Ricardo FernándezRicardo Martín, fotógrafo del final de la Belle Époque
A finales del S.XIX y principios del XX había una cierta sensación de euforia en el mundo occidental. Una época de grandes avances científicos y técnicos como la invención del teléfono, de la luz eléctrica, del automóvil, que inundó de optimismo a la sociedad y comenzó el proceso de globalización. Es el momento del auge de la prensa y la reducción de distancias gracias a la comunicación. Las clases sociales empiezan a cambiar y también la conciencia política de la gente. Todo este sentimiento de euforia se disipa de un plumazo con el estallido de la 1ª Guerra Mundial (1914-18).
Sin embargo, mientras Europa se desangraba, San Sebastián continuó floreciente en aquellos años. Por ejemplo, la capital guipuzcoana inauguraba su hipódromo -mientras en el centro de Europa cerraban los suyos-, se inauguraba también el Gran Kursaal, se construían el Hotel María Cristina y el balneario de La Perla o se celebraban carreras de automóviles en el circuito de Lasarte. San Sebastián, lugar de veraneo de la Reina María Cristina desde 1893, era una ciudad vibrante y cosmopolita que vivía ajena a la guerra.
Esa era la ciudad en la que vivía Ricardo Martín y en la que inauguró, en 1915, su estudio fotográfico: Photo-Carte, en el 2 de la Calle Fuenterrabía. Él es el autor de las fotográfias que conforman la magnífica exposición que se puede ver estos días en la Sala Kubo Kutxa del Kursaal donostiarra. Un recorrido de dos décadas que marcaron el carácter y el estilo que definen a San Sebastián desde entonces.
La ciudad y sus gentes
La exposición está organizada de manera temática y no cronológica, de esta manera puede resaltar algunos de los aspectos más concretos de aquellos años. Comienza con La ciudad como escenario recopilando las imágenes en las que Ricardo Martín observaba los rincones de la ciudad. Un buen fotógrafo primero tiene que ser un buen espectador y Ricardo lo era, conocía todos los rincones y fotografió lo que sucedía en sus playas, sus barrios o sus fiestas.
La siguiente sección de la exposición se titula, precisamente, El espectador. En ese mundo cambiante, Ricardo Martín no era el único que sentía fascinación y curiosidad por lo que estaba sucediendo, por la cantidad de información y de espectáculos que ofrecía el día a día. Podremos ver imágenes de gente frente a Photo-Carte observando las fotografías o esperando las noticias frente a las oficinas de un periódico, de manera parecida a como nosotros miramos nuestros muros de Facebook hoy en día. También hay fotografías que muestran al público siguiendo las carreras de caballos en el hipódromo de Lasarte, viendo un partido de la Sociedad Foot–Ball de San Sebastián (futura Real Sociedad) o un combate de boxeo, por ejemplo.
En La sensación de movimiento se reúnen fotografías de multitud de eventos deportivos y de motor. Imágenes de competiciones automovilísticas, saltos de trampolín, carreras de natación… que ilustraron las páginas de periódicos como La Esfera, El Heraldo Deportivo o As entre otros. En aquellos momentos congelar el movimiento en una imagen resultaba más fascinante que ahora, incluso.
El entorno social
En La representación del retrato podremos apreciar que Ricardo Martín no sólo se limitaba a retratar a las personas. Vemos a Charles Chaplin en los toros, a Soroya pintando en La Concha o a Josephine Baker lista para actuar; pero también vemos a las señoras que sujetan la sábana que sirve como fondo para la fotografía de Francisco Verdier, general de la orden de los Paules. A Ricardo Martín no sólo le interesa la celebridad, también el mundo que la rodea.
La parte más triste de la exposición corresponde a la sección La Guerra del Rif, una visión antibelicista. Resulta curioso ver imágenes de manifestaciones en San Sebastián protestando por la muertes que se estaban produciendo a cientos de kilómetros de aquí. Da la sensación de que aunque algunas cosas hayan cambiado, otras no tanto. También hay una colección de imágenes que el fotógrafo tomó cuando fue enviado como corresponsal de guerra al Rif. Fotografías que tratan de captar el lado humano del conflicto.
Más optimista, aunque invita a la reflexión, es la parte de la exposición titulada La mujer, una visión de modernidad. Eran nuevos tiempos para las mujeres que empezaban a tomar parte activa de la sociedad y comenzaban los movimientos feministas. Ricardo Martín fotografía a mujeres con pantalones por el paseo de la concha, mujeres participando en competiciones deportivas, mujeres luciéndose (según los cánones de la época) en la playa. Un papel de la mujer mucho más activo que el que le correspondería en las décadas inmediatamente posteriores. Resulta curioso y es algo que ya destacamos al hablar del actual ciclo de Nosferatu dedicado a la Screwball Comedy.
En resumen, la exposición Ricardo Martín: Fotógrafo y espectador es una pequeña maravilla que no sólo recoge imágenes de una época, también capta su espíritu y nos ayuda a entender un poco mejor nuestra ciudad.
- Ricardo Martín. Fotógrafo y espectador estará expuesta del 4 de noviembre de 2016 al 22 de enero de 2017 en la Sala Kubo Kutxa
- Comisario: Juantxo Egaña
- Entrada gratuita
- Horario: De martes a domingo 11:30h-13:30h y 17:00h-21:00h