‘Mi país imaginario’: Nuevos tiempos, viejas voces
Lo bueno de Mi país imaginario es que, como lo firma Patricio Guzmán, irá a Festivales, se le prestará atención y el mensaje llegará a gente que de otra manera ni siquiera pensaría en el tema. Está bien construido, es coherente con el resto de su filmografía e incluso Guzmán consigue cierto diálogo con otras de sus películas y, por supuesto, la historia es tan potente que merece la pena prestarle atención. Sin embargo quizá vaya siendo hora de que los Festivales busquen el relevo a Patricio Guzmán y den altavoz a nuevas voces, nuevas maneras de contar la historia y nuevos puntos de vista.