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Reseña de Parthenope de Paolo Sorrentino

Parthenope, en la mitología griega, fue una bella sirena que tras fracasar en el intento de encantar a Odiseo y sus hombres, se arrojó al mar y su cuerpo llegó a la costa donde se fundó la antigua ciudad de Parténope, que luego se convirtió en Nápoles. Desde entonces, su figura simboliza la belleza y la historia de la ciudad, siendo considerada una protectora y parte integral de la identidad cultural napolitana y si algo sabemos de Paolo Sorrentino es que es un admirador tanto de Nápoles como de la belleza. Dos conceptos que para mucha gente no pueden estar unidos y, precisamente eso, ahí radica parte la película.

Si algo no es Parthenope es sorprendente. Tiene todo lo que uno puede esperar de una película de Paolo Sorrentino, todas sus filias y fetiches comenzando, como ya hemos dicho, por Nápoles y el Nápoles. También escucharemos ecos de La Gran Belleza o de El Joven Papa y, en general, el tipo de humor, provocación, estilo y ritmo del cine de Sorrentino. Esto puede ser una advertencia o un reclamo cuando se trata de un director tan polarizador como el Napolitano.

Parthenope cuenta la vida de una joven napolitana que nace en las aguas del Mar Tirreno en el Golfo de Nápoles. Interpretada por la impresionante recién llegada Celeste Dalla Porta, Parthenope es el centro de atención pero también un misterio mientras pasa los veranos ociosos en Nápoles y en la cercana isla de Capri. Es allí, cinco años después, donde conoce al escritor John Cheever, interpretado por Gary Oldman en un pequeño papel que resuena a lo largo de toda la película. Cheever es un hombre que ha elegido vivir en una especie de melancolía gloriosa, reflexionando sobre preguntas como: «¿Qué pasó con todos los hermosos planes que hicimos cuando éramos borrachos en la noche?»

La película se puede dividir en tres partes y un epílogo. En la primera parte -la más brillante- se explora el poder de la belleza y la seducción. “La belleza, como la guerra, abre puertas” dice un personaje. Cuando tienes toda la belleza del mundo, la belleza e inconsciencia de la juventud, las puertas que te atraen son las que no puedes abrir. El deseo es más intenso que el triunfo y las metas son imposibles y, por ello, dolorosas. En la segunda parte, lastrada por el dolor de esa primera parte, se explora la falta de belleza. La del que la tuvo en la juventud y la ha perdido, también la del que no la ha tenido nunca. En la tercera parte, en cambio, lo que se busca es aprender a mirar, a descubrir la belleza, a reverenciarla como el milagro que es. A tratarla como algo sagrado que puede estar más allá de lo evidente.

Es cierto que la tercera parte culmina con una escena que de surrealista puede resultar ridícula pero está claro que Sorrentino es consciente del poder del arte -y del cine en concreto- a la hora de construir los estándares de belleza. Él mismo ha participado de eso y ahora se atreve a subvertirlo, aunque quizá su talento y su subversión no residan en este tipo de escenas.

La película es bellísima, a veces artificial, pero siempre sexy y luminosa. La fotografía, a cargo de Daria D’Antonio, captura la luz del Mediterráneo de una manera que resalta tanto la belleza natural como la artificial de los escenarios. La música de Lele Marchitelli añade una capa de melancolía y drama que complementa perfectamente la narrativa. El vestuario de Carlo Poggioli y los peinados de Aldo Signoretti no solo sirven para caracterizar a Parthenope desde la adolescencia hasta los 30 años, sino que también reflejan el estado de ánimo y su posición social de cada momento.

La debutante Celeste Dalla Porta es la encargada de representar a Parthenope desde su adolescencia hasta su entrada en la treintena. Lo hace desbordando sensualidad y cargando su mirada de emoción, curiosidad, lujuria, pena o lo que haga falta. Es capaz de dar a Parthenope lo que necesita en cada evolución. Un gran descubrimiento.

En el epílogo, será Stefania Sandrelli la que interpretará a una septuagenaria Parthenope. Es entonces, tras más de dos horas de viaje, que Paolo Sorrentino tratará de explicarnos en qué pensaba Parthenope y, entonces sí, declarar su amor por Nápoles de una manera explícita y, como no, al ritmo de un Nápoles victorioso.»

Parthenope

Media Flipesci:
6.2
Título original:
Director:
Paolo Sorrentino
Actores:
Gary Oldman, Stefania Sandrelli, Luisa Ranieri, Francesca Romana Bergamo, Isabella Ferrari, Silvio Orlando, Dario Aita