Vuelven los cines. Hablamos con Iñaki Elorza de SADE

Charlamos con Iñaki Elorza, responsable de la unidad de cine de SADE

«En el País Vasco estamos en la parte más baja de todo el estado en cuanto a aforo máximo permitido».
Mascarilla obligatoria solo si no se cumple la distancia de seguridad, ademas «se desinectará la sala después de cada sesión».«
Mucha incertidumbre con qué películas se estrenarán en verano.
«Tenemos la percepción de que la gente tiene ganas de ir al cine, pero hasta que abramos el viernes no lo sabremos.»
«Poder recuperar pelis como Gremlins, ET o Regreso al futuro e ir a verlas al cine con tu hijo o hija de ocho o nueve años, me parece que es un planazo».
«Mientras se respete el tema de las ventanas, las plataformas y la exhibición son algo totalmente complementario».

Ya vuelven los cines, poco a poco y con cautelas. El día 26 de junio en San Sebastián los icónicos Cines Príncipe volverán a abrir sus puertas con una selección de lo que han llamado Joyas del Cine (y es que lo son). Aprovechando la ocasión hablamos con Iñaki Elorza, responsable de la unidad de cine de SADE, propietaria de dichos cines.

Lo primero, ¿cómo han sido estos meses de parón?

Este parón ha tenido muy distintas fases. Un tema era todo lo correspondiente a lo económico: los ERTE, renegociar los contratos de mantenimiento y ese tipo de cosas. Eso fue una primera fase. A partir de ahí todo ha sido ya con vistas a la reapertura y con muchos cambio en este impasse de meses. En un principio todos éramos súper pesimistas porque se suponía que la apertura del sector de la exhibición se iba a ir a la fase 4 e incluso se estaba hablando de septiembre u octubre. La sorpresa fue que incluyeron a los cines en la Fase 2, es decir, que a partir del 25 o 26 de mayo ya se podían abrir los cines. Eso fue para todos una sorpresa positiva, porque además ya se empezaban a posicionar algunos estrenos. A partír de ahí todos los cines empezamos a hablar más de protocolos sanitarios que de otras cosas.

Tuvimos muchas reuniones con la Federación de Cines, con exhibidores y con instituciones sanitarias para diseñar los protocolos sanitarios. Y luego para ir colocando estrenos a partir del 26 de julio que fue la fecha en la que se empezó a considerar el sector abierto. Desde finales de abril hasta ahora, hemos idos avanzando así, cumpliendo los protocolos y colocando estrenos, cada uno dependiendo de la situación en su ciudad. Hemos establecido un calendario de aperturas en el que, más o menos, todos nos movemos entre el 12 y el 26 de junio.

Y mientras los cines han estado cerrados, ¿han necesitado mantenimiento?

Hay dos temas que son súper delicados. Uno es el tema de los proyectores que hay que arrancarlos casi todos los días, sobre todo en nuestro caso los del Príncipe, por el tema de la humedad y el salitre. El otro tema es el del aire acondicionado. Tenemos un sistema que de por sí que es el mejor para esta situación y, además, se han revisado los filtros y se han cambiado dos bombas combinadas del Príncipe que tenían muchos años y convenía cambiarlas, así que hemos aprovechado estos meses. A nivel de mantenimiento, la verdad que ha sido casi más estresante que a cualquier otro nivel.

¿A la hora de diseñar los protocolos y decidir fechas, los cines habéis trabajado conjuntamente?

Se ha hecho, sí. Se contrató a nivel nacional a una empresa con la que se hicieron una serie de protocolos y se creó una comisión tanto a nivel higiénico-sanitario como a nivel operativo. Eso a nivel nacional, luego a nivel autonómico hemos presentado un protocolo similar a la Consejería de Sanidad y Cultura del Gobierno Vasco.

A partir de un punto, cuando el Gobierno Vasco empezó a definir sus competencias, ya fueron ellos quienes establecieron sus porcentajes de aforo, todo el tema de ir con la mascarilla o sin la mascarilla, definir si la distancia era un metro y medio dos metros… pero básicamente el protocolo es muy similar. Lo que más se diferencia es el porcentaje de aforo dentro de las salas. En el País Vasco estamos en la parte más baja de todo el estado. Me han pasado esta mañana el porcentaje según comunidades autónomas y en el País Vasco estamos en un 60% y en el resto están en un 70 o 75%.

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¿Cómo ha quedado al final la distancia de seguridad?

Nosotros vamos a permitir que los convivientes o aquellos que tengan una relación cercana puedan sentarse juntos. Luego estableceremos dos butacas de separación lateral entre unos grupos y otros.

