El Dock of the bay, ese festival que da muchas alegrías, ha cumplido diez años. Lo mejor de la edición no ha sido una selección de clásicos exquisita (Don’t look back, Bird on a wire y The kids are allright son joyas del género), ni una selección oficial ecléctica y arriesgada, tampoco el aumento de actividades paralelas (tantas que se llegaban a contraprogramar)… lo mejor ha sido ver carteles de «no hay entradas», salas llenas (y no sólo en el Principal, también en el Trueba) y la sensación de que el Festival aún tiene recorrido.
Aquí un pequeño resumen de algunas películas que hemos podido ver:
Geometría del esplendor
Este documental cuenta la trayectoria del grupo industrial Esplendor geométrico, desde su creación a partir de una escisión en Aviador Dro, hasta nuestros días. Al mismo tiempo, es una reflexión sobre la creación artística. El compromiso de este grupo con un sonido y una estética alejadas completamente del mercado, sin apenas concesiones de melodías y letras. Un grupo consciente de que su arte no es rentable y que asume tener un trabajo aparte. El director, José Ramón Da Cruz, aprovecha que viene del mundo del videoarte para ponerle imágenes a los temas del grupo -que apenas tienen material visual, ni videoclips ni casi material de archivo. De estos vídeos, que seguramente son lo más creativo del documental, solo vemos pequeños fragmentos. Es una pena que siendo tan interesante por su contenido, que nos habla de un cierto radicalismo en la creación artística, peque de convencional, con sus formatos de entrevista al uso. Apenas deja hablar a la música de Esplendor geométrico por sí misma, cosa que agradecerán quienes no aguanten mucho rato el ruido mecánico de sus propuestas. El valor del grupo, y del riesgo formal, nos lo explican, no nos lo demuestran. [Iñaki]
El Charro de Toluqilla
Jaime García es más conocido como El Charro de Toluquilla. A primera vista es un mariachi de los de antes. Pistola en cartuchera, no se separa de su caballo, flirtea con facilidad con las mujeres y canta en locales llenos de gente bebiendo tequila. Pero la cámara se acerca más al protagonista y vemos que es un enfermo de SIDA que afronta la enfermedad con optimismo (es portador del virus desde hace 12 años). También que está divorciado y que su nueva novia, y madre de su hija, no quiere vivir con él porque no están casados a pesar de tener una hija en común. Se preocupa porque tiene una infección dental y masculla y reniega cuando su novia le riñe porque le manda callar. Vamos, que es una persona con problemas, algunos serios y algunos mundanos. El Charro rompe la cuarta pared constantemente y eso otorga realismo a un documental al que se le nota mucho la preparación. El Charro es divertido y despierta ternura, pero no sé si tiene historia como para llenar todo el metraje. [Ricardo]
When The Earth Seems To Be Light
Lo primero que llama la atención de este documental, teniendo en cuenta que hablamos del Dock, es que no es musical. Más allá de que los protagonistas lleven camisetas de grupos musicales y que se cite que uno de ellos ha participado en un concurso de talentos, la música no tiene mayor importancia. Por lo demás, es un documental que juega por momentos a ser observacional, pero se estructura en torno a pequeñas entrevistas a una serie de adolescentes georgianos amantes del skate. Jóvenes desencantados con el pasado, con sueños de futuro que no difieren demasiado a los jóvenes de cualquier otro país. No tienen demasiado que decir y las imágenes repetidas pronto dejan de aportar contexto. Quedan en la memoria algunos bellos planos con los skaters descendiendo por las colinas, pero poco más. [Ricardo]
All these sleepless nights
Si con When the earth seems to be light ponía en duda el caracter musical de ese documental, con este pongo en duda la parte documental. Tampoco lo considero musical, por más que la música juegue un papel importante como ambientador de las escenas, pero en ese punto admito que puede haber otras interpretaciones. En cuanto al documental, la frontera entre la ficción y a no ficción es cada día más difusa, pero esta película la sobrepasa de largo. All these sleepless nights es una película con movimientos de cámara muy elaborados, conversaciones muy poco naturales, una cuidadísima fotografía y muchos sonidos, incluido diálogos, añadidos en postproducción. Más allá de eso es una propuesta interesante y un acierto del Dock haberla traído tras el premio -también en categoría documental- a su director en Sundance. Iñaki se extendió más sobre la película en este fantástico artículo. [Ricardo]
Sad Vacation
El ganador del Dock Of The Bay es un documental de corte bastante clásico -en una edición donde la selección ha sido bastante arriesgada, cosa que aplaudimos-, muy bien estructurado y de muy buena factura. El documental gira en en torno a los últimos días de Sid Vicious (bajista de los Sex Pistols) y Nancy Spungen, con el Hotel Chelsea como observatorio desde el que apreciar el Nueva York de los años 70 donde convivían el talento, la creación, las drogas, la perversión y la decadencia. Hay testimonios de primera mano y una historia con más teorías que realidades. Pero la realidad no importa cuando la leyenda tiene un buen mensaje. [Ricardo]
Danny Says
Danny Fields ha sido una figura clave en la historia del punk. Fue manager de The Stooges, de Ramones, hizo trabajos de publicidad para The Doors. Entre otras cosas. También se la lió parda a los Beatles, citando en la revista que trabajaba, Datebook, la frase de Lennon “somos más populares que Jesús”. Parece que no ocurría nada si no estaba él de por medio, ya desde su amistad con Andy Warhol. El documental cuenta su historia, que paralelamente es la historia de grandes grupos. Sin ser nada del otro mundo, lo que cuenta es interesante y el personaje tiene chispa. Se beneficia de la curiosa costumbre de Fields de grabar en cinta las conversaciones telefónicas, que podemos escuchar en el documental y que realmente son documentos llamativos, por quién habla y por aquello de lo que hablan. [Iñaki]
I Am Thor
Siempre se agradece en un documental que el personaje sea sorprendente y, desde luego, Thor lo es. De sus inicios en los 70 como culturista y haciendo espectáculos desnudo con eyaculaciones en directo. Su moderado éxito, siempre lastrado por malas decisiones comerciales. Y finalmente, su retorno en el siglo XXI como la vieja gloria que nunca fue. Un personaje que es al mismo tiempo un friki que hasta se inventa un manager ficticio, y un tipo verdaderamente auténtico que se entrega de forma absoluta en el escenario. El documental sabe encontrar el tono justo, en el que nos reímos con el personaje pero sin faltarle al respeto. La honestidad de su teatro está bien representada. Y lo más importante, tiene un ritmo de buena comedia. Diría que varios de los “gags” funcionan por el brío del montaje. [Iñaki]
- MEJOR DOCUMENTAL MUSICAL DOCK OF THE BAY 2017: Sad vacation – Danny García (España 2016)
- MENCIÓN ESPECIAL DEL JURADO DOCK OF THE BAY 2017: El Charro de Toluquilla – José Villalobos Romero (México 2016)
- PREMIO SADE 2017: Geometría del esplendor – José Ramón da Cruz (España 2016)
- PREMIO DIPUTACIÓN FORAL DE GIPUZKOA 2017: When the earth seems to be light – S. Machaidze, T. Karumidze, D. Meskhi – 78′ – Georgia, Alemania 2015
- PREMIO DEL PÚBLICO: Bird on a wire – Tony Palmer – (Reino Unido -1974 )