Ulrich Seidl pone su mirada en los ciudadanos burgueses que se van de vacaciones familiares a África a matar cebras, gacelas o jirafas. No son ricos, ni aristócratas o jeques que van en busca de los elefantes o leones, de las grandes piezas, son algo más cercano. La especial forma de captar la realidad de Seidl hace el resto. Sin necesidad de voces en off ni de explicaciones Safari nos provoca preguntas y reflexiones.