En lo que dices «la última película de Hong Sang-soo», él ya te ha hecho otra. Y así es. Es una película que seguro gustará a los admiradores del director porque tiene todos sus ingredientes. Me atrevería a decir que es una película más abiertamente estética que las últimas que hemos visto de él. Tiene mucho de autobiográfica, más de lo habitual.
Una suerte que la programen en Kresala. ¡Recomendada!
Además, es uno de los varios eventos que presentan estos días alguno de los contraplaners. En este caso, Iñaki Ortiz, que vengo a ser yo mismo. Presentador de lujo.