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Reseña de Petite maman, de Celine Sciamma

Erase una vez una mujer que escribía películas. Ella era francesa, se llamaba Celine Sciamma. Le gustaba escribir películas sobre niños, niñas y adolescentes a los que siempre les pasaban cosas serieas y se encontraban muchos problemas al crecer, solían estar tristes. Tuvo mucho éxito haciendo estas películas, algunas las dirigía, otras solo las escribía y empezó a hacerse muy conocida entre la gente del cine. Algunas tenían títulos muy bonitos como Retrato de una mujer en llamas o La vida de Calabacín. Otras eran títulos más normales, como Girlhhod o Tomboy.

Un año escribió y dirigió una película muy cortita. Era de las de título bonito: Petite maman. Que quiere decir pequeña mamá. Es gracioso, porque en francés abuela se dice «Grand-mère» (gran mamá) y esto sería como abuela al revés, que tiene sentido; pero si os digo por qué tiene sentido os tendría que explicar la película y las películas cuando te las cuentan antes de verlas no son tan bonitas. Celine Sciamma presentó la película en el Festival de Berlín y a casi todo el mundo le gustó mucho, que era lo que pasaba casi siempre que llevaba sus películas a Festivales.

Petite maman volvía a estar protagonizada por una niña. Esta vez se llamaba Nelly. Aunque esta vez la niña no estaba triste ¡y eso que su abuela moría en la primera escena! Pero se veía que Nelly era una niña muy especial que entendía las cosas muy bien aunque fuera una niña. A veces los niños no saben cosas; pero las entienden. A veces una niña puede ayudar a una madre aunque sea pequeña, es algo mágico. Así que sería por eso que Celine Sciamma decidió contar la historia de Nelly como un cuento, porque en los cuentos pasan cosas mágicas. No de esas cosas mágicas que los que no creen en cuentos llaman ciencia ficción y efectos especiales, no lo que pasa en este cuento son pequeñas cosas mágicas que se pueden decir con una sola palabra. Bueno, y también hay crepes que son tan ricos que a mi me parecen magia.

En la película Nelly conoce a otra niña que se llama Marion, como su madre. En la vida real -porque las películas no son de verdad- Nelly y Marion se llamaban Joséphine Sanz y Gabrielle Sanz. Se apellidan igual porque son hermanas gemelas, o mellizas. No lo sé, pero se parecen mucho. Las dos interpretan muy bien sus papeles, aunque la verdad es que solo son niñas haciendo de niñas. Juegan, ríen,saltan y tienen conversaciones de niñas. Pero, como es un cuento con magia, en esas conversaciones de niñas hay muchas cosas de mayores también. En realidad hablan de la ausencia, el miedo, las despedidas y tantas cosas más que parece mentira que se puedan decir tantas cosas en tan poco tiempo y con tan pocas palabras. La magia es maravillosa.

No puedo contaros si Celine Sciamma tuvo que recurrir a la magia para rodar este cuento/película. Seguramente sí, porque lo hizo en plena pandemia. Cuando era tan difícil que mucha gente estuviera junta en un mismo lugar. Seguramente por eso, a pesar de la magia, hizo una película tan pequeña en reparto, escenarios e incluso duración. Sin embargo Petite Maman es enorme en todo lo demás. Una película en la que al salir la gente no come perdices, porque la gente ahora come otras cosas y además cada vez hay más gente que no come carne, pero casi todos salen felices. Cosas de la magia de un buen cuento.

Petite maman

Media Flipesci:
7.4
Título original:
Director:
Céline Sciamma
Actores:
Joséphine Sanz, Gabrielle Sanz, Nina Meurisse, Stéphane Varupenne, Margot Abascal, Florès Cardo, Josée Schuller
Fecha de estreno:
29/10/2021