5.5

Reseña de Couture, de Alice Winocour

Una de las grandes noticias para el Zinemaldia ha sido la presencia de Angelina Jolie en la alfombra roja. En San Sebastián no estamos tan acostumbrados como en Cannes o Venecia a recibir estrellas de esa magnitud y, claro, el efecto es inmediato: focos, portadas, aplausos y buena parte del público entregado. Y eso está muy bien, el Festival gana en brillo con cada aparición así, aunque en El Contraplano preferimos fijarnos en lo que se proyecta en la pantalla. Y ahí la cosa cambia, porque Couture no nos ha puesto tan contentos.

Alice Winocour ya había pasado por San Sebastián con Proxima, aquella historia de astronautas y maternidad que protagonizó Eva Green. Antes había sido coguionista de Mustang, la película que lanzó a Deniz Gamze Ergüven y que le valió a Winocour un César a mejor guion y la situó en el mapa del cine europeo. Su cine suele girar en torno al trauma, los cuerpos y la forma en que se vive lo íntimo en entornos hostiles. Aquí decide adentrarse en un mundo en apariencia glamuroso como la moda, pero que pronto muestra su cara más áspera.

La película entrelaza tres historias: Maxine (Angelina Jolie), directora de cine de pequeñas películas de terror con temática feminista, que recibe un diagnóstico de cáncer justo cuando debe rodar un cortometraje para un desfile; Ada (Anyier Anei), una modelo sudanesa de 18 años, estudiante de Farmacia, que llega a París en busca de oportunidades y se topa con un mundo muy distinto al que esperaba; y Angèle (Ella Rumpf), una maquilladora que aspira a ser escritora, aunque nadie parece tomar en serio su voz.

La película se adentra en la idea de que los cuerpos de las mujeres son medidos, monetizados y representados en la industria de la moda, mientras que sus mentes y sus experiencias son ignoradas o menospreciadas. Sobre el papel, ese debía ser el eje del relato. Ada lucha contra la sensación de que su valor depende solo de su altura, su delgadez y la forma de su rostro; Maxine descubre que su propio cuerpo la traiciona con el cáncer justo cuando intenta sostener una carrera exigente y una vida familiar que se tambalea; y los textos de Angèle reflejan años de precariedad, miserias y sueños rotos en la moda, un testimonio que los hombres desprecian porque no les resulta creíble, aunque lo sea. Sin embargo, lo que podría ser un retrato coral se queda en un patchwork —ya que hablamos de moda— en el que cada pieza parece cosida sin tener en cuenta el conjunto. Un collage donde lo que debería sumar, resta. Porque la película no gira en torno a un eje, más bien va dando tumbos de una historia a otra, sin que estas se complementen, cortando el ritmo y desviando la atención. El caso de Angèle es el más evidente: su personaje existe casi solo para verbalizar, en voz en off, lo que la película quiere contar. Y por momentos esa voz en off resulta excesiva en su subrayado.

Hay un contraste que funciona mejor: el estilo calmado de Winocour frente al frenesí histérico de la pasarela. Esa falta de encaje no es un defecto aquí, sino un recurso para transmitir la incomodidad de las protagonistas, siempre fuera de lugar en un entorno que las consume.

Angelina Jolie firma una de sus mejores interpretaciones en años. También es cierto que su innegable fama es mucho mayor que la cantidad de papeles dignos de recordar en su larga carrera. Es probable que esta historia le motivara especialmente por su propia lucha contra el cáncer y que, de esa manera, la conexión con el personaje fuera más profunda. Sea como fuere, su actuación es de lo mejor en esta irregular película.

Couture

Media Flipesci:
5.2
Título original:
Director:
Alice Winocour
Actores:
Angelina Jolie, Ella Rumpf, Anyier Anei, Louis Garrel, Garance Marillier