Ricardo FernándezWayne Shorter, a la altura de su leyenda
Volvía Wyane Shorter al Jazzaldia después de que en 2007 fuese galardonado con el premio Donostiako Jazzaldia. Estamos hablando de una LEYENDA en mayúsculas del Jazz. Alguién que formó parte de los Jazz Messengers de Art Blakey, trabajó con Miles Davis en aquel maravilloso e irrepetible quinteto junto con Ron Carter, Herbie Hancock y Tony Williams y, más tarde, fundó Weather Report. Así, resumiendo.
Con semejante carrera, 83 años y acompañado por los mismos músicos desde hace décadas -los maravillosos Danilo Pérez al piano, John Patitucci al bajo y Brian Blade a la batería- es fácil creer que se ha podido acomodar, que con recurrir a los clásicos y a lo evidente le puede bastar para girar, tocar y levantar aplausos; pero no. Wayne Shorter está muy por encima de eso. Lo que propone este cuarteto es exploración, improvisación, sorpresa y una música libre de etiquetas y barreras. Ya quisieran muchos músicos jóvenes esa actitud. O no. Quizá sea yo el que querría esa actitud en muchos músicos jóvenes…
El caso es que el concierto de Shorter, Pérez, Patitucci y Blade fue algo mágico que dejó el listón muy arriba en un Jazzaldia que acababa de comenzar. Y eso que cuando vimos que Shorter iba a tocar sentado y que al comienzo parecía dubitativo y algo ausente, algunos nos temimos lo peor. Sin embargo, poco a poco, se fue uniendo a una banda que empezó perfecta desde el principio y, subido en ella, soplido a soplido, alcanzó cotas de auténtica genialidad a la altura de su leyenda. Eso son palabras mayores, lo sé.
Con un juguetón Danilo Pérez proponiendo nuevos rítmos y variaciones, Blade tan contundente como preciso y sorprendente y Patitucci siendo la base que todo lo une, Shorter se siente libre para jugar con sus dos saxos (tenor y soprano) y demostrar su inagotable talento. La complicidad entre los músicos no cabe en el escenario y se contagia más allá, hacia el patio de butacas, mientras las estructuras se vuelven más complejas para luego desenredarse y desnudar sus melodías de la forma más sencilla y sentida. La intensidad sube y baja a voluntad de los músicos y todo encaja en su sitio, hasta los silencios. El público, por su parte, lucha con la imperiosa necesidad de aplaudir lo que esta oyendo y el miedo de que esos aplausos le impidan escuchar alguno de los mágicos sonidos que venían del escenario.
Al acabar, entonces si, ninguna duda. Una atronadora ovación que deja claro que el grupo ha triunfado esa noche. La MÚSICA, en mayúsculas, ha vuelto a ganar.
Músicos: Wayne Shorter (saxos tenor, soprano), Danilo Perez (piano), John Patitucci (contrabajo), Brian Blade (batería) Lugar: Auditorio Kursaal. 52 Heineken Jazzaldia. Donostia. Fecha: 21 de julio de 2017