Fotos: Irene Mariscal.

El festival de Clermont-Ferrand es el festival de cortos más grande del mundo. Este año han recibido 8400 cortos, algunos derivados a través de plataformas en festivales de todo el mundo. Una de sus secciones más importantes es Labo, que recoge las propuestas más atrevidas e innovadoras. En Donosti tenemos la suerte desde hace ya 11 años de poder ver esta sección íntegra. Cada año, Sébastien Duclocher, uno de los seleccionadores del festival y coordinador del departamento de educación, se acerca a Donosti y nos presenta con detalle pormenorizado los cortos en un esforzado español que siempre le agradecemos aunque no entendamos todo lo que nos cuenta. Aquí en El Contraplano siempre os recomendamos la sección, pero ya iba siendo hora de hablar más a fondo de uno de los mayores privilegios cinematográficos con el que contamos en la ciudad. Para ello nos juntamos con Duclocher y con Victor Iriarte, responsable de cine de Tabakalera.

Los inicios

Duclocher nos cuenta cómo surgió todo. “Al principio el proyecto fue una idea de José Luis y de Joxean”. Paréntesis: José Luis es Rebordinos, que entonces era el responsable de cine en Donostia Kultura y Joxean es Joxean Muñoz, que entonces era el director general del Proyecto Tabakalera, años antes de la reforma del edificio. “Pienso que Rebordinos que iba a Clermont-Ferrand cada año, vio que con los años 2000 hubo un cambio de pelis con el digital. Esta fue la primera idea de Labo: qué van a hacer las pelis con el digital. Me parece que José Luis tenía una idea para hacerlo en San Sebastián pero para empezar decidió traer todo la sección de Labo. Está súper para nosotros y está súper para San Sebastián pero no lo hacemos con otros lugares, no damos toda la programación a ningún otro sitio porque es mucho por los derechos. En otros países hacemos solo un programa de 5 o 6 pelis. Aquí es excepcional porque hay muy buena relación con San Sebastián desde hace mucho, intercambiamos ideas. Además hay un movimiento fuerte en San Sebastián con la escuela y queremos ver qué pasa porque nos da ideas para desarrollar nuestro proyecto propio.

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Iriarte nos explica también esos comienzos. “Cuando el edificio ya no era fábrica de tabacos pero tampoco era aún Tabakalera como es hoy, ya se hicieron algunas muestras de Labo aquí, en una sala habilitada de manera provisional. Cuando empezaron las obras aquí, lo asumió Donostia Kultura y se hicieron en el principal. Cuando tuvimos el edificio ya era natural que viniera también la sección aquí. Entonces asumimos lo que había hecho hasta ese momento Donostia Kultura y lo que añadimos fue unir en “La semana más corta” Kimuak, el pase que se hacía después del Festival, que era el estreno pero en el Festival la gente siempre esté muy liada. Y también añadimos el Encuentro Internacional de Estudiantes de Cine, que también se ve durante el festival y queríamos que por lo menos estuviera el Palmarés”.

¿Qué se le pide a un corto para estar en Labo?

Duclocher lo tiene claro: “Debe ser un buen corto. Debe ser algo original. Que la narración de la peli no esté en los diálogos, que sea algo que sale de la edición, del sonido, del grafismo. A veces nos llegan cosas de gente que está más en el arte contemporáneo y que sus cortos no los ponen en salas. Por ejemplo, Clément Cogitore, que es un director que está en ambos mundos”. Otro paréntesis: Cogitore venía este año con un corto titulado L’Intervalle de résonance que en mi opinión ha sido el trabajo más sugerente que hemos visto. Por otra parte, es el director de Braguino que se pasó el año pasado en Zabaltegi. “Tabakalera ha pedido uno de sus trabajos para poner en La Pared”. Más paréntesis: La Pared es un espacio de Tabakalera, detrás de la taquilla de cine, donde se ponen algunas obras audiovisuales más libres. Por eso Duclocher habla de cineastas que vienen de diferentes ámbitos.

