Crónica del concierto de Julian Maeso en Kutxa Kultur Kluba
Hace dos años Julián Maeso ofreció un gran concierto en San Sebastián, en el Bukowski, uno de los garitos con más solera rockera de la ciudad. El pasado viernes ofreció otro gran concierto a unos pocos metros de ahí, en la nueva sala Kutxa Kultur Kluba de Tabakalera. Un lugar con mucho menos encanto e historia, pero muchos más medios. Se oye mejor, se ve mejor, el escenario es más grande y los músicos, supongo, estarán mucho más cómodos (no así los asistentes a la sala de cine contigua, que a veces oyen su película, el concierto y el trasiego de espectadores entrando o saliendo). Mientras espero a que comience el concierto en esa moderna sala propiedad de un banco pienso en eso y en la reciente entrevista que le hice al siempre interesante Álex Cooper, especialmente en a parte que me decía «el rock como sonido de la revolución hace siglos que murió a manos de Coca Cola, de Heineken y de las instituciones«. No le falta razón. Quizá el rock como sonido de la revolución esté muerto, quizá hace mucho que dejó de ser la banda sonora de la rebeldía, quizá resulte gracioso recordar que algunos pensaron que iba a cambiar el mundo…
Claro que Álex se refiere a esa parte social concreta; pero el rock nunca ha sido solo eso. El rock ha sido, y es, un estilo musical. Una forma de expresarse con música, unos sonidos que nos invitan a bailar, nos emocionan, nos divierten y en sus notas acumulan décadas de historia. Historia que Julián Maeso conoce bien, por lo menos musicalmente. Sus canciones están impregnadas del blues y el gospel que dieron forma al rock&roll. También el soul,funk, alguna pizca de jazz, incluso algo de folk… Todo bien asimilado y tocado con talento, personalidad, descaro y picardía. Mirándolo así el Rock&Roll está muy vivo.
Arrancó el concierto con Leave It In Time de su segundo LP One way ticket to Saturn. Lo cierto que Julián no parecía cómodo. No sonaba mal, pero tampoco desprendía esa complicidad de otros conciertos. El piano que sonaba como debía de sonar -«en la prueba de sonido sonaba perfectamente, pero ahora parece que se ha metido el demonio dentro»- algún problemilla con el pie de micro… le costó un poco arrancar y empezar a sentirse cómodo, pero cuando tocaron No earthly paradise a Julián ya se le notaba la mirada traviesa y chispeante en los ojos y los suyos ya transmitían la fuerza, la diversión y el placer que les provoca tocar juntos. Una banda distinta de la que nos visitó hace dos años. Con una potentísima base rítmica formada por Paco Bastante al bajo y Mario Carrión a la batería y un magnífico y virtuoso Amable Rodríguez a la guitarra que dio muestras de disfrutar cada nota que tocó.
El setlist de la noche se centró en su último disco, Somewhere Somehow, que recorrió desde la enérgica Back to me back to you a la muy sentida Before they leave, pasando por The Road Less Travelled, I Wonder an wander o No earthly paradise, entre otras. En el recomendabe disco estas canciones suenan bien, en el directo tienen un groove y un alma que no han captado las grabaciones de estudio. Julián constantemente dirige la banda con gestos y miradas y les deja perderse en improvisaciones instrumentales que, me consta, a algunos se les hacen largas y a otros nos contagian el entusiasmo. Poco a poco también se suelta al micro no solo cantando, bromea sobre Bob Dylan -«me gustan sus canciones, pero según leo sobre él cada vez me cae peor»- mientras imita su voz cantando. Mientras disfruto, y mucho, pienso lo apasionante que tiene que ser un concierto así con una sección de vientos y unos coros.
Tras acabar la primera parte del concierto regresa para los bises con Someday Maybe Someday y fue subiendo de intensidad con los músicos entregados a largos desarrollos instrumentales, riéndose, jugando, estableciendo diálogos entre los instrumentos, recorriendo las mil y una influencias del rock,puliendo su alma negra y demostrando que, cuando se trata de hacernos sentir, de emocionarnos, de bailar y de pasar una gran noche, el Rock&Roll está muy vivo gracias a músicos como Julián Maeso y su banda.