El título lo deja claro. Por un lado, está Orlando, el personaje de la novela Orlando: una biografía de Virginia Woolf. Por otro, Mi biografía política, porque lo que cuenta el filósofo, escritor, profesor, activista y ahora cineasta Paul B. Preciado en su película es una especie de biografía centrada en los aspectos de lo que supone ser una persona trans y las implicaciones políticas y sus asignaturas pendientes.
Cuenta el propio Paul B. Preciado que el origen de este Orlando. Mi biografía política está en un proyecto de la cadena de televisión franco-alemana Arte para contar su propia vida. Ante esa propuesta él respondió que esa vida ya estaba contada, que la escribió Virginia Woolf en 1927, que se titulaba Orlando: una biografía y que si querían, él mismo podía dirigir una adaptación documental de la obra de la escritora británica. El resultado ganó el Premio Especial del Jurado de la sección Encounters, una mención especial como mejor documental y el Teddy (el equivalente a nuestro Sebastiane) al mejor documental en la última Berlinale y se presenta en este Zinemaldi dentro de la sección Zabaltegi – Tabakalera.
A través de su conocimiento del material original, su sensibilidad y su empatía, Preciado establece de forma fluida y natural un diálogo entre pasado y presente, entre la novela de Woolf y los testimonios de los Orlandos del presente, un grupo de veinticinco personas trans que a la vez que interpretan al personaje de la novela relatan episodios de su propia vida. Los textos barrocos y literarios de la novela se hilvanan de forma hábil y lúcida con los testimonios de las distintas personas trans con las que ha contado para contar su vida, la de Orlando y la de todas ellas.
En el film no hay una crónica de hechos, fechas y datos concretos. Es el reflejo de una evolución y de un sentimiento. De lo que supone ser una persona trans en la actualidad contraponiéndolo con lo que contó Virginia Woolf a principios del siglo XX sobre un personaje que nació y vivió como hombre de la alta nobleza en el periodo isabelino y acabó malviviendo como mujer varios siglos después. Encontrando los números puntos en común y buscando las diferencias.
A diferencia de lo que sucedió con Orlando, cuya transición de hombre a mujer ocurrió mientras dormía, las personas trans en la actualidad deben pasar un largo proceso para transicionar, que tal y como se muestra en el film, la ciencia ha resuelto de forma más o menos adecuada a base de terapia, hormonas y operaciones quirúrgicas, pero tal y como le ocurrió a Orlando hace siglos, siguen siendo la sociedad, sus normas y sus prejuicios los grandes impedimentos de las personas trans. Y donde tal y como muestra Preciado en el film, aún quedan muchas asignaturas pendientes, a pesar de los avances logrados por el colectivo a lo largo del siglo XX, desde que se publicó la novela de Virginia Woolf hasta la actualidad.
Orlando:mi biografía política es un film militante. Un film ensayo que habla de lo conseguido, pero sobre todo reivindica lo que queda por conseguir. Sin recurrir al victimismo, ni al exhibicionismo. Centrándose en la dignidad de unas personas obligadas a luchar toda su vida. Un film cuya naturaleza parece derivada de los personajes cuya vida retrata: Orlando. Mi biografía política fluye entre géneros cinematográficos, entre la ficción y la no ficción, haciendo casi imposible una calificación de género binaria del mismo.