Macy Gray rescatada por los Lucky Chops
Quizá la Trini no era el lugar más adecuado para los Lucky Chops y su festiva propuesta. O quizá la Trini de ayer, sentados y con Macy Gray de plato fuerte del día. Una trini de las de aforo de pie, abarrotada esperando a un cartel más bailable no hubiera estado nada mal. Sin embargo y pese a”jugar fuera de casa” los Lucky Chops salieron ganadores de la noche. ¿Su secreto? La entrega absoluta, el ritmo, la insistencia y, también, el talento. Mientras los veíamos surgió el debate con unos amigos de si eran verbeneros o divertidos. Afirmaban, no sin parte de razón, que lo primero era malo y lo segundo bueno. Pues bien, los Lucky Chops consiguen dignificar el concepto de verbena, sus conciertos son una fiesta divertida, llena de canciones populares, que invitan a la gente a bailar y, sosteniendo todo eso, son unos músicos magníficos.
Además, hay que agradecer que estuvieran esa noche en la Trini, porque su sorpresiva presencia en el segundo concierto de la noche salvó a una Macy Gray que, esta si, tuvo momentos verbeneros en el peor sentido de la palabra; pero ya llegaremos ahí.
Tocaron temas propios como For Connie, que el saxofonista dedicó a su profesora, y versiones de ayer y hoy como Problem (Ariana Grande), Heart of Glass (Blondie) o Funkytown (Lipps Inc.). Estos neoyorquinos que estudiaron en LaGuardia High School (si, la escuela de Fama) y que lograron pasar de la calle a los grandes escenarios gracias a Youtube consiguen ganarse hasta a los más reacios que, a regañadientes y sin demostrarlo demasiado, terminan moviendo sus pies al ritmo que marcan esos músicos que aparecen en el escenario semi disfrazados, semi desnudos, dando saltos de una esquina a otra.
Para terminar la fiesta nada mejor que I Feel Good (James Brown). Ya decimos que esto es una buena verbena y nada como que el público coree, coreemos, el estribillo. Ahora bien, no dejo de preguntarme porque el día anterior tocaban gratis en el Escenario Verde, el día siguiente gratis en Alderdi Eder y, sin embargo era de pago en la Trini. Estas son las cosas que debería cuidar el Jazzaldia.
Tras la fiesta Macy Gray en lo que fue un decepcionante concierto. Y eso que lo tenía todo para triunfar, desde un público rendido antes de que saliera y que le recibió con pancartas hasta el ambiente festivo y entregado en la plaza que habían dejado los teloneros. Sin embargo desde el comienzo pareció claro que esta no iba a ser una gran noche.
La diva entró al escenario, tras una larga introducción de la banda, con sus andares tambaleantes y algos torpes. Acometió la interpretación de Why Didn’t You Call Me para empezar y se mantuvo ahí, en los terrenos del r&b y el soul con ligeras y ocasionaes pinceladas de hip hop. Pero sobre todo habló y utilizó los trucos más fáciles del directo como mostrar el micrófono al público para que sea este el que cante el estribillo.
Sus largas parrafadas intentando convencer al respetable de que la libertad es mejor que el dinero o el sexo y sus constantes “Are you ready?” que sólo me hacían pensar “yo si, ¿y tú?” impedían mantener el ritmo cuando la cantante había enlazado dos o tres buenos momentos -que los hubo- seguidos. Uno de los pasajes más verbeneros (y esta vez si que en sentido negativo) fue cuando pidió al público que diera palmas y corease una vesión de Creep (Radiohead). Si, claro, la canción perfecta para animar una fiesta (delante de mi una chica no parecía compartir mis reparos y cantaba, sonrisa en la cara, dando palmas y bailando alegremente eso de “soy un gusano, soy un bicho raro, ¿qué demonios hago aquí? No pertenezco a este lugar”).
Sin embargo el concierto remontó a unos niveles aceptables en su última parte, cuando sorprendentemente los Lucky Chops salieron a compartir escenario con Macy Gray y su banda. Algo que no estaba preparado de antemano y que se forjó en el descanso entre los dos conciertos. Con su actitud, energía y vigor, los neoyorquinos consiguieron dar el brío que le estaba faltando a la segunda parte de la noche. La niña que subió a bailar al escenario con Macy Gray puso la nota de ternura y diversión a una noche que se cerró con una versión de My Way en la que la diva no cantó ni una sola vez el estribillo, pero nos animó a todos a hacerlo cada vez enseñándonos el micro.
Músicos: Joshua Holcomb (trombón), Daro Behroozi (saxo tenor), Joshua Gawel (trompeta), Raphael-Brian Buyo (sousafón), Charles Sams (batería)
Macy Gray (voz), William Wesson (teclados), Jonathan Jackson (teclados, saxo), Caleb Speir (bajo), Tamir Barzilay (batería)
Lugar: Plaza de la Trinidad. 52 Heineken Jazzaldia. Donostia.
Fecha: 24 de julio de 2017