Reseña de Puan, de María Alché y Benjamín Naishtat
Los paralelismos que se dan en los festivales son curiosos e inevitables. Por ejemplo, que en la Sección Oficial a concurso del Festival de Cine de San Sebastián, dos películas argentinas, La práctica de Martín Rejtman y Puan de María Alché y Benjamín Naishtat, compartan tantos elementos en común. Ambas nos presentan comedias donde sus protagonistas, profesionales en disciplinas que deberían dotarles de herramientas para enfrentar la vida cotidiana, se mueven con torpeza en su día a día. Ambas abordan, también, los problemas estructurales de la sociedad argentina, aunque Puan se adentra con mayor profundidad en esta temática.
La trama de Puan se centra en la inesperada muerte del titular de la cátedra de Filosofía Política de la UBA. Marcelo, interpretado magistralmente por Marcelo Subiotto, parece ser el sucesor natural. Sin embargo, la llegada de Rafael, un personaje moderno y carismático encarnado por Leonardo Sbaraglia, introduce un rival que desafía su posición. Marcelo, en una fase de estancamiento -laboral, social y sentimental-, se ve enfrentado a este desafío.
Sorprende el cambio de tono en esta obra conjunta de Alché (Familia sumergida) y Naishtat (Rojo), alejándose de sus trabajos anteriores para ofrecer una película más ligera y amena, pero sin renunciar a un discurso crítico y profundo. A medida que avanza, la crítica social toma mayor relevancia, ganando presencia sobre los momentos cómicos, aunque sin abandonar nunca la vertiente cómica. Otro punto a destacar de Puan es la autenticidad con la que, a pesar de ser una comedia, se abordan las clases y conversaciones filosóficas. No se limitan a complementar la trama, sino que se convierten en interesantes y profundas reflexiones con referencias filosóficas reales. Un claro ejemplo de la relevancia de la materia y del interés que puede generar la filosofía cuando se enseña adecuadamente.
Hablando de relevancia y utilidad, la universidad se muestra no solo como un espacio teórico, sino también como un lugar de acción y compromiso. A través de los personajes que rodean a Marcelo se destaca la importancia de la educación y el activismo, defendiendo su valor más allá de consideraciones económicas. Marcelo, a pesar de alentar a otros a comprometerse, parece incapaz de tomar las riendas de su propia vida, quedando atrapado en la rutina diaria.
En un reparto repleto de figuras argentinas de varias generaciones, Subiotto ofrece una actuación impecable, mostrando a un hombre en constante conflicto interno zarandeando por el día a día. Por otro lado, Sbaraglia, puede parecer algo caricaturesco en ocasiones, aunque posiblemente estemos viendo reflejados los prejuicios del propio Marcelo y su perspectiva sesgada.