Cuando Bloody Mary organiza un concierto hay muchas posibilidades de que ese concierto merezca la pena. ¿Por qué? Porque es alguien que trae a artistazos como JD McPherson. Alguien que desde que comenzó con The Starkweather Boys demostró que había adquirido lo mejor del espíritu del rockabilly, de la crudeza del rock y el blues primigenios, del rhythm’n’blues de los 40 y los 50 y. Más tarde debutó en solitario con el magnífico Signs & Signifiers al que siguió el también notable Let The Good Times Roll.
Ahora ha grabado Undivided Heart & Soul en los míticos estudios RCA Studio B de Nashville, y demuestra que la ciudad, lugar de peregrinación del rock, ha sido una buena influencia para él.