Ricardo FernándezCon amor, Simon es una comedia romántica ambientada en un instituto americano. Con los secretos y mentiras habituales del género y, por supuesto, dudas y enredos sentimentales aderezados con música indie-pop. Es decir, todo muy normal. Que es como se define a sí mismo su protagonista en la primera frase de la película “Mi nombre es Simon, y soy como tú”. Pero Simon tiene un secreto -y quién no-, que le traerá más de un quebradero de cabeza.
El secreto de Simon es que es gay. Aunque el propio Simon dice que no sería un gran problema, que sabe que sus padres y sus amigos le aceptarían e incluso no sería el primero en salir del armario en el instituto. Simplemente no se atreve a dar el paso aún.
Simon tiene ha comenzado a escribirse un chico que conoció en internet. Sólo sabe de él que firma sus emails bajo el pseudónimo de Blue, que van al mismo instituto y que los dos tienen muchas cosas en común, incluido su secreto. Con la seguridad que da el anonimato, Blue y Simon se van abriendo y contándose intimidades hasta que se enamoran, sin conocerse físicamente. Simon trata de averiguar la identidad de Blue y va haciendo cábalas imaginando que se trata de diferentes personas de su entorno.
Con amor, Simon no deja de ser una película sin demasiadas pretensiones, para todos los públicos, que se centra en el aspecto más casto del enamoramiento adolescente, protagonizada por adolescentes guapos, sensibles y de buen corazón y sin una gota del cinismo que tiñe gran parte del cine de hoy en día. Es decir Con amor Simon, es una comedia romántica de las de siempre, siguiendo muchas de sus reglas en una época en que la comedia romántica no está viviendo sus mejores momentos. Este género que durante décadas colaba una o dos películas entre los taquillazos del año parecía haber quedado recluido a propuestas que hacen uso de la manoseada fórmula clásica sin darse cuenta de que el mundo y la sociedad han cambiado. Películas que están protagonizadas por clichés antiguos y que no cuentan una historia, sólo siguen un manual de estilo. Con amor, Simón no es una de esas películas. Simon, sus amigos, sus padres, sus compañeros, son personajes de verdad, que existen más allá del chiste y la anécdota.
La homosexualidad de Simon es la excusa para detonar los equívocos y enredos que necesita una película de este género. Es decir, es el detonante, pero no es el eje sobre el que gira la historia. El guion de Elizabeth Berger e Isaac Aptaker -ambos vienen de la televisión- se esfuerza en construir los personajes y el entorno y en explorar los sentimientos de sus protagonistas. La historia gira sobre algo tan universal y reconocible como un adolescente enamorado y lleno de dudas interpretando señales a su alrededor. Sin necesidad de recurrir a personajes exagerados, marginados, frikis de los 90,intelectuales sabiondos o alguna rareza similar tan habitual los últimos años..
Quizá en este entorno de naturalidad y normalidad el personaje del subdirector llame la atención por demasiado excéntrico y exagerado sin que la caricatura le sirva en ningún momento para lograr un momento cómico brillante, algo que si logra Miller, el “malo” de la historia, que explota su carácter caricaturesco para protagonizar de una de las mejores, más divertidas, y a la vez incómoda, escenas de la película. Jugando con las reglas de la comedia romántica y reventándolas a veces, no es una película que busque el gag constante, pero logra varios escenas destacables.
Aunque cuando más brilla Con amor, Simon es en los momentos íntimos (confieso que derramé una lagrimita). En un entorno reconocible, con unos personajes tan bien construidos como interpretados (Nick Robinson, apuntad este nombre) el mensaje llega mucho más fuerte y es mucho más fácil empatizar con los sentimientos que se muestran en pantalla. Aunque el mensaje tenga la profundidad de “el amor a veces es una mierda, pero otras es maravilloso. Es como estar subido una noria”. Es precisamentesu falta de pretensiones y su sencillez lo que le da a esta película espacio para crecer en sus detalles y hacerla interesante.
