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En este texto se cuentan algunos detalles de la trama.

No trates de entenderlo, siéntelo. No lo digo yo. No lo dice Nolan. Se lo dice uno de los personajes de la película al Protagonista. Esa mayúscula no es una errata, luego volveré sobre ello. Pero sí, en realidad sí que lo dice Nolan. Es un mensaje, al principio de la película, claramente dirigido al espectador. Después de la eterna acusación de que explica demasiado sus películas, ha probado otra cosa: llegar al público general incluso aunque no lo entienda todo a la primera. Como en ese momento de Austin Powers en el que el jefe explica a un confundido Austin las implicaciones de las paradojas temporales asociadas a su aventura. Al final, viendo que se está haciendo la picha un lío, le aconseja que no se preocupe y que trate de divertirse. En ese caso sí, de la forma más explícita, derribando la cuarta pared con un martillo, se giran hacia el público y dice “y eso va también por todos ustedes”. Nolan es un poco más sutil. No mucho más.

Ese “siéntelo” encierra muchas cosas y quiero detenerme un poco más en ello. De entrada, lo ya comentado. Se puede disfrutar mucho de la película sin entender en detalle la trama. Es una película al estilo Bond o Misión Imposible. Hay escenas de acción absolutamente imaginativas comparables a la pelea por las paredes de Origen. Persecuciones de coches que hacen palidecer a la saga de Fast and Furious. También es una película de robos, que es lo que de verdad le gusta a Nolan. Robos y 007, sus debilidades. Nolan quiere que disfrutes de todo eso y que hagas un acto de fe con el argumento. Tenet se puede traducir como doctrina, o principio. Es algo que se nos pide que aceptemos para disfrutar. Aunque es muy posible que haya elegido esa palabra más por su carácter palindrómico, que por su significado. En concreto, esa palabra es el centro del cuadro Sator, un cuadro multipalindrómico que aparece en muchos lugares de la antigüedad y contiene varias palabras así como sus inversas. A ver si sois capaces de situar el resto de las palabras en la película.

La película es una maravilla visual, con ayuda de su director de foto habitual, Hoyte van Hoytema, pero sobre todo gracias a la imaginación y el instinto de Nolan. Quizá sea una de sus películas más dedicadas a la imagen. No en vano Rusia tiene una presencia vertebral en la historia. Más allá de los clichés americanos sobre los rusos, que también los hay, casi con categoría de género, se nota un gusto por la escuela soviética de ciencia ficción, diremos Tarkovsky. En este sentido, es quizá su película más visual, más cinemática, más centrada en el lenguaje de la imagen que en la palabra. La escena de la tortura en las vías, por ejemplo. Esa imagen desencajada del protagonista, esos trenes que reafirman la aparatosidad de su cine, sonora y contundente. Son imágenes absolutamente expresivas que ya tienen un valor puramente estético, expresivo, emocional. Pero no basta con eso, aquí Nolan nos está explicando el concepto más central de la película: por un lado un tren va, por el otro un tren viene.

 

Plasmar lo abstracto

No trates de entenderlo, siéntelo. Cuando se lo proponen al protagonista es porque la única manera de enfrentarse a un planteamiento tan extraño es reeducar la intuición. Seguramente uno de los parámetros que más define nuestra percepción de la realidad es el transcurso del tiempo. Por eso nos cuesta tanto entender las paradojas o las cuestiones relativistas. La trama de Tenet no es difícil porque sea complicada, es difícil porque es contraintuitiva. Nolan quiere que la entendamos de una manera plástica, física. Probando, jugando, observando. De la manera en la que aprende nuestro cerebro. Observando el comportamiento.Como una persona que ha perdido un miembro y tiene que aprender a mover el aparato ortopédico conectado a su cerebro. No lo piensa, lo siente.

