En 1956 Fernando Fernán Gómez lleva la gran pantalla una novela de Wenceslao Fernández Flórez que ya había sido adaptada antes por Edgar Neville en 1935 y que también será adaptada después por Rafael Baledón en 1962.
Es una comedia sobre un hombre corriente que tras ser despedido de su trabajo decide convertirse en criminal y vivir al margen de la ley. Proyección dentro del ciclo retrospectivo dedicado a Fernando Fernán Gómez organizado por la Filmoteca Vasca.