La película que convirtió a Mel Gibson en estrella, dio lugar a dos secuelas en los años siguientes: Mad Max 2 – El guerrero de la carretera, y la prescindible Mad Max, más allá de la cúpula del trueno. En 2015, 36 años después de la primera, George Miller (director de las dos primeras entregas) estrenaría la fantástica Mad Max: Fury Road por la que ganaría el Flipesci a mejor dirección.
La película es un western de ciencia ficción ambientado en un futuro posnuclear. Max Rockatansky es un policía encargado de la vigilancia de una autopista que, en una persecución acaba con la vida de Nightrider, el líder de una violenta banda que siembra el terror en las carreteras. El resto de la banda jura vengar la muerte de su líder.