Nolan es muy bueno tomando ideas particularmente abstractas y representándolas de una manera muy gráfica. Por ejemplo, en Interstellar lidia con complejas cuestiones relativistas que son bastante difíciles de representar pero lo consigue. Por ejemplo, es capaz de transmitir la idea de que los sucesos simultáneos no existen -o más bien que el concepto no tiene sentido- a través del montaje y la fotografía, ofreciéndonos la experiencia de asistir a dos sucesos, supuestamente paralelos, en lugares extremos del universo. Nolan sería un gran divulgador científico. Le achacamos muchas veces -con razón- que sobreexplica sus películas, pero lo cierto es que eso no impide que también nos las muestre. En el caso de Tenet, además, explica menos y muestra más. Cuando nos muestra los dos trenes, uno que va y otro que viene, a cada lado de la imagen, está trasladando un problema que es difícil de entender en el marco temporal a otro obvio en el marco espacial.

Durante toda la película vemos espectaculares escenas que combinan la marcha atrás con la marcha normal. Nolan nos está ofreciendo la oportunidad de sentir la experiencia física de cómo sería entender la realidad con un sentido del tiempo distinto. Se le podrán poner muchos peros a la lógica del planteamiento, que casi por su propia definición nos lleva a inconsistencias, pero la experiencia del visionado está acostumbrando a nuestro cerebro a percibir un problema que era difícil de asimilar de forma abstracta y racional. Nolan es un gran admirador de Kubrick y de 2001: Odisea en el espacio en particular. Aquella era una película que te ofrecía sobre todo experiencias que la realidad no podía darte, para entender cuestiones como la gravedad artificial en el espacio, el salto al hiperespacio o incluso la evolución de la inteligencia a un estado superior. Si bien en la ciencia ficción la literatura tiene grandes ventajas explicativas e introspectivas con respecto al cine; este tiene un poder maravilloso para ofrecer experiencias. Nolan lo aprovecha al máximo.

Olvida las paradojas

No trates de entenderlo, siéntelo. Dentro de esta idea, hay varios momentos en los que Nolan quiere evitar los complicados juegos de paradojas temporales. Deja claro que ese no es el género. Incluso se llega a decir algo como que no son viajes en el tiempo, es inversión. Claro que son viajes en el tiempo y conllevarían unas paradojas complicadísimas solo con una de esas operaciones tan resultonas de “pinza temporal”. Pero esto no es Primer ni quiere serlo, no va por ahí. Y Nolan se lo quiere quitar de encima sin meterse demasiado en el barro. Tendría que definir unas normas de cómo influyen en el universo los viajes en el tiempo. ¿Las de Terminator, las de Regreso al Futruro, las de Devs, las de Looper, las suyas de Interstellar? Hay varios tipos de soluciones a las paradojas y cada obra de ciencia ficción elige unas, con mayor o menor rigor. Esto implicaría una complejidad extra que Nolan no quiere afrontar.

Se plantea la cuestión de qué pasa si los misteriosos enemigos del futuro consiguen su objetivo y eliminan a las generaciones actuales. Nolan saca la paradoja del abuelo, como animando a visitar la entrada correspondiente de la wikipedia al espectador que no esté familiarizado con algo sobradamente conocido para cualquier cinéfilo. Y después lo zanja: da igual si el resultado es uno u otro, lo que importa es que estos enemigos invisibles lo creen así. Muy práctico. Zanjaría los problemas de Terminator con la obcecación del destino. El personaje quiere matizar pero se le vuelve a interrumpir. No importa. Querido espectador, olvídate de las paradojas, esto no va por ahí. También hay otro momento en el que se razona que podemos saber si hemos ganado o no, por quienes vienen del futuro. Aquí Nolan se encuentra un poco más en apuros -en los que él mismo se mete porque odia que sea el espectador el que le pille en renuncio- y lo resuelve con una respuesta relacionada con la incertidumbre que tenemos sobre cómo se relaciona la conciencia con el multiverso. Es como cuando en Origen necesita que sus personajes puedan morir en un sueño. Se inventa una norma sobre la marcha y a callar que yo soy el guionista y esto es necesario para mantener el suspense. Eso sí, por si acaso, en la operación de pinza del final sí que decide meter a los soldados en una caja para evitar que se conozcan elementos del futuro. Por si acaso la conciencia importa.