¿Y la mascarilla va a ser obligatoria?

En principio hay que usar la mascarilla siempre que no se pueda respetar el tema de la distancia de un metro y medio. Hay una cosa que puede generar cierta incomprensión, y yo lo entiendo, y es que la gente puede no usar la mascarilla cuando esté comiendo o bebiendo. Lo mismo que pasa en los bares. Tú puedes estar con una persona relativamente cerca y sin mascarilla porque está comiendo palomitas. Eso dependiendo de la sensibilidad de las personas puede generar ciertas tensiones. Es un tema que nos preocupa.

Lo más fácil sería prohibir todo el consumo, pero al final los cines viven con un porcentaje altísimo de los ingresos gracias al tema de las palomitas y las bebidas. En este momento no podemos renunciar a eso.

En cualquier caso, si no tienes gente cerca no tienes que llevar la mascarilla toda la película.

No. Si estás solo en la sala te puedes quitar la mascarilla. Porque además después de cada sesión se desinfecta la sala. Es uno de los protocolos. No es que se desinfecte la sala a una hora, pasen tres sesiones y ya está, no. Al acabar la sesión se desinfecta la zona donde ha estado sentada la gente y los siguientes que entren lo van a hacer con la sala desinfectada.

Cada vez que acabe una sesión se sacará un plano de la sala, porque no parece probable que una sala de doscientas sesenta butacas como las salas grandes del Príncipe, tengamos una ocupación de ciento treinta, para desinfectar las veinte o treinta butacas que se hayan usado. Hemos dado espacio entre sesiones para que en ese rango o ese escenario de espectadores nos de tiempo a desinfectar.

¿Qué más medidas habéis tomado?

Las medidas a nivel higiénico son la mascarilla, la distancia y los geles hidroalcohólicos que vamos a poner en los puntos de mayor contacto.

A nivel más operativo, uno de los objetivos es potenciar todo el tema de la venta online. Vamos a ponerlo un euro más barato para promoverlo. También vamos a potenciar lo que concierte al tema del pago con contactless para evitar el contacto entre trabajadores y espectadores. Va a desaparecer el corte físico de la entrada y se hará a través de una pistola que leerá el código de barras que tendrán todas las entradas. Incluso si por lo que sea no funciona el lector, el ICAA nos autoriza a que el control de la entrada sea visual. No hay que cortar la entrada ni quedarnos con un cacho de la entrada, ni nada parecido.

¿Este trabajo de implementar los códigos de barras se quedará ya para siempre?

Pues eso esperamos. En un par de reuniones que hemos tenido con el ICAA es una de las quejas del sector. A estas alturas tener que guardar el papelito pequeño de la entrada durante un mes por si hubiera un inspector y tuviera que contabilizar físicamente el número de entradas más luego las que sea han vendido informáticamente por otro lado, es como de otra época. Es por eso que nunca lo hemos tenido, porque era absurdo tener que leer con una pistola y a la vez cortar, pero yo creo que esto ya va a ser el definitivo para que todas las validaciones de entradas sean digitales.

¿Cómo vais a organizar las colas?

Estamos muy empeñados en la venta online. Con las colas, como sabéis hasta el cierre la taquilla de los Cines Príncipe se cerraba tres días a la semana y todo el mundo tenía que comprar sus entradas en el bar. Ahora, por un sentido de responsabilidad, vamos a abrir la taquilla para la gente que sólo quiere comprar la entrada y no quiere comprar nada en el bar. Vamos a habilitar una entrada solamente para los que vengan con entradas online y van a entrar sin tener contacto con nadie más.

Queremos evitar precisamente que alguien que tenga ciertas dudas de ir al cine o no, esté obligado a ir al bar a comprar y en la serpiente de catenarias se encuentre, por ejemplo, con dos cuadrillas de chavales que le incomodan. Entonces vamos a intentar separar los dos tipos de público, de forma de que la gente tenga esa percepción de seguridad y de que no estamos arriesgando su integridad. Entonces en ese sentido la idea es abrir las taquillas para evitar esas situaciones incómodas.

También habréis tenido que pensar bien los horarios.

Hemos hecho dos cosas. En los horarios no coinciden más de una sala a la misma hora. Y también el tema de la separación entre las sesiones, porque antes una película de 100 minutos le dábamos cuatro pases 16:30, 18:30, 20:30 y 22:30. Ahora tenemos que darle, en vez de esos 10 o 15 minutos que usábamos para que la gente saliera, limpiar y volviera entra el público, ahora solamente en la limpieza hemos estimado que necesitábamos unos 30 minutos. Es por eso que en un principio vamos a empezar solamente con dos sesiones, una que será más o menos de cinco a seis y cuarto, y la otra serán ocho a nueve cuarto. Porque sin una separación entre sesiones serían a las diez y media once, que tampoco tiene mucho sentido

Antes has comentado que el sistema que tiene el Príncipe de aire acondicionado es el mejor para estas situaciones, ¿a qué te referías?

