JD McPherson, el eterno R&R

Crónica del concierto de JD McPherson en Intxaurrondo (San Sebastián)

Está claro que las visitas anteriores de JD McPherson dejaron buen sabor de boca. Días antes del concierto ya estaba todo el aforo vendido para su concierto de San Sebastián y lo mismo ocurre con su concierto en Madrid. Estamos ante un artista en estado de gracia, con la personalidad y carisma necesarios para sobresalir en una escena que a veces confunde el homenaje con la copia, el revival con la repetición. JD McPherson toma la esencia del R&R primigenio y le da un barniz que lo convierte en algo plenamente nuevo y actual.

Jd McPherson @ Intxaurrondo 15 de marzo de 2018 05

Esta noche el buen R&R está aquí

El repertorio de la noche fue el esperado -apenas hay variaciones en los últimos conciertos que ha dado- y se nota que lo tienen muy bien trabajado, ojo, sin que eso les haya llevado a perder un ápice de frescura o credibilidad. Este en uno de esos conciertos en los que los cronistas tendemos a recurrir a expresiones como “máquina bien engrasada” o “la precisión de un reloj”. Lo cierto es que tras ver el concierto no parece justo hablar, sólo, de JD McPherson porque cada una de esas piezas de la máquina bien engrasada, cada uno de los engranajes que se encargan del preciso tic-tac del reloj, es realmente importante. Son una gran y poderosa banda, liderada por JD, si, pero una gran banda.

Como decía, no hubo sorpresas cuando abrieron el concierto con Bossy, de su segundo disco Let the good times roll. Una canción que resume la idea con la que abría esta crónica, una canción que suena a la vez añeja y actual. A partir de ahí prácticamente no hubo descanso. Incluso entre canción y canción, incluso cuando los músicos cambiaban de instrumento, el teclado y la batería musicaban la espera. Hubo momentos de rock clásico y y coreable como Let The Good Times Roll, baladas a lo Roy Orbison como Hunting for Sugar, pop Costelliano como On the lips, pop soleado y californiano como Under the Spell of City Lights o rock garajero como Lucky Penny. Un concierto variado en estilos y rico en matices con Jimmy Sutton alternando el bajo eléctrico con el contrabajo y Doug Corcoran cambiando en ocasiones la guitarra por el saxo. Destacar también el teclado de Raynier Jacob Jacildo generando una particular atmósfera y la contundencia y precisión de Jason Smay a la batería. Lo dicho, una banda sólida y contundente que deja espacio que brille JD, notable y efectivo a la voz y la guitarra.

Más allá de referencias musicales -que pueden ir desde Little Richard y Fats Domino a Link Wray, los Sonics y 13th Floor Elevators- JD McPherson y los suyos tienen ese intangible que distingue a los buenos músicos de los animales de escenario. La estética cuidada, el pulso del directo, la actitud en el escenario, la conexión con el público. En otras palabras, puro R&R.