La caja del mago

Las películas que implican viajes en el tiempo tienen varios problemas que resolver y uno de ellos es el transcurso del viaje. Qué pasa entre el punto A y el punto B. En el clásico El tiempo en sus manos, adaptación de H. G. Wells, el personaje de Rod Taylor se montaba en esa máquina tan chula y viajaba al futuro mientras veía pasar a cámara rápida lo que ocurría a su alrededor. El truco en ese caso era que el personaje se mantenía encapsulado en su máquina sin interactuar con el entorno. Solo parando la máquina y bajando tenía sentido la interactuación. ¿Pero qué pasaría si pudiera sacar la mano en marcha? Es una pregunta difícil, y se complica aún más cuando el viaje es hacia el pasado.

La mayoría de las películas lo resuelven con un viaje instantáneo de punto a punto. El Delorean desaparece y reaparece inmediatamente. Primer de Shane Carruth tiene una premisa física más cercana a Tenet. Materia viajando en sentido contrario. La forma de resolverlo de Carruth es el recurso más clásico del mago: encerrar el truco en una caja. Dentro de la caja ocurre la magia, pero no puedes mirar. La magia ha evolucionado, bien lo sabe Nolan, que en El truco final explicaba que el público se cansa de lo que conoce y pide una vuelta de tuerca. En aquella película, el truco del hombre transportado, especialmente en la versión del gran Dantón, se hacía frente a las narices del público, con dos puertas al descubierto. Nolan aquí hace lo mismo, porque ya sabe que el público está cansado de ver cosas que pasan dentro de una caja opaca. Se remanga y te enseña cómo ocurre la magia, porque eso es lo que quieres ver. Quieres saber qué pasa si Rod Taylor es travieso y saca la mano en marcha. A Nolan le encanta que sus personajes sean traviesos y saquen la mano, como McConaughey tocando lo desconocido en las lindes de un agujero negro en Interstellar.

Eso sí, cuando Nolan cree que lo necesita sí que recurre a la caja. De hecho, literalmente. En la secuencia de la pinza temporal, Nolan mete a los soldados en cajas, al principio y al final, para evitar que se vea el truco.

La estructura narrativa

Uno de los sellos de Nolan es usar una estructura narrativa reordenada. Aquí, formalmente, podemos decir que la estructura es plana. Ordenada normalmente, según la percepción del protagonista, que es lo que importa a fin de cuentas. Sin embargo, quedarse en eso sería hacer un análisis muy superficial. Aquí son las propias acciones no cronológicas de los sucesos de la trama lo que nos lleva a una estructura que ya anticipa su título: una estructura palindrómica. Un tren de ida y otro de vuelta. Esto hace que veamos algunas escenas desde dos puntos de vista y que el movimiento cronológico sea hacia delante y después hacia atrás. También tiene giros de tiempo a menor escala, cuando los personajes vuelven a invertir sus direcciones. Aquí os dejo un enlace a un diagrama muy detallado que alguien ya se ha molestado en hacer.

Para la secuencia del clímax, la batalla final, nos prepara uno de los montajes secuencia marca de la casa. Por un lado tenemos la pinza, que supone dos movimientos opuestos del tiempo. Por otro lado, la acción de Kat, interpretada por la estilizada Elizabeth Debicki, en el barco, enfrentándose a ese maravilloso y exagerado villano interpretado con mucha intensidad por Kenneth Branagh, en uno de sus mejores trabajos.

En Dunkerque, la historia estaba troceada a diferentes velocidades aunque, en principio, la historia no lo pedía. En este caso, es el propio transcurso de los hechos el que marca una estructura de ida y vuelta, sin que se fuerce la narración. Lo pide la historia, como en Origen o en Memento. Este mecanismo de ida y vuelta también nos deja un guiño de ciencia ficción maravilloso a Casablanca. Un tren que parte, otro que llega a destino.

