Carlos ElorzaCon Foreign Lands (Chuzhie zemli), Anton Yarush y Sergey Borovkov firman un debut conjunto de notable madurez formal y emocional. Presentada en la sección New Directors, la película se adentra en el paisaje desolado —interior y exterior— de un director de cine en crisis, Anton – interpretado por el propio Yarush-, que abandona su país y su entorno en busca de la actriz ideal para su próxima película. Lo que encuentra, en cambio, es un proceso de lenta descomposición: la de su proyecto, la de sus vínculos personales y, en última instancia, la de sí mismo.
Desde su primera secuencia, Foreign Lands anuncia su apuesta estética y narrativa. Un plano fijo desde el interior de un coche, unas montañas a lo lejos y la figura de un hombre que se va acercando lentamente hasta entrar al vehículo. No hay corte. No hay voces. Solo el paso del tiempo en un ambiente inhóspito. Yarush y Borovkov construyen su relato con una paciencia casi ritual, a través de planos sostenidos, largos silencios y una estructura minimalista donde los diálogos apenas existen y la voz del protagonista está completamente ausente. Su mundo se comunica, se desdobla, se sostiene, a través de pantallas, traducciones automáticas, notas de voz y algoritmos que reconstruyen recuerdos con eficiencia deshumanizada.
Esta propuesta formal no es mero estilo: dialoga directamente con la alienación del personaje. Anton —interpretado con estoicismo extremo— deambula por un paisaje globalizado donde el exotismo no sirve de refugio y la soledad se amplifica a pesar de la conectividad constante. Su búsqueda de inspiración choca con un entorno desangelado: coches abandonados, edificios derruidos, habitaciones anónimas. La experiencia del protagonista queda atrapada entre parabrisas que ensanchan el encuadre mostrando al hombre perdido en la inmensidad del entorno y pantallas verticales que eliminan el contexto y reducen el mundo a una imagen efímera.
A Yarush lo conocíamos en su faceta de guionista. Él es el coautor del guion de Tesnota / Demasiado cerca (2017) de Kantemir Balagov premiada con un premio FIPRESCI de Un Certain Regard en el Festival de Cannes y que se vio en Zabaltegi de aquella edición del Zinemaldi. En 2021 participó en Unclenching The Fists de Kira Kovalenko que ganó el premio a la mejor película de Un Certain Regard en Cannes que también pasó por Zabaltegi. Yarush como director sigue con una propuesta formal radical y poco convencional, pero cambia el estilo crudo e intenso de las películas mencionadas por un estilo contemplativo e introspectivo en su debut como director. Un cine exigente con el espectador, pero de innegable personalidad y carácter.
