Iñaki Ortiz GascónHay montones de películas que giran en torno a una familia -a poder ser desavenida- que se junta en una casa. Los americanos las llaman thanksgiving movies (porque normalmente ellos se juntan en el día de acción de gracias), Kore-eda las llama “películas” a secas. El chileno Jorge Riquelme Serrano, en su segundo trabajo como director, lleva la premisa a una situación más extrema. Paradigmático aislamiento: la casa donde sucederá la tormenta familiar está en una isla, y además, no pueden salir de ella.
Empieza con el clásico tono de cierto humor señalando las miserias y el patetismo humano. Ese yerno pidiéndole dinero a los suegros y siendo ninguneado, como hemos visto tantas veces en cine -por ejemplo en Fargo. En muchos más detalles menos flagrantes también se ven pequeñas torpezas, actitudes impostadas, hipocresía. Todo se va moviendo en cierto tono de leve comedia, aunque ya hay algunas pistas que nos advierten que esta familia está más cercana al drama. El tono va cambiando y el director nos regala una secuencia realmente transgresora, de esas que no es para todos los públicos y que no desvelaré aquí.
La cosa va empeorando en esta isla que tiene unas reservas de agua demasiado limitadas. Un encuentro que tiene mejor previsto el buen vino para seducir que el agua para sobrevivir. Para sobrevivir y para limpiar -aunque el mar servirá también para purificar. El ambiente se va volviendo más malsano y a los efectos sonoros de la tormenta metafórica y literal, se une a una banda sonora disonante, incómoda como varias de las secuencias.
También es incómoda, a la par que acertada, la interpretación de los dos veteranos de la familia. Paulina García, conocida por muchos como Gloria; y Alfredo Castro, excelente actor fetiche de Larraín. Una pareja corrompida por el dinero, el poder, la suficiencia, la arrogancia. Dos personas que toman todo aquello que desean, acostumbrados a poseer.
Algunas bestias es una película que se sitúa fácil con un plano cenital a modo de prólogo y se cierra inquietante con un plano mareante. En medio, lo salvaje, dentro y fuera de la casa.