Les indes galantes, el trabajo de Cogitore que estará en abril en La Pared en Tabakalera. Seguramente ganará en grande y con buen sonido. Os lo recomendamos:

También han hecho algunos descubrimientos. Fueron los primeros en poner los trabajos audiovisuales de Blu, un importante grafitero italiano, rescatando incluso algunas piezas de Internet. “A veces las pelis están en Internet. Uno de nuestros trabajos es encontrarlas y traerlas al festival. Porque no es lo mismo verlo en Internet que en una sala de cine, además el sonido es gran parte de la peli, y para nosotros es muy importante”.

Iriarte pone otro ejemplo descubrimiento de Labo: Jean-Gabriel Périot. Había presentado varios cortos en Labo y hace unos año tuvo un largo en Zabaltegi, Une jeunesse allemande. “Es un lujazo poder pasar toda la sección y que haya esta ventana. Y también nos viene superbién para estar atentos a lo que está pasando en el corto y en el mundo del audiovisual en general. En Labo puedes encontrar gente que está haciendo trabajos en países que no controlas, te llama la atención un año y otro y ya estás atento a lo que hace. Nos sirve mucho para salirnos del espacio de confort de seguir los cortos de los festivales grandes. Sin Labo sería muy difícil. Esto si no me llega por Labo yo no lo habría visto”. Duclocher añade “tenemos una atención especial a países del sudeste asiático o India porque es más difícil para ellos mandar pelis a Europa”.

Distribución y festivales

Hablamos de las complicaciones habituales. Observo que algunos cortos de la sección parecen tener un presupuesto considerable y me pregunto cómo pueden recuperar el dinero. La respuesta de Duclocher es tajante: “No recuperan el dinero. Es un espacio de experimentación. A lo mejor está subvencionado o si no, no lo recupera. Por ejemplo, el director de Ugly hace sus trabajos pagados y luego invierte tiempo en los cortos porque quiere hacerlo”. Ugly es un espectacular corto de animación que hemos visto este año, dirigido por Nikita Diakur. Le recuerdo que el año pasado él mismo estaba en la puerta del cine vendiendo uno de los cortos: precisamente el español Decorado. Y que era llamativo que tengan que venir de fuera a venderlo. Me explica que también tenía dinero francés, a través de Autor de Minuit, que distribuye Psiconautas en Francia, y que este año también estaba presente en Labo, entre otros, con otro corto español: Bendito Machine IV. De todas formas, confirma que es poco habitual porque nadie quiere comprar DVDs.

También hay problema con las premiers en festivales. Nos lo cuenta Iriarte. “Labo tiene tradición de traer todo el pack y creo que tiene sentido. Así entendemos cómo programan allí, qué líneas siguen y cuáles no. Algún año hemos tenido problemas con algún corto que en el festival de Las Palmas pedía premier nacional. Nosotros explicábamos que esto no es un festival, que es una muestra, que lleva muchos años y que lo interesante es que se vea todo. Y se ha ido entendiendo pero es verdad que este es un tema que en los festivales sale un montón. Pedir premier o no. ¿Tiene sentido que un festival en Las Palmas deje de pedir un corto porque se haya pasado en Donosti? Pues eso ya son decisiones de dirección, yo creo que lo interesante es que se pueda ver en los dos sitios. Es un tema que a veces sale, es muy raro que venga toda una sección”.

El público donostiarra

Para ser una oportunidad tan exclusiva, lo cierto es que la participación de público suele ser discreta. ¿Qué podemos hacer, desde Tabakalera y desde los medios para animar a que vengan? “Me lo pregunto todo el rato” responde Iriarte con cierta resignación, pero continúa. “Que llegue de la manera más clara posible que esto se está haciendo, aunque ya llevamos 11 años, dices: ¿qué más quieres que hagamos? Tiene su propio soporte especial”. Se refiere a que se hay un programa en papel específico para la semana más corta. “Podemos insistir en la comunicación de explicar que esta semana está dedicada al corto, si te interesa el cine, el corto, vas a encontrar un poco de todo, desde Kimuak que son de aquí hasta EIECINE que es una sección propia del festi, hasta Labo, si te interesa el cine y el cortometraje es un buen momento para tomarle el pulso”.