Básicamente hay dos sistemas: Uno en el que esiempre es el mismo aire el que se mueve y se limpia, eso hace que las bombas funcionen con un esfuerzo mucho menor y la durabilidad del sistema sea mucho mayor; el otro sistema, que es el que tenemos nosotros, es en el que la impulsión del aire es se hace desde el aire que se extrae desde fuera. Aunque se rompan más los equipos, a nivel de cambio de aire en la sala es mucho más recomendable.

Echamos de menos ver llenas esas butacas

¿Os sentís apoyados por las instituciones?

Pues a nivel económico sí que ha habido una serie de ayudas que vienen de Europa en función de número de salas. Unas ayudas de 8.000 euros para los cines que tienen una sala, y de hasta 32.000 euros para los multicines que tengan más de ocho salas. Entonces, en principio, considerarnos que todas las inversiones que estamos haciendo a nivel de protocolos y de empresas que nos asesoran, se nos van a financiar, por lo menos en una gran parte.

Luego a través de EZAE, la asociación del País Vasco, había un dinero que teníamos destinado para Pasajeros al cine, la iniciativa ayuda al cine vasco, para una serie de películas que iban a salir en marzo y que al final no salieron. Así que ahora ese dinero se va a utilizar para favorecer la compra por internet. Ese euro de ahorro que mencionábamos antes nos lo financia el Gobierno Vasco a través de EZAE. Cualquier ayuda es positiva.

Tenemos noticias de Europa, parece que van a haber más ayudas a través de Europa Cinemas y eso, pero bueno, todavía está sin concretar. Parece que va a haber cinco millones de euros para repartir entre el circuito de Europa Cinemas, pero no sabemos cómo, ni que criterios se van a usar. De momento no sabemos nada.

Está claro que los cines estáis haciendo un esfuerzo muy grande para volver. ¿Os están apoyando las distribuidoras? Ellas son la otra parte que también tiene que hacer un gran esfuerzo.

Algunas sí y otras no. Hay majors como Warner, que sí que apostaron desde el principio por la apertura con pelis como Pinocho o Tenet. Entre las medianas alguna como A Contracorriente también ha apostado muy fuerte por la apertura. Luego ha habido otras muchas que no. Que se han ido ya para otoño o para 2021.

Tenet, de Christopher Nolan, la peli más esperada del verano-

Lo que pasa es que al final Warner es una major que depende de las indicaciones americanas y han cambiado la fecha de Tenet del 17 al 31 de julio, colocando en esa posición a Scooby Doo y un montaje especial de Origen de Nolan; Pinocho que iba el día 3 lo han pasado el 28 de agosto… con lo que se está descabalgando un poco el esquema que teníamos todos los exhibidores. Sabíamos que íbamos a pasar una o dos semanas de peaje, de rodaje de los protocolos, para que la gente viera que es un sitio seguro y esas cosas. Pero la peli del 3, Pinocho ya ha desaparecido, la peli del 17, Tenet, que era una de las más fuertes del verano, la han cambiado por Scooby Doo; con Mulan tenemos muchas dudas porque al final depende de China y de los tres grandes núcleos americanos que son Nueva York, Los Angeles y San Francisco. San Francisco ya ha dicho que hasta octubre no habrá cines. Entonces estamos todo el día con la mosca de que cualquier día van a decir que Los Angeles y Nueva York tampoco abren, con lo que sospechamos que Mulan también se puede caer y nos quedaríamos con un mes de julio prácticamente vacío a nivel comercial. Quedaría la de Superagente Makey con un nivel, digamos, más conocido. Poco más.

Si que hay distribuidoras pequeñas que se están intentando colocar ahí, pero es muy difícil que los cines sobrevivamos sólo con películas, como solemos decir en el sector, que no tienen caras y ojos, que tienes que buscarlas porque en una cartelera sus títulos no llaman la atención porque no tienen promoción o porque son películas muy pequeñas que el gran público no conoce. El jueves hay asamblea de la FECE y trataremos de presionar a las distribuidoras para que adelanten sobre todo algún estreno español que está previsto para octubre o noviembre para así salvar el hueco de estas pelis de estudio que están cayendo.

Lo de retrasar a octubre tampoco parece tanto cambio. Ya estamos en la nueva normalidad y no parece que las condiciones vayan a cambiar mucho para entonces.

