisiones y no en pantallas de cine?

No porque la viera más gente sino porque la viera la gente y punto. Como he dicho, Fe de etarras no existiría sin Netflix y tras pensarlo con detenimiento no rodé diferente: sabía que la peli se vería en pantallas caseras enormes y a la vez en móviles. Así que nunca pensé en “voy a hacer más primeros planos”. Sí lo tuve en cuenta de cara a los diálogos. Estuve alerta de que se entendiera todo bien, porque sí que mucha gente la vería con cascos de dudosa calidad, o en su portátil, y quería que fueran inteligibles en todo momento. El otro día en el Ave me pusieron Dunkerque de Nolan. Imagino que al bueno de Christopher se le abrirían las carnes si supiera que eso se veía en una pantallita de un vagón y encima con los auriculares de Renfe, pero es algo que está asumido desde hace décadas. Las pelis en 70 mm llevan muchos años viéndose en condiciones lamentables. Eso no lo inventaron las nuevas plataformas. ¿Se veía mejor un VHS con los cabezales sucios que una peli en HD en tu portátil? Nos estamos volviendo un poco locos con este tema. Estamos elevando la proyección cinematográfica a algo sagrado cuando todos nos hemos tragado películas en pases indecentes, con el sonido machacado, en una sala no insonorizada, con la imagen desenfocada…

Se habla mucho de que el cine es el lugar sagrado, silencioso, oscuro, donde realmente se ve una peli. Si piensas eso, vas poco al cine, donde te encontrarás gente que hace ruido comiendo, que habla durante la película, que manda mensajes, incluso llama por el móvil. Con esto quiero decir que si quieres oscuridad y silencio es más probable que la encuentres en tu casa. Además, insisto en la cantidad de oferta que hay. Las nuevas plataformas fomentan el maratón de pelis o series y te puede pasar lo que me sucede a mí como espectador, que cuando cuelgan 10 capítulos de, por ejemplo, Mindhunter, vale, pues los veo en dos días y luego no tengo nada que ver. Tengo Movistar, Amazon y Netflix y te juro que hay noches que no sé qué poner. También echo en falta en estas plataformas más cine clásico. Clásico de los 40 y 50, aclaro, porque hace poco oí que ya se llamaba cine clásico a los 90 y me dio un mal.

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