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Reseña de Turn Me On, de Michael Tyburski

Tras dirigir varios cortometrajes, Michael Tyburski dio el salto al largometraje con The Sound of Silence, una película que, para ser su ópera prima, contó con un reparto notable: Peter Sarsgaard, Rashida Jones y Tony Revolori. La recepción de la película fue mixta, más bien tibia. Ahora, Tyburski presenta su segundo largometraje, Turn Me On, en la sección New Directors del Zinemaldia. Se trata de una película de ciencia ficción con la siguiente sinopsis: En un futuro cercano, una empresa ha logrado suprimir las emociones humanas con la ingesta de una píldora diaria. Personas que sufren desamor, tristeza, depresión, miedo o cualquier tipo de incomodidad relacionada con los sentimientos se apuntan al programa y viven en comunidad. Sin embargo, cuando una joven pareja deja de tomar la dosis, redescubren el amor, la alegría, el sexo y nuevos sentimientos, junto con todas las complicaciones que estos traen consigo.

El planteamiento no es excesivamente original. En Olvídate de mí ya vimos un mundo donde el recuerdo de un amor había sido borrado pero vuelve a nacer; en THX 1138, Equilibrium y Un mundo feliz vimos sociedades que eliminaban los sentimientos. O, incluso, en Los ladrones de cuerpos. Pero de un mismo punto de partida pueden nacer muchas películas, y ser todas distintas, buenas o malas. Michael Tyburski aborda esta idea como un romance salpicado de comedia absurda y minimalista, al estilo de Lanthimos en The Lobster. La película cuenta con una ambientación retrofuturista —que tampoco es muy original— y una música demasiado omnipresente, también reminiscente del director griego.

Turn Me On comienza muy bien, apoyada en unas interpretaciones minimalistas pero acertadas. La protagonista es Bel Powley (que ya destacaba en The Morning Show), quien interpreta a Joy, la primera en dejar de tomar la pastilla y descubrir lo interesante de volver a sentir (no es casualidad que Joy signifique alegría). Su pareja, impuesta por la empresa, es Nick Robinson (Con amor, Simón), quien seguirá las exploraciones de Joy. Les acompañarán sus vecinos Morgan (Patti Harrison), Christopher (Justin H. Min), Samantha (Nesta Cooper) y Frank (Griffin Newman), lo que generará una serie de situaciones de miedo, celos y deseos. Al principio, es algo cómico, pero llega un momento en que la apuesta formal tan deudora de Lanthimos —con esa música, la asepsia en las interpretaciones, decorados y movimientos de cámara— sumada a la propuesta argumental —unas personas descubriendo el sexo sin ningún tipo de restricción moral, religiosa o cultural— pedía un desarrollo más turbio o, por lo menos, algo más sexy. Incluso el título de la película, Turn Me On, juega con esta ambigüedad (se puede traducir como «Enciéndeme», en referencia a dejar de tomar las pastillas y recuperar los sentimientos, o como «Ponme cachondo», en relación con el descubrimiento del sexo). Sin embargo, la película opta por un camino mucho más convencional, cercano a la comedia romántica. La película, que hace una defensa de la libertad de elección y la exploración, realmente se traiciona a sí misma en su búsqueda de un final más complaciente.

A pesar de esta falta de valentía en su segundo tramo, Turn Me On deja entrever a un director que sabe generar atmósfera, con un buen pulso narrativo y elegancia en la dirección. Estaremos atentos a sus próximos proyectos.

Turn Me On

Media Flipesci:
5.8
Título original:
Director:
Michael Tyburski
Actores:
Nick Robinson, Bel Powley, Luke Kirby, Patti Harrison, D'Arcy Carden, Justin H. Min, Nesta Cooper