Es un tema de no querer ser los primeros, de no querer estar en primera línea. Que los cines ya lleven rodados dos meses o tres y que si alguien se ha pegado la hostia se la haya pegado en julio y agosto. ·En octubre ayuda el tema del tiempo, que limita el ocio más que en verano, y la gente casi se ve en la obligación de ir al cine. En verano, al final es una época en la que el ocio se diversifica mucho, y si la gente tiene sospechas de que se puede contagiar o que no le interese, directamente va a optar por otra cosa.

¿Y vosotros percibís que la gente tiene miedo o tiene más ganas de ir al cine?

Es verdad que los que estamos en el sector vivimos en una burbuja. La verdad es que nos da la sensación de que hay muchas ganas de ir al cine. La gente nos manda mensajes en redes, llamadas por teléfono de “¿cuándo abrís?, qué ganas tenemos”. Así que sí que tenemos esa percepción; pero también es verdad que, como te digo, algunas veces vivimos una burbuja que nos hace ver algo aunque la realidad no sea esa. Entonces, hasta que no abramos el viernes con la programación especial que hemos preparado para la semana que viene, no sabremos. Hemos tenido montones de llamadas de felicitaciones, de “joe, qué buena idea”, pero también estamos un poco escarmentados de muchas veces que mirando las redes sociales parece que una película va a ser la bomba y luego resulta que las cifras son las que son. Entonces vamos a esperar un poco, a ver si de verdad la gente tiene ganas de volver al cine. Estaría encantado de llamaros el viernes a la noche y deciros “qué guay,” hemos metido el doble de lo que pensamos”, pero no lo sabemos.

La programación es muy especial. Una mezcla de clásicos y de estilos muy variada. ¿Cómo la habéis afrontado?

Queríamos hacer dos perfiles de público. Una más familiar para el que teníamos claro que queríamos películas de los 80 y 90, para gente que ya tiene entre los 40 y los 50. Un público al que estas películas le marcaron y probablemente ya las haya visto con sus hijos en la tele, pero no en el cine. Poder recuperar pelis como Gremlins, ET o Regreso al futuro e ir a verla al cine con tu hijo o hija de ocho o nueve años, me parece que es un planazo.

Eso irá en primeras sesiones. Para las segundas sesiones hemos recuperado algunas de las películas que ya funcionaron muy bien en Los Clásicos del Príncipe y otras como La Reina de África que es una copia remasterizada en la que A Contracorriente ha invertido mucho, o El Golpe que es una película que teníamos muchas ganas de proyectar y que por una u otra razón no habíamos podido encajar todavía. La Naranja Mecánica y 2001 que son películas muy icónicas de una época y que creíamos que tendrían que tener sitio esta semana.

Hay otras películas que pensamos y no pudimos. Nos hubiera encantado Indiana Jones, pero ha sido imposible porque las distribuidoras no nos han autorizado. Sólo había un Blu-Ray y no podíamos proyectar un Blu-Ray. También Forrest Gump pero solo estaba en VO y pensamos que tenía que ir en las dos versiones. Como había otras opciones para elegir pues la descartamos.

¿Os habéis planteado usar clásicos para llenar los huecos de las películas que se han ido cayendo de los estrenos?

Es probable que si vemos que de verdad funciona, o que algún título se ha quedado corto de sesiones, siga otra semana más. Luego, a partir del 3 de julio llega Apocalipsis Now y a partir del día 10 Dersu Uzala, así que va a ver pequeñas piezas que nos van a recordar a los clásicos. Yo confío en que alguna de esas pelis, tanto de las familiares como las más de cinéfilos pueda continuar la siguiente semana. Pero nuestra vocación es, a partir del día 3 de julio, empezar con estrenos. Tendremos que hacer una selección de estrenos probablemente más comercial de los que nos gustaría frente a pelis más pequeñas o más difíciles. Ahora mismo lo que nos interesa cubrir la cuenta de resultados de la mejor manera posible.

¿Será Leo Harlem el salvador de los cines?

Por otro lado el público cinéfilo es el público más fiel y el que más ganas va a tener de ir al cine.

