‘La meta está en Ítaca’ de Álber Vázquez
Álber Vázquez corre.
Álber Vázquez escribe.
Álber Vázquez ha escrito La meta está en Ítaca, un libro sobre la Behobia-San Sebastián. Un libro sobe la carrera más bonita del mundo. Igual es un poco exagerado decir que es la más bonita del mundo porque yo no conozco todas las carreras del mundo. Tampoco Álber las conoce. Pero los dos conocemos la behobia y sabemos que es muy bonita. Por eso cuando, en la presentación que realizó del libro en la librería Garoa Kultur Lab, le escuché a Álber decir: «La meta está en Itaca es un libro de sentimientos. De que se siente al correr. ¿Por qué en la behobia? Porque la behobia es guay» no pude más que sonreír y asentir. La behobia es guay.
De un escritor uno podría espera algo más que «guay» para describir una carrera, sin embargo creo que no se puede encontrar una palabra mejor para hacerlo. Ser escritor a veces también debe de ser eso. Escoger la palabra más adecuada aunque no sea la más elegante. Además, Álber ha dedicado 155 páginas a desarrollar porque la behobia es guay.
Porque La meta está en Ítaca es, sobre todo, eso. Una declaración de amor a una prueba especial, intentando explicar algo tan irracional como el amor. Habla de correr en su sentido más puro, correr porque si, correr para sentirse vivo, correr como rutina liberadora; pero sobre todo habla de correr la behobia. O mejor dicho, de participar en la behobia. Sobre todo corriendo, pero también ayudando como voluntario o como público. Álber trata de explicar que se siente al formar parte de la carrera pedestre más bonita del mundo (vale, una de las más bonitas). Trata de explica su amor, el amor de muchos de nosotros, por una carrera, por lo que nos hace sentir.
Es difícil explicar algo así. Álber recurre para hacerlo a elementos de la cultura popular que van desde canciones de David Bowie a cine clásico pasando por The walking dead, cómics de Mignola o chistes de Eugenio. Lo hace con gracia, con épica, con respeto y, por encima de todo, con admiración por la carrera. Con la admiración arrobada de quién está enamorado. Enamorado de la behobia, de los sentimientos que le provoca esa carrera.
Álber Vázquez apela a la épica, la ansiedad y el respeto. La épica de hacer la carrera, cada uno la suya, cada uno corriendo con su objetivo. La ansiedad inevitable en la salida, en los kilómetros finales, por poder cumplir ese objetivo marcado. El respeto a una carrera que, si bien cuenta con la inestimable ayuda del público, hay que correrla con las piernas. Y a las piernas no las mueven los chillidos del público, las frases de Paulo Coelho, ni el universo entero conjurado porque tú deseas algo fervientemente. Y, como dice Álber en La meta está en Ítaca, el que no se crea esto que suba el Alto de Miracruz con 16Km en la piernas para comprobarlo.
La meta está en Ítaca es un libro que hará que cualquiera que haya corrido la behobia se sienta identificado en algún pasaje. Qué cualquiera que el segundo domingo de noviembre suela ir a la cuneta a animar al ingente mar de corredores, atraído por el sentimiento de épica, ansiedad y respeto que emana, encontrará una razón, como si hiciera falta, para justificar esa tradición. Es un libro que espero, pero eso no lo sé, puede hacer que la gente que nunca se ha sentido atraído por la behobia le pique el gusanillo de acercarse a ver que es eso. Qué es esa carrera tan guay.
‘La meta está en Ítaca’. Autor: Álber Vázquez ISBN: 978-84-945977-0-1 – 160 páginas, encuadernación rústica, – 145 x 220 mm