La última película de Alice Winocour trata sobre una mujer astronauta que tiene una hija y se dispone a realizar una importante misión espacial. Obviamente, de lo que trata, de forma genérica, es de la conciliación familiar. Cualquier mujer que sea madre y trabaje se puede identificar con la protagonista, especialmente si tiene un trabajo exigente y que está habitualmente reservado casi por completo a los hombres.
La película es muy cotidiana y eso hace que funcione como identificación más allá de la glamourosa premisa. Se centra en los pequeños detalles familiares, en su relación con su hija o en su relación con su exmarido. Por esta razón, las sofisticadas pruebas de esfuerzo para la misión aunque hacen que la película sea más atractiva, no ocultan en absoluto una realidad mucho más cercana. Eva Green, en el papel protagonista, está estupenda y nos transmite sus frustraciones, su estrés, su dolor, de una manera convincente y conmovedora.
Uno de los aciertos de la película es que no es exagerada en ningún aspecto. La relación con su ex no necesita ser tormentosa, ni ser él un desalmado; simplemente nos lo muestran como un padre no demasiado eficaz. El personaje de Matt Dillon, que ofrece un prejuicio machista en un mundo habitualmente de hombres, tampoco es un mal tipo ni es exageradamente machista, tan solo responde a una actitud involuntaria que desgraciadamente, es el día a día para muchas mujeres en ciertos puestos de trabajo. Tampoco es exagerado todo lo que tiene que ver con la misión espacial. Las pruebas habituales en Star City. Bajo el agua o en la centrifugadora. Quizá desmerece un poco cierta licencia que se toma la película hacia el final, poco creíble y que estropea un poco el tono que hasta entonces había sido un buen compromiso entre lo real y lo interesante.
El guión es de la propia Winocour y supongo que tendrá mucho de su propia experiencia como directora ya de cierto éxito en un mundo que, aunque está cambiando mucho en los últimos años, aún está muy lejos de la paridad. La dirección no es nada especialmente destacable, pero funciona suficientemente en lo estético y saca todo lo que puede de sus intérpretes, incluida esa niña. Por cierto, nada casual que sea una niña, pues hay un elemento importante de admiración y de modelo femenino para esa niña que, con suerte, cuando sea mayor podrá ser lo que quiera ser.