7.5

Reseña de Lazzaro Feliz

El cine italiano acostumbra a regalarnos una joya todos los años. Reapasemos el último lustro: Call me by you name de Luca Guadagnino, Felices sueños de Marco Bellocchio, La Gran Belleza de Paolo Sorrentino, Pasolini de Abel Ferrara, Cesar debe morir de los hermanos Taviani… Este año han tardado en llegar a nuestra cartelera, pero ahora mismo tenemos en cartelera Dogman de Matteo Garrone y Lazzaro feliz de Alice Rohrwacher. Dos películas radicalmente distintas pero, a la vez, con ciertos puntos de encuentro. Las dos películas tienen algo de neorrealismo italiano, están influidas por los referentes clásicos de la narrativa (fábulas para Garrone, referencias bíblicas para Rohrwacher), usan animales (perros y lobos) como parte de una metáfora, parten de sucesos reales y, sobre todo, giran en torno al abuso de unas personas sobre alguien más bondadoso y débil. Este último punto, el más social, es el que más me llama la atención. Supongo que las dos película son hijas de su tiempo, del momento que Italia (y al resto del mundo) le ha tocado vivir.

Dogman. Vivir enjaulado

19/11/2018 - Ricardo Fernández

'Dogman' de Matteo Garrone ganó un merecidísimoo premio a mejor actor en el Festival de Cannes. Es también el regreso del mejor Matteo Garrone en la dirección. Leer más

Sin embargo Dogman y Lazzaro feliz son dos películas que nada tienen que ver en su desarrollo. Si la de Garrone tiene una trama y un desarrollo convencional, directo, pegado a la realidad, la de Rohrwacher diluye la trama para deambular por el simbolismo y la evocación hasta caer por momentos en un neorrealismo mágico que permite a la historia saltarse las reglas de la lógica, el espacio y el tiempo. Una es crónica negra, la otra poesía.

Lazzaro feliz, una película costumbrista…

Lazzaro feliz comienza contando la historia de una comunidad de campesinos que viven, en una época indefinida, en un lugar llamado Inviolata. Trabajan como aparceros en unas plantaciones de tabaco para la Marquesa Alfonsina Di Luna que pasa allí los veranos junto a su hijo y un pequeño séquito. Los campesinos visten, viven y comen como si estuvieran a principios del S.XX, pero tienen electricidad (gestionada por la Marquesa). Además, en el entorno de la marquesa, las ropas, los vehículos, un walkman y los móviles (sin cobertura) parecen más bien de los años 90. Las conversaciones entre la marquesa y su hijo nos dejan claro que los campesinos son víctimas de un gran engaño (y esa es la parte real de la historia) que más adelante descubriremos.

Esta primera parte de la película, más costumbrista y humanista que la segunda, más llena de color y luz también, presenta a un grupo de personas atrapadas en un destino que no eligieron tal vez porque no conocían que existía otra posibilidad. En Inviolata, ajenos a la vida de la ciudad, los campesinos conviven con sus propias reglas. A pesar de las miserias hay bromas, alegría y trabajo en equipo. También hay cierta malicia y cierto abuso con Lazzaro, un extraño joven siempre dispuesto, amable, servicial y sonriente.La viva encarnación de la expresión “es tan bueno que es tonto”. Todo el mundo recurre a él cuando necesitan algo, y él siempre acude con una sonrisa.

…y mágica

La segunda mitad de la película llega de una manera sorprendente, totalmente inesperada, absolutamente genial. Y mágica. Sin abandonar el tratamiento visual realista, Rohrwacher introduce la fantasía y los ecos clásicos con la misma naturalidad que la que lo hacía Italo Calvino en sus textos. También es imposible no pensar en Pasolini e incluso en los hermanos Taviani, expertos también en combinar referentes clásicos, modernidad, lirismo y crónica social. Pero aunque pensemos en estos y otros referentes, Lazzaro feliz se siente como algo nuevo y refrescante.

De repente, la acción transcurre un par de décadas después. El campo ha dejado paso a la gran ciudad, los colores se han vuelto grises y la inocencia ha sido sustituida por la picaresca y la mentira, los que antes eran engañados ahora son estafadores… fueron rescatados y sacados de su engaño, pero las cosas no van mejor. Siguen en la parte baja de la cadena alimentaria y, además, son incapaces de escapar de las sumisiones adquiridas. En ese mundo nuevo sólo Lazzaro permanece feliz, optimista y fiel a sus principios. Inmune al paso del tiempo. Un verso suelto que no encaja en el mundo y Adriano Tardiolo lo interpreta a la perfección, dotando al asombro y docilidad de su personaje de pequeños pero fundamentales matices. En esta segunda parte queda claro que a pesar de todas las referencias clásicas, de tratar temas tan atemporales como el abuso del poderoso sobre el débil o de la vuelta a la naturaleza, es una película muy actual, muy pegada a su tiempo. No parece casual que una de las escenas clave transcurra en un banco.

Entre los referentes clásicos que maneja la película no podemos dejar pasar las referencias religiosas. Desde el nombre del protagonista -que bien puede hacer referencia al Lázaro resucitado o la parábola del hombre rico y el pobre Lázaro- a una maravillosa escena con unas monjas y un órgano, pasando por varias estampillas e iconografías o el cura amigo y colaborador de la Marquesa. La iglesia, como organización, no sale muy bien parada en esta película. Igual que la sociedad ha olvidado sus orígenes y sus valores, la Iglesia se ha olvidado de su propia espiritualidad y mensaje. Lazzaro, en cambio, representa todo eso que se ha olvidado, todo eso que se ha manipulado y explotado para el beneficio egoista. Por eso, porque recuerda nuestros pecados, se convierte en un personaje incómodo y molesto para el resto de gente con la que se encuentra.

Quizá en la segunda parte de la película haya momentos en que esta se difumina en exceso, tornándose demasiado episódica y algo deslabazada; pero si te dejas atrapar por las sugerentes imágenes filmadas en 16mm con sus esquinas redondeadas, sus bordes imperfectos y su textura granulada, Lazzaro feliz, tan abstracta y tan simbólica, propone una serie de ideas y de conceptos para que cada espectador haga crecer la película a su manera. Una película abierta a mil interpretaciones.

Lazzaro Feliz

Media Flipesci:
7.3
Título original:
Lazzaro felice
Director:
Alice Rohrwacher
Actores:
Nicoletta Braschi, Sergi López, Alba Rohrwacher, Natalino Balasso, Tommaso Ragno, Adriano Tardiolo, Luca Chikovani, Leonardo Nigro
Fecha de estreno:
09/11/2018