Crónicas desde Cannes, por Carlos Elorza

Con la proyección de la coproducción hispano-francesa ‘Todos lo saben’ dirigida por el iraní, doble ganador del Oscar, Asghar Farhadi y protagonizada por Penélope Cruz, Javier Bardem y Ricardo Darín ha dado comienzo la edición número 71 del festival de cine más importante del mundo. A partir de ahora, las películas tomarán el protagonismo que les habían robado las polémicas varias que han rodeado al festival en las últimas semanas.

Las últimas semanas ha tocado hablar del affaire Netflix. Si en la edición del año pasado, la polémica se debió a la presencia de dos títulos de la plataforma, Okja de Bong Joon Ho y de The Meyerowitz Stories de Noah Baumbach, entre los aspirantes a la Palma de Oro; este año el origen de la misma ha estado en la imposición por parte del Festival del estreno en salas comerciales galas de las películas que compiten por el premio. Esta obligación choca de frente con la política comercial de Netflix y ante la alternativa de que sus películas (entre ellas Roma de Alfonso Cuarón o Norway de Paul Greengrass) tuvieran que estar en secciones fuera de concurso, Netflix decidió retirar todas sus películas del Festival, incluida  The Other Side of the Wind la película inacabada de Orson Welles, rescatada por Netflix y que se suponía que debería ser el plato fuerte de la sección Cannes Classics. De momento un caso claro en el que la cabezonería por parte de ambos lados les lleva a una situación perjudicial para ambos.

El impacto del VOD – Los Festivales: Àngel Sala y Josemi Beltrán

24/04/2018 - El Contraplano

Una de las discusiones habituales sobre el VOD es si las películas que van directamente a VOD pueden competir en premios y festivales (el famoso enfrentamiento Cannes vs. Netflix). Por eso hablamos directamente con Àngel Sala (director del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges) y con Josemi Beltrán (responsable de la unidad de cine de Donostia Kultura y de su Semana de Terror). Leer más

Por otro lado, el propio delegado general del Festival, Thierry Frémaux, en la rueda de prensa de presentación de las películas de esta edición del mes pasado anunció que éste sería un año de renovación. Alrededor de la mitad de los títulos que aspiran a la Palma de Oro son de directores que se estrenan o poco habituales de la alfombra roja de Cannes. Lo que no está muy claro es si algunos de estos nombres no nos van a acabar haciendo echar de menos a algunos de los sospechosos habituales del concurso de Cannes.

Sospechosos habituales que en algunos casos han osado dar calabazas al festival de cine más importante del mundo. Es el caso de Xavier Dolan o Jacques Audiard, ambos con películas con aspiraciones de Oscar, que han preferido presentar sus películas en alguno de los festivales de septiembre, en pleno arranque de la campaña de premios. Esta ausencia de títulos y estrellas de Hollywood ha provocado la queja de algunos de los medios menos cinéfilos, especialmente estadounidenses, necesitados de glamour y nombres conocidos.

Y si bien los datos objetivos confirman la renovación del Festival, lo que no cambia es la escasa presencia de películas aspirantes a la Palma de Oro dirigidas por mujeres. En esta 71ª edición, sólo 3 de 21: la italiana Alice Rohrwacher con Happy as Lazzaro, la francesa Eva Husson con Girls of the Sun y la libanesa Nadine Labaki con Capernaum.

Nadine Labaki, con Capernaum, será una de las pocas mujeres que opten a la Palma de Oro

Además, se ha confirmado la prohibición de hacerse fotos y selfies en la alfombra roja, bajo castigo de no permitir el acceso a la sala (tengo la sospecha de que en algunos casos preferirán hacerse la foto, antes que ver la película, pero todo se andará). Y lo que más va a afectar en el día a día de los periodistas acreditados y en la información que desde aquí se enviará, son los nuevos horarios de los pases de prensa: en el mejor de los casos coincidirán con el pase de gala de las películas y en otros, la prensa las verá un día más tarde, lo que dificulta la forma de planificar la cobertura en la mayoría de los medios y obligará a escribir crónicas y críticas de urgencia.

Y hasta esta misma tarde no se ha confirmado que finalmente habrá película de clausura: la postpuesta, anunciada y esperada El hombre que mató a Don Quijote de Terry Gilliam. La productora Alfama Films de Paulo Branco, primera impulsora de la película y que abandonó el proyecto durante su largo periodo de producción, había solicitado a la justicia francesa la prohibición de la exhibición de la película en el Festival y de su estreno en salas comerciales, ya que entendía que aún quedaban  algunos flecos pendientes de resolver. La justicia ha dado la razón al Festival de Cannes y el último día de esta edición podremos ver El hombre que mató a Don Quijote.

Leto, de Kirill Serebrennikov

Los que es seguro que no estarán en la Croisette son los directores de dos de las películas que competirán por la Palma de Oro: ni el ruso Kirill Serebrennikov, ni el iraní Jafar Panahi directores de Leto y 3 Faces respectivamente, ambos en arresto domiciliario, han recibido el permiso de las autoridades de sus países respectivos para venir a Cannes a presentar sus filmes. En el caso del director ruso, el mismo Vladimir Putin ha informado al Festival que es un tema de la justicia y que la justicia en Rusia es independiente, por lo que él no puede hacer nada. Cuando el delegado general del festival, Thierry Frémaux ha informado de este hecho a la sala Debussy llena (casi más de mil localidades), la risotada ha sido sonada.

Pero hablemos ya de películas que ya toca. O al menos, de las dos únicas aspirantes a a la Palma de Oro que hemos podido ver hasta ahora, gracias a los nuevos horarios de los pases de prensa mencionados.

Todos lo saben de Asghar Farhadi

 

‘Todos lo saben’: Lost in translation

10/05/2018 - Carlos Elorza

La película encargada de inaugurar el 71 Festival de Cannes ha sido Todos lo saben de Asghar Farhadi, con Penélope Cruz, Javier Bardem, Ricardo Darín y Bárbara Lennie. Leer más

Yomeddine (Judgement day) de A. B. Shawky

La segunda película presentada a concurso en esta edición del Festival es Yomeddine del egipcio A. B. Shawky, la única ópera prima que aspira a llevarse la Palma de Oro de esta edición.

De primeras toca ponerse en guardia. Una road-movie egipcia a bordo de un carro tirado por un burro y protagonizada por un leproso que se acaba de quedar viudo que decide emprender un viaje en busca de sus orígenes y al que acompaña un niño huérfano. La primera incógnita a despejar será si la peli va de miserabilismo manipulador o buen rollismo reparador. En esta ocasión, toca buen rollismo. Mejor. Apetece más.

En su recorrido, la pareja protagonista y el burro se irán encontrando con toda una galería de personajes que en algunos casos les intentarán ayudar y en otros aprovecharse de ellos. Como en tantas road movies. Porque el principal defecto de Yomeddine es su previsibilidad. No importa que sus dos actores no profesionales protagonistas doten a sus personajes del carisma necesario, no importa que entre ellos surja una química indudable, lo que pesa es que todo lo que vemos y veremos somos capaces de predecirlo sin hacer ningún esfuerzo. No hay hueco a la originalidad, ni a la sorpresa. Desde que asoma un personaje en pantalla, el espectador es capaz de adivinar si será un apoyo o un obstáculo. Y por mucho que A. B. Shawky decida cargar las tintas emocionales en su parte final, que en algunos momentos decida meter suavemente el dedo en la llaga y que el resultado final de Yomeddine sea mejor que lo que uno puede prever por su premisa argumental, se queda en una película tan disfrutable, como olvidable.