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En 2004 el australiano Adam Elliot se llevó el Oscar al mejor corto de animación por su Harvie Krumpet. Cinco años más tarde, con Mary and Max, su ópera prima, consiguió el Premio a la Mejor Película en el Festival de Annecy, el más prestigioso de cine de animación del mundo, y el film se convirtió en una película de culto. Su segundo largometraje, Memorias de un caracol, volvió a llevarse el premio a la mejor película en Annecy y se ha presentado en la sección Perlak de esta edición del Zinemaldi.

Memorias de un caracol cuenta la historia de Grace, una chica australiana con muy mala suerte en la vida. Una historia llena de desgracias y tragedias. De familias rotas y amistades excéntricas. Y de caracoles, reales y en forma de figura, como refugio y consuelo. Todo ello narrado apoyándose en una voz en off casi continua y la banda sonora de Elena Kats-Chernin que apoyan y complementan, a veces en exceso, lo que se muestra en la pantalla. En el reparto Sarah Snook, Kodi Smith-McPhee, Eric Bana, Jacki Weaver, Dominique Pinon y Nick Cave.

Elliot vuelve a utilizar la técnica del stop-motion, o como le llama él claymotion, pequeñas figuras de plastilina, papel o plástico que los animadores van moviendo fotograma a fotograma para generar el efecto de la animación. La película visualmente recuerda mucho a Mary and Max: figuras humanas de cuerpos voluminosos, cabezones, extremidades finas, grandes ojos y facciones exageradas. Escenarios recargados y barrocos, pero con gran atención al detalle y un aspecto feísta y sucio.

Memorias de un caracol empieza con una muerte. Y a partir de ahí la película se convierte en una una continua sucesión de desgracias, tragedias y adversidades. Elliot tiene muy claro cómo conseguir la complicidad de los espectadores. Cuáles son sus trucos. Consiguiendo que sientan pena por su protagonista. Cuanta más, mejor. Apoyándose en un miserabilismo y un patetismo exagerados más digeribles por su retranca y su humor, bastante negro de la mayoría de las veces, el tratamiento poco realista de la historia y la distancia que ya de por sí pone la técnica de stop-motion. Llegar a la emoción a través de la pena. De la acumulación de desgracias y sufrimientos y de mensajes de autoayuda. No de la rabia y la indignación ante lo mostrado o la admiración ante la actitud del personaje. La Grace de Memorias de un caracol no es una heroína, es sobre todo una víctima que más que luchar contra su destino, lo acepta y se adapta al mismo. Pero tirando de tradición judeocristiana, Elliot se guarda una carta final para no dejar un ojo seco en la sala al final de la proyección.

Memorias de un caracol

Media Flipesci:
7.5
Título original:
Memoir of a Snail
Director:
Adam Elliot
Actores:
Eric Bana, Sarah Snook, Kodi Smit-McPhee, Jacki Weaver, Dominique Pinon, Nick Cave, Magda Szubanski