Frente al mar, en alguna terraza idílica de Santorini, tomando una copa de champán, con un impecable traje blanco y unas gafas de sol muy cool que deja caer para mirarte sexy por encima de ellas. Así es Donny Benét. Un Sonny Crockett en un yate de Miami -Moroder de fondo incluido. Un playboy en un Jacuzzi con vistas al Mediterráneo. Así pero en realidad es australiano y estará en algún merendero de Sidney mirando a alguna zona portuaria. El traje blanco forzando la barriga. Eso sí, con la misma mirada sexy, seguro de sí mismo.
A pesar de vivir en el otro lado del mundo, lo cierto es que ya estuvo aquí en verano. Fue un concierto genial. Post disco juguetón, sexy, divertido. Un recuerdo con humor pero sin cinismo a los ochenta más horteras. Solos él y su carisma. No os lo toméis del todo a broma porque si os descuidáis os puede enganchar. Repito seguro.