6.5

No hay mejor momento para ver esta película que en los días previos a las elecciones europeas. Como su propio título en España indica, este documental trata sobre la figura de Steve Bannon (lo de «el gran manipulador» es una licencia de la traducción). Bannon, como seguramente ya sabréis fue el consejero de Donald Trump y se encargó de la campaña que le llevó a la Casa Blanca. Nada menos, pero sí algo más. Ahora se dedica potenciar una especie de movimiento internacional de nacionalismos de ultraderecha. Asesorando a Salvini, Le Pen, Orbán… incluso nuestro odiado Santiago Abascal. Además de aspirar a construir una red mundial de ultraderecha, Bannon busca aumentar la cantidad de eurodiputados euroescépticos. La idea es que si gana la ultraderecha, Europa se debilita y eso es bueno para EEUU. Por eso, gran parte del documental se enfoca precisamente en la preparación de las elecciones europeas de este domingo. Como digo, buen momento para verlo.

Dirige Alison Klayman, quien ya se atrevió con otro personaje de relevancia política como es Ai Weiwei, el artista y activista chino, en su exitoso documental Ai Weiwei: Never Sorry. El formato es sencillo: Klayman sigue a Bannon a todas partes, en lo que parecen ser las 24h del día. Salvo en algún momento en el que Bannon -o más bien alguno de sus interlocutores- pide intimidad. Sorprende hasta dónde puede llegar a grabar, como por otra parte, suele sorprender siempre en este tipo de formatos, como Política, manual de instrucciones (la película de Aranoa siguiendo el día a día de Podemos). Siempre queda la duda de hasta dónde llega la naturalidad y el desnudo del personaje.

Hay, por ejemplo, una escena en la que Bannon se abre de manera algo íntima -con cierto aspecto de haberse pasado con el whisky- y da a entender indirectamente pero de forma bastante clara que su fuerte es la manipulación y que utiliza ciertas corrientes emocionales simplemente para conseguir sus objetivos. Una especie de desliz de ego, como cuando Jack Nicholson se enorgullece de haber ordenado el código rojo en Algunos hombres buenos. Está claro que de ego anda sobrado y que está deseando que el documental le presente como un manipulador propagandístico porque, al fin y al cabo, y más allá del placer personal de mostrar su talento maquiavélico, es lo que vende. Me queda una cierta sensación de que se está promocionando. Está claro que su figura es relevante pero creo que hace ver, a la cámara, que es más importante de lo que es. Que tiene más influencia de la que realmente tiene en las elecciones europeas y, en concreto, en los candidatos ultras. Creo que aplica para sí mismo las ideas que transmite: hay que conseguir que hablen de uno, que le den importancia, incluso si es para hablar mal. Y por eso, todo lo que podría ser un logro del documental (descubrir su lado oscuro, su aspecto más manipulador, su propaganda engañosa) puede ser en parte un exhibicionismo calculado de Bannon. Creo que él estará contento con la imagen que da de él el documental.

Sea como fuere, tiene un valor altísimo como testimonio de lo que está ocurriendo en las trastiendas de la ultraderecha, uno de los movimientos que más está cambiando nuestro panorama político -junto con el resurgimiento de la izquierda. Vemos sus actuaciones en mítines -porque eso son, actuaciones. Le vemos desatar las emociones de los suyos -de odio pero también de ilusión- como un gurú de una gran secta. De hecho, recuerda bastante en forma y algo en estética al Philip Seymour Hoffman de The Master. Con la misma retórica simpática aderezada de chistes amables. Utiliza un humor más políticamente incorrecto cuando está entre sus convencidos y se adapta a un humor universal y eficaz cuando juega en terreno ajeno. No disimula sus tesis (nacionalismo económico conservador, viene a decir) aunque sí regula su racismo y machismo según conviene. Sabe que puede llegar a convencer a una minoría de gente de izquierdas a través del enemigo común de la globalización.

Es tan simpático y miente de una manera tan honesta -si es tal cosa es posible- que puede llegar a seducir, en sus charlas y también en el propio documental. Como personaje es una maravilla. Como persona real puede ser uno de los mayores responsables del auge de la ultraderecha y de todos los males que eso conlleva.

Steve Bannon, el gran manipulador

Media Flipesci:
6.5
Título original:
The Brink
Director:
Alison Klayman
Actores:
Stephen K. Bannon, Louis Aliot, Sean Bannon, Patrick Caddell, Steve Cortes, Sharice Davids, Yasmine Dehaene-Modrikamen