Hace unos días vi la última película de Ridley Scott, Todo el dinero del mundo, y sinceramente, no tengo ningún interés en hacer la crítica. No sé si mi compañero la hará. Quería comentaros, si acaso, que es bastante ridícula. El personaje de Mark Whalberg es una especie de supermacho que está haciendo flexiones cuando le llamas por teléfono y que acierta de un tiro a un plato sin necesidad de apuntar. El personaje de Christopher Plummer tiene la complejidad del tío Gilito. El francés Romain Duris interpreta una caricatura de italiano llamado Cinquanta que tiene momentos memorables. Todos los italianos comen espaguetis con tomate y la mitad de ellos son paparazzi. Aunque el colmo del despropósito llega al final con una persecución absurda a tres bandas que merecería la música de Benny Hill. Ridley Scott en sus horas más bajas.
Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que firmó dos obras maestras, y otro tiempo mucho más largo en el que, al menos, hacía películas dignas. En todo caso, no es la primera vez que nos hace pasar vergüenza, así que en vez de escribir sobre la película, voy a hacer un breve resumen de los 5 momentos más ridículos de su carrera. Algunos que recuerdo, otros los he conseguido olvidar. ¿Recordáis alguno más?
5 Tócame la flauta.
Los Alien de Scott nos han dado grandes momentos, y concretamente en Alien Covenant hay unos cuantos. Según avanza la peli se va volviendo más cómica. Algunas de las escenas más ridículas, por su pedantería absurda, nos la deja Michael Fassbender hablando con su versión 2.0. Hasta escena de beso tienen, para alegría de unos cuantos sueños húmedos. Aquí dejo otra escena en la que le explica a su “hermano” cómo tocar la flauta.
4 Mi mascota, el alien.
Mucho peor que Alien Covenant es la anterior entrega, Prometheus. Eso sí, menos pretenciosa. Podríamos elegir muchas escenas -o la película entera. Por ejemplo, la autocesárea. Pero he preferido quedarme con ese alien adorable -parece claramente una puta cobra- a la que nuestro ingenuo yprescindible personaje le hace cariñitos. Una ricura.
3 Cameron Díaz de Carglass
El consejero, como Alien Covenant, es de una insufrible pedantería pretenciosa y vacía que tira para atrás. La película en conjunto es ridícula, especialmente por las pintas que nos lleva Javier Bardem. Pero la escena más memorable es la de Cameron Díaz haciendo guarrerías con el parabrisas. Joseba de Carglass se puso palote.
2 Alien: Manos de Jazz
¿Creíais que no me iba a atrever a mancillar una de las dos intocables de Ridley? Pues sí amigos, el primer Alien, obra maestra, también da para ponerle alguna pega. Podríamos comentar la fabulosa estrategia de sus personajes de dividirse constantemente sin sentido para ir cayendo uno a uno, pero eso es demasiado obvio, además lo ha mejorado en posteriores entregas.
Vamos a un instante, corto pero intenso, en el que nuestro querido Alien aparece de repente a cámara y se ve claramente que es un tipo con un traje extendiendo las manos. Lo que se suele denominar “manos de jazz”. Atentos, ocurre fugazmente en el 1:22 de este vídeo. Os lo pongo unos segundos antes:
1 Nicolas Cage
Salí de Todo el dinero del mundo comentando que el personaje de Mark Whalberg era un error de casting: debía haber sido Nicolas Cage. Pues bien, en Los impostores, Ridley Scott no cometió ese error. Tenía un personaje con trastorno obsesivo compulsivo, en tono de comedia y tuvo bien claro quién le daría lo que necesitaba. Dentro Nico!