Tras su estreno en la sección Orizzonti del pasado Festival de Venecia, Trenque Lauquen, la tercera película de la argentina Laura Citarella tras La mujer de los perros y Ostende, de la que toma prestada a su personaje protagonista, clausurará la sección Zabaltegi – Tabakalera del Zinemaldi. Una película de más de cuatro horas, dividida en dos partes y una docena de capítulos producida por El Pampero Cine, el colectivo argentino del que también forma parte Mariano Llinás, el director de La Flor (la peli de las 14 horas) e Historias extraordinarias. Un colectivo que cubre la escasez de recursos económicos de la que disponen a base de originalidad, libertad, frescura y un amor por narrar sus historias que se nota en cada secuencia. Porque Trenque Lauquen es de esas películas que devuelve al espectador el placer de una historia bien contada, con sentido de la aventura, con misterio, con ingenio, con fascinación, buscando la complicidad del espectador y tratándolo con respeto y consideración. Consigue que el espectador se sienta en cierta forma mimado. Y consigue que lo inverosímil resulte creíble y apasionante.
Trenque Lauquen, que es el nombre de la localidad de La Pampa en la que transcurre la película, va de mujeres que huyen. De dos hombres enamorados de la misma mujer que salen en su busca. De flores. De plantas. De campos. De un hombre y una mujer que investigan sobre la vida pasada de otra mujer. De seres fantásticos. De casas aisladas. De programas de radio. De burocracia. De la vida en los pueblos. De la maternidad. Empieza como la crónica de una búsqueda, sigue con una investigación académica y se remata como una peli del género fantástico. Empieza cotidiana y se vuelve sobrenatural. Mezclando lo científico, lo académico, lo sentimental, lo secreto y lo poético. Todo eso cabe y se combina en las dos partes de poco más de dos horas cada una y en una docena de capítulos.
El film propone un divertido y absorbente juego de puntos de vista, de cambios estilos de narración, de tipos puestas en escena, de saltos temporales. Lleno de humor, de pequeños misterios cotidianos y revelaciones sorprendentes. Todo de forma clara y sugerente. Consiguiendo despertar la curiosidad del espectador. De que éste quiera saber por qué caminos le va a llevar este impredecible film. El ingenioso guión coescrito entre la propia directora y su protagonista, Laura Paredes, consigue que todas las piezas del rompecabezas encajen. Que cualquier espectador sea capaz de montar el puzzle que le proponen para tener la visión general de la historia. Y que mientras tanto, disfrute del recorrido. Por lo que cuenta, por cómo se lo cuentan y por la forma en la que le invitan a pensar sobre lo que ve y oye. Trenque Lauquen propone un juego al espectador. Sugerente y sencillo. Misterioso y cómplice.
Y todo apoyado en una serie de mujeres de carácter. Mujeres que deciden tomar las riendas de sus vidas. Vivir de acuerdo con lo que a ellas les parece. Mujeres que se apoyan y se inspiran entre ellas. Que no dejan que las convenciones las condicionen. Que se buscan la vida. Y da la impresión de que las Lauras, Citarella y Paredes, directora, protagonista y coguionistas de Trenque Lauquen encajarían perfectamente como personajes de su propia película.