A mediados de los años cincuenta del siglo pasado Mark Rothko recibió el encargo de pintar una serie de grandes murales para decorar el nuevo restaurante Four Seasons, en Nueva York. Como anticipo recibió una cuantiosa suma y el pintor, uno de los grandes representantes del expresionismo abstracto, se puso a trabajar inmediatamente, sorprendiendo a mucha gente porque Rothko parecía muy comprometido con la idea de una sociedad más justa que no encajaba con la clientela de tan lujoso restaurante. No sorprendió tanto que a los meses declarase que lo que quería era «pintar algo que le quitase el apetito a cualquier hijo de puta que comiese en ese salón». Finalmente Rothko no terminó el encargo y acabó devolviendo el dineral del anticipo.
Qué pasó para que el genial artista tomase esa decisión es lo que trata de descubrir John Logan en su obra de teatro Rojo que ha sido representada en medio mundo y ha ganado seis premios Tony. En el Victoria Eugenia podremos ver la adaptación dirigida por Juan Echanove quien también la protagoniza junto con Ricardo Gómez (si, Carlitos Alcántara en Cuéntame).
Habrá dos pases de la obra, uno el viernes 17, otro el sábado 18. Los dos a las 20:00