Sí, lo que pasa que al final dices ¿cuántos son ese público cinñefilo? Por ejemplo, la que te comentaba antes, la de Superagente Makey, la de Leo Harlem, pues probablemente en otras circunstancias no le daríamos tanto bombo como ahora; pero sabemos que van a hacer una campaña muy fuerte en televisión, que la gente está con ganas de ver películas comerciales, distendidas y probablemente esa película vaya muchísima más gente que una película como las islandesas que se estrenan el 26 o alguna otra película que tiene su nicho de cinéfilos. Al final, como solemos decir nosotros, necesitamos esas pelis grandes para poder estrenar las pequeñas. De eso nos damos cuenta de muchas veces en el Trueba. Son solo dos salas y como apuestes por una película muy, vamos a decir, de cinéfilos y pinches, ya no levantas la semana. Entonces necesitas otra película más comercial para compensar lo que puedes sospechar que igual no funciona. Luego muchas veces te llevas sorpresas, que en este mundillo crees que entiendes algo y de repente te llevas sorpresas espectaculares; pero sí que es verdad que intentamos hacer un poco de equilibrio entre las apuestas seguras y las de riesgo mayor.

El 26 abren los Cines Príncipe, ¿el resto de salas?

El principio tenemos previsto durante dos semanas solo el Principe con seis salas y dos sesiones. Luego, en función de cómo vaya abriremos ya todas las del Príncipe con tres sesiones.

El Trueba y el Antiguo Berri está previsto abrirlos el 10 de julio, pero bueno, dependerá también un poco de los estrenos que haya para Trueba. En principio puede haber un calendario bastante majo con Dersu Uzala, Under The Skin y First Love, hay que ver el resto de semanas para ver si se puede aguantar una cartelera interesante. Ahora mismo nuestro propósito es el 26 de junio el Príncipe y el 10 de julio el resto de cines.

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Hemos hablado varias veces, nos han preguntado varias veces por todo el tema de los flujos de gente, de la señalética, sobre cómo lo vamos a hacer. Justo esta mañana he estado hablando con Rebordinos por un tema de porcentaje de aforos, porque parece bastante probable que hasta que salga la vacuna, en esta nueva normalidad, en el País Vasco nos quedemos al 60% de aforo, lo cual para ellos y para nosotros es un handicap muy grande. En una reunión anterior desde el Gobierno vasco se nos había dicho que era probable que, incluso para el verano, estuviéramos en una ocupación del 100%. Ha sido una contradicción, hace un mes estamos hablando de que podríamos llegar a septiembre al cien por cien y ahora resulta que estamos diciendo que vamos a estar al 60 por ciento hasta no se sabe cuándo. Entonces uno no sabe exactamente cómo quedarán, supongo que dependerá de la evolución, de lo que hagan otros, pero en el momento actual, el País Vasco es la comunidad autónoma que tiene permitido un porcentaje de ocupación más bajo.

Ahora mismo no me preocupa, porque ahora no vamos a llegar al 60 por ciento; pero si todo va como esperamos, pues el día que estrenen Mulan y Tenet, el miércoles día del espectador, o el típico fin de semana de verano que sale malo y la gente va al cine, esos días es cuando de verdad necesitamos ese aforo del 80 o del 100%.

Para compensar el aforo reducido, ¿habéis pensado en proyectar la misma película en más salas?

Sí, sí. Eso es lo que haremos. Esta mañana también hablaba con una distribuidora pequeña que quería estrenar su película el mismo día que Mulan. Ya le he dicho que es la peor fecha que puede poner. Porque si tenemos el aforo reducido lo que vamos a hacer es a las cinco de la tarde, si es la hora buena, ponerla en las dos salas más grandes porque así entre las dos hacemos una. Olvídate de encontrar sitio para tu película porque todos vamos a jugar igual. Y para las tres o cuatro pelis potentes que tenemos en todo el verano, vamos a ir todos a saco, no podemos hacer otra cosa.

Durante el confinamiento ha aumentado muchísimo el consumo de las plataformas digitales. ¿Eso os puede perjudicar o por otro lado el confinamiento ha hecho que nos demos cuenta de lo que nos gusta socializar?

Yo creo que para el que le guste el cine se retroalimentan una cosa y la otra. En principio yo creo que no debería perjudicar. Mientras se respete el tema de las ventanas, las plataformas y la exhibición son algo totalmente complementario. Sí que creo la legislación con las ventanas tiene que cambiar a nivel del tiempo que necesita cada una de las películas. No tiene nada que ver El Rey León con una película bielorrusa que se estrena con 4 copias en España y a la segunda semana ya no queda ninguna. Yo creo que lo mismo que las distribuidoras tienen sus categorías -A, B, C o D- en función de la recaudación que esperan hacer, en las ventanas tendría que haber algo parecido. Esta categoría cuatro semanas, esta tres, dos y uno. El sistema actual es algo que no tiene ningún sentido.

Pero en este momento en el sector se está más por el respeto de las ventanas que por casos como la de Baztan o Bob Esponja que van directamente a plataformas.