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Reseña de Under The Skin

Al leer en la sinopsis de Under the skin que la película trata sobre una alienígena interpretada por Scarlett Johansson que seduce humanos para poder atraparlos, más de uno creerá, erróneamente, que este es un papel en el que la actriz, apoyándose en su exuberante físico, explota su lado más sexy; pero nada más lejos de la realidad. Scarlett Johansson aparece maquillada y vestida de forma vulgar, a menudo bajo un vulgar abrigo de piel falsa que oculta su cuerpo, muy lejos de la idea de una mujer objeto sexual para, curiosamente, interpretar a un personaje que es percibido exactamente así por muchos de los que le rodean. La suya es una interpretación contenida, sin apenas diálogos y con una sutil transformación: la que le lleva de fingir sentimientos a tenerlos. Como en Her, Scarlett demuestra la seducción es algo más que físico. De paso nos recuerda a todos que es una gran actriz, con una carrera que alterna lo más comercial con proyectos de autor, como esta interesante y arriesgada película que contiene elementos de ciencia ficción, thriller y terror.

Cine de autor porque, si bien la notable interpretación de la actriz es clave, la película se sostiene por la capacidad hipnótica de su director Jonathan Glazer. Under the skin es críptica, renuncia a cualquier explicación, está repleta de planos contemplativos y apenas tiene trama o desarrollo de más personajes que no sean el de Scarlett Johansson  Sin embargo, o quizá gracias a ello, es una película inquietante y cautivadora, poseedora de un magnetismo que mantiene el interés y la curiosidad por lo que está pasando en la pantalla.

Alternando los escenarios oscuros con los luminosos, los ambientes claustrofóbicos con los amplios exteriores, los planos cerrados sobre el rostro de la protagonista con los panorámicos del entorno, Glazer consigue crear continuamente la sensación de peligro inminente, de tensión, de amenaza. Un entorno donde nada es acogedor. Gran parte de la película transcurre en el interior de una furgoneta y en una inhóspita casa. Los paisajes urbanos son grises fríos y vulgares. Las escenas al aire libre están rodadas en espacios muy abiertos y desprotegidos donde el poder amenazante de la naturaleza está siempre presente. Para construir esta atmósfera, Glazer se apoya en el magnífico uso del sonido -el viento, las olas, los ruidos de la ciudad, todo suena amenazante- y en la música de Mica Levy en su sobresaliente debut como compositora de bandas sonoras (después de esto llegarían Jackie de Pablo Larrain o Monos de Alejandro Landes). También hay contraste en cuanto al estilo de rodar; por un lado hay escenas rodadas con cámaras ocultas, sin apenas planificación, en las que Scarlett improvisa para relacionarse y coquetear con habitantes de Glasgow que no saben que están formando parte de una película y ni siquiera saben quien es realmente esa mujer. Por otro lado, esas escenas se combinan con otras de gran planificación, cargadas de simbolismo y con una pretensión más artística, que contrastan con el tono realista del resto de la película. Es en esos momentos en los que se muestra el lado más alienígena del personaje, la parte más cercana al cine fantástico.

Argumentalmente ya decíamos que la película es muy críptica. Inspirada en la novela del mismo título del escritor holandés Michel Faber, el guión no explica prácticamente nada. ¿cuál es el papel de esos motoristas que ayudan a Scarlett? ¿son alienígenas como ella? ¿Cuál es el destino de los humanos cazados? ¿Qué es lo que hacen con sus cuerpos? No importa. Lo interesante de la película es ver el día a día del ser humano desde la perspectiva curiosa de un ser diametralmente opuesto a nosotros. También nuestra propia sensación al ver a ese ser que no entendemos. La incomprensión y curiosidad desde los dos extremos. En la primera parte somos nosotros quienes le miramos a ella con extrañeza e inquietud. Incluso con desagrado y miedo en escenas como la de la playa, magnífica por cierto. En la segunda parte es ella la que nos mira a nosotros, a los humanos, y esa mirada le provoca turbación y dudas. Cierta empatía al ponerse bajo nuestra piel. Una curiosa evolución que quizá esté planteada de manera excesivamente brusca y que provoca un pequeño bajón en el último tercio, para remontar el vuelo en un final fantástico que nos remite al cine de terror.

Under The Skin es la tercera película de Glazer tras Sexy Beast y Rencarnación, una evolución que le descubre cada vez más como un director con un estilo muy personal. Es fácil encontrar referencias como Kubrick (y no sólo por la introducción), Lynch o Gaspar Noé; pero no sería justo destacarlas porque Under the skin tiene suficiente personalidad propia como para defenderse sola. Ahora, siete años después de su estreno, por fin va a tener estreno en España una película que no está pensada para arrasar en taquilla ni para llenar multicines. No es una película fácil y ha provocado reacciones tan airadas en contra como entusiastas a favor. Por desgracia muchos medios han hablado más del desnudo de Scarlett Johansson que de la que es una de sus mejores interpretaciones en los últimos años. Pero hay muchos tipos de público y Under The Skin tiene el suyo entre los amantes de las propuestas más arriesgadas y poco convencionales. Ahora, gracias a Avalon, ese público podrá disfrutar de esta magnífica película en todo su esplendor en pantalla grande y si no llega a sus ciudades, o quiere repetir experiencia más adelante, poco después estará en Filmin. Un aplauso para ellos y para todos los que apuestan por mantener este tipo de cine.


Esta reseña es una revisión de la publicada el 30 de junio de 2014 en El Café de Rick.

Under the Skin

Media Flipesci:
7.1
Título original:
Director:
Jonathan Glazer
Actores:
Scarlett Johansson,Antonia Campbell-Hughes,Paul Brannigan,Krystof Hádek
Fecha de estreno:
10/07/2020