Christopher Nolan: la ilusión del tiempo

28/05/2020 - Iñaki Ortiz Gascón

Se acerca Tenet, el estreno más esperado del verano. La última película de Christopher Nolan con la que el megalómano cineasta pretende levantar él solito toda la cartelera después de la pandemia. Está por ver que pueda estrenarse ya, como está por ver todo ahora mismo, pero está claro que Nolan, al contrario que Warner, […] Leer más

El futuro es nuestro

Tú eres el protagonista de tu propia vida. El mensaje es claro y llega a ser explícito. El protagonista aparece en los créditos como Protagonista. Otro mensaje metacinematográfico de Nolan, como el de “siéntelo”. Es habitual en su filmografía jugar con ideas metanarrativas. En este caso tenemos a un personaje que busca constantemente la verdad en otros, para terminar descubriéndola dentro de sí mismo. Esto ya ocurría en Origen, donde el protagonista buscaba en las mentes de los demás la solución a su problema que, en realidad, estaba en superar sus propios bloqueos. Más similar aún es la situación del protagonista de Interstellar, que es ayudado -y confrontado- por una personalidad que resulta ser él mismo en el futuro. En ambos casos, y en este, un proceso de maduración. Nuestra salvación está en crecer y madurar.

Se dice mucho que los personajes no importan demasiado en las rocambolescas tramas de Nolan, pero lleva muchas películas hablando del viaje del héroe y de la evolución del protagonista como motor de la historia. Es cierto que casi siempre funcionan más como arquetipos que como personajes complejos.

Hay otro personaje importante en Tenet, aunque no sea catalogada como protagonista. Kat es una mujer maltratada que busca refugio en otros hombres. En la medida que va tomando sus propias decisiones y consigue eliminar sus culpas e inseguridades, es capaz de resolver su futuro sin ayuda de nadie. Nuestro futuro como sociedad no está escrito y no podemos resignarnos a que haya problemas que no tienen solución. En la película nos señalan dos claramente: el cambio climático (supuestamente uno de los problemas de los enemigos del futuro) y la violencia machista.

El público

Hace un tiempo escribí en esta web sobre los planos que abren las películas de Nolan. El planteamiento es que en cada plano inicial, Nolan hace una especie de resumen de la esencia de la película. Esta vez, el plano que abre la película muestra el auditorio con su público. Es decir, la ópera. Además de ser una referencia recurrente durante toda la película, el lector más atento ya habrá captado que es una de las palabras del cuadro Sator que he comentado antes. Así que Nolan, de una forma más oculta que otras veces, nos señala directamente al carácter palindrómico de la película. Una vez más, su esencia.

También parece que esta vez Nolan volviera a hablarnos de forma extracinematográfica. Es como si supiera lo importante que iba a ser su película en el contexto de la pandemia y los cines cerrados. Lo que más le importa a Nolan: un gran auditorio lleno de público esperando a disfrutar de una obra en las mejores condiciones. Aunque claro, él no podía saber lo que iba a pasar en 2020. Igual que no podía saber que en mayo iban a estallar las protestas del #BlackLivesMatter y no se puede asociar a eso que por primera vez haya dado el papel protagonista a un actor negro, John David Washington, quien por cierto hace un gran trabajo con gracia y carisma. Tampoco podía saber que nos resultara natural que los personajes tengan que llevar mascarilla. No podía saber todo eso porque mientras hacía la película eso formaba parte del futuro. No podía saberlo. ¿O sí?

Los planos que abren las películas de Christopher Nolan

18/06/2018 - Iñaki Ortiz Gascón

El plano con el que comienza una película es muy importante. Es el primer impacto y muchos directores lo emplean para dar una idea del tema de la película o al menos del tono, y para crear ya cierto interés. Uno de los cineastas que más cuida ese aspecto es Christopher Nolan. En muchos de […] Leer más

Tenet

Media Flipesci:
7.6
Título original:
Director:
Christopher Nolan
Actores:
Elizabeth Debicki, Robert Pattinson, Kenneth Branagh, John David Washington, Aaron Taylor-Johnson, Clémence Poésy, Fiona Dourif
Fecha de estreno:
26/08/2020