Mars Express es la luz en una edición sin brillo.
Los Flipesci se han ganado un lugar especial en el escenario de los premios cinematográficos por su perspicacia y su enfoque sin concesiones. Este año, el Sustito de Oro, el premio que otorgan durante la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián, ha sido para Mars Express de Jérémie Périn, una película de animación que, en medio de una edición que no ha terminado de convencer al jurado, ha logrado destacar por su audacia y su frescura narrativa.
Decíamos que la edición no ha convencido al jurado Flipesci que no ha dudado en mostrar su carácter crítico. De hecho solo un puñado de películas han conseguido pasar la barrera del aprobado alto. Vincent debe morir, Cuando acecha la maldad, La espera, Devils, y la premiada Mars Express han sido las destacadas, y no podemos dejar de mencionar a La mesita del comedor, que ha dividido al jurado entre odios y admiraciones.
Mars Express ha emergido como una obra que desafía las expectativas, llevando al espectador a un viaje visual y narrativo que va más allá de lo ordinario. La película ha sido descrita por el jurado como impecable, recogiendo la mejor tradición de ficción robótica y dotándola de un alma que es poco habitual en el género. A través de su lente, Mars Express aborda la deshumanización y el posthumanismo con una inteligencia y creatividad que cautivan, todo ello envuelto en una estética que es una auténtica preciosidad visual. Una experiencia cinematográfica que trasciende las expectativas habituales y habla de temas profundos y actuales con un lenguaje universal.
En su elección, el jurado Flipesci ha demostrado una vez más su filosofía: el único jurado que al fallar acierta. Porque, ¿cómo sabrás lo dulce que es acertar si no te arriesgas a fallar? Mars Express no solo ha ganado el Sustito de Oro, sino también el derecho a presumir de haber ganado el premio más prestigioso del certamen donostiarra.