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“Yo pediría que haya un poco más de curiosidad por ver cosas que igual no conoces. Así como a veces puedes ir a un concierto aunque no lo hayas escuchado nunca, que te puedas venir a ver la sección Labo porque aunque sabes que unos te van a gustar menos y otros más pero que los que lo están programando llevan muchos años y te van a hacer una propuesta muy especial. Pero es un tema, esto me parece para tesis doctoral. Es verdad que la gente puede tener miedo “es que va a ser muy raro” pero te puedes encontrar un poco de todo. Te puedes encontrar más cerca o más lejos de algunos pero seguro que con alguno te sientes un poco cerca».

«Por ejemplo, en la sesión de ayer, Reruns, que te llama mogollón la atención y que es una experiencia que no la vas a ver en otro lado; o Black America Again, que entras por la música que es un lugar más conocido”. Reruns era otro corto de animación de Autor de Minuit, con unas imágenes subacuáticas muy llamativas, en tono de fantasía. Black America Again era un videoclip que surge del disco del mismo título del rapero Common y que se articulaba en torno a un barrio afroaméricano.

Pido curiosidad y no miedo a ver algo que no conoces. Es una sensación que yo tengo, que Donosti responde muy bien a los clásicos y a los títulos conocidos. Tú vuelves a poner Alien aquí hoy (se puso unos días antes) y es que vuelve la gente a verla. Perfecto, porque a mí también me gusta ver esas pelis. Pero, ¿ver las pelis que no conoces? Si tienes un poco de curiosidad está bien, también. A esta ciudad eso le cuesta más”. Aqui Duclocher apunta que ocurre en todos las ciudades a lo que Iriarte responde “bueno, sí, me imagino que en todas partes pasa lo mismo”.

Escuela de cine

Siguiendo con la cuestión de la reticencia del público, Duclocher nos explica que él allí está haciendo cursos en la Universidad de Cine con la intención de animar a los alumnos a abrirse a cosas nuevas. Estudian los trailers, en qué tipo de cine va a estar, etc. “Para salir de este sistema de costumbre -y yo el primero, voy a ver lo que me gusta”.

Iriarte cree que la nueva Escuela de Cine Elias Querejeta le puede ayudar a Labo. “Por lo menos vamos a sumar un grupo, no van a venir todos todo el rato, pero sí una parte. Labo para estudiantes de cine es un buen lugar. Si estás pensando en hacer cortos y no tienes dinero, te puede dar ideas. Yo ya no soy estudiante pero voy a Labo y me entran ganas de ponerme las pilas. Me gustaría que los alumnos lo vieran como un sitio en el que te mides. El sitio donde se miden los directores de cine es el pantalla. Para mí sería un notición que un corto de la escuela, por su calidad, estuviera en Labo. Porque ese es el ring. Podemos hablar aquí mucho pero los cineastas hacen pelis”.

Duclocher pide más tiempo para que lleguen películas de nuevos alumnos. Pone el ejemplo de uno de los cortos de este año, Ondes noires que está dirigido por Ismael Joffroy Chandoutis, alguien a quien han visto desde pequeño en la escuela y que veían que era bueno y ahora, diez años después está en Labo. Duclocher explica que la mitad de las películas de Labo de este año son de nuevos directores. «Cualquiera puede haber un corto hoy en día con las nuevas tecnologías«.

La Escuela de Cine, aún no abierta, se ha usado este año para una expo relacionada con Labo

La Escuela de Cine, aún no abierta, se ha usado este año para una expo realizada por estudiantes de allí, relacionada con los cortos Labo.