Empezamos con la ya tradicional escapada al Victoria Eugenia, antes de la inauguración oficial. Este año se proyecta un ciclo de cine japonés, y empezaba con I am a Hero. Es una película de zombies con todos los tópicos habituales: secuencia de caos, carril de salida de la ciudad atascado, grupo organizado… Todo lo que ya conocemos de sobra, pero al mismo tiempo se le añade un componente más japonés, con su baño de sangre, su dibujante de manga y su monte Fuji. Además tiene algunas escenas potentes, como una pelea en un taxi a toda velocidad, o una emboscada en un túnel. Tiene una lectura obvia sobre superar los miedos propios y ser el protagonista de tu propia vida, el clásico perdedor que quiere ser un héroe, pero también se puede entender como una alegoría más relacionada con el nacionalismo. Al principio se pone en valor la figura cultural de Japón en el mundo. Por otro lado, se nota el peso de la dependencia militar de los EEUU. Hay una frase directa, que aunque se refiere al permiso de armas, puede entenderse en este sentido, algo como “si estuviéramos en EEUU podría disparar”. Y la idea constante de tener un arma pero no usarla, o incluso que otros la tomen y se encarguen de su seguridad, despreciando su valor.
Salimos para el Principal y la puerta está tomada. Toda una fiesta en la calle para celebrar el comienzo. Entramos, nos hacemos con nuestros asientos, ya para toda la semana. En el escenario, Shinji Iguchi, uno de los dos directores de la película inaugural, Shin Godzilla. Un tipo majísimo. Con la inestimable aparición de la criatura. Bueno, os dejo el vídeo.
La película es interesante y aburrida. Me explico. Es una sátira sobre el lastre de la burocracia, que tiene frases como “No te metas con la burocracia, es la base de la democracia”. Nuevamente, y aquí de forma más explícita, está la dependencia militar de Japón con EEUU. Están obsesionados. También es interesante como una película que tiene unos efectos especiales excelentes, ha mantenido la imagen grotesca y cartonpiedresca del monstruo. El montaje imparable, lleno de rótulos de lugar, recuerda al cine de catástrofes de los setenta. En definitiva, también una aproximación cercana a las entregas clásicas japonesas. El problema, como decía al principio, es que es aburrida, algo pesada. Incluso se ríe de sí misma con un rótulo que dice “Resumiendo”, pero aún así termina por ser algo excesiva. Muchas cosas interesantes en cualquier caso.
Después llega lo de Kevin Smith -no sé llamarlo de otra manera. Yoga Hosers es, sin rodeos, un regalo del director y de Johnny Depp para sus respectivas hijas, que seguramente, a sus ojos serán adorables. Es una patraña tan absurda que me resulta difícil atacarla demasiado. Al contrario, me invita a pasármelo bien con sus salchichas nazis con chucrut en vez de sangre.
Terraformars es otro disparate de aquí a Marte. Takashi Miike no tiene filtro, ya lo sabemos, y muchas veces nos hace una de estas. Astronautas marginales a hostia limpia con cucarachas antropomorfas en plena arena marciana. Y con transformaciones cucarachescas de regalo. Terrible, pero comprendo que haya quien pueda disfrutarla.
Después de encontrarme una generosa vomitona el lavabo del baño, lo intenté con “Operación Avalancha” pero ya eran la cuatro de la mañana (las tres con el cambio de hora) y caí muerto en la butaca. Que me dormí, vaya. Así que poco os puedo contar, más allá de que era un found footage retro que jugaba con la sobada idea del falso alunizaje.