Se pueden decir muchas cosas de este grande de Jacksonville, y casi todas musicalmente buenas. Excelentes en realidad. Lo suyo es una mezcolanza de todo lo que nos gusta de la música negra: Es R&B rabioso, es soul trepidante, es el nervio de Detroit, es el espíritu de Chicago, es el salvajismo de Little Richard, es la magia de Howlin’ Wolf, es la diversión de Solomon Burke. Es una bomba de relojería que estalla cada vez que se sube a un escenario. Es Barrence Whitfield y le acompañan sus fieles The Savages.