Último repaso a películas que no han participado en la competencia por la Palma de Oro. Última entrega de las crónicas de esta edición del Festival de Cannes.

Based on a true story, de Roman Polanski

Como si fuera una especie de película de clausura no oficial (después de la gala de entrega de premios, en el Gran Teatro Lumière se proyectará la ganadora de la Palma de Oro, no ésta), se ha presentado el último día y fuera de concurso Based on a True Story de Roman Polanski. La película es una adaptación del propio Polanski y Olivier Assayas de la novela D’après d’une histoire vraie de Delphine de Vigan y está protagonizada por Emmanuelle Seigner, Eva Green y Vincent Perez.

Based on a True Story narra el bloqueo creativo y vital de Delphine (Emanuelle Seigner), una escritora incapaz de gestionar el éxito de su última novela en cuya vida irrumpe Elle (Eva Green), una escritora fantasma que la admira.

Como ya ocurría en la anterior película de Polanski, La venus de las pieles, el núcleo de Based on a True Story es el juego entre realidad y ficción. Hasta qué punto lo que el espectador ve en la pantalla es real, es fruto de la imaginación de alguno de los personajes o una combinación de ambas.

Eva Green dapres une historie vraie

Pero esta vez Polanski no es capaz de sacar todo el jugo a su punto de partida. Su puesta en escena resulta demasiado pulcra y plana. Las actitudes de sus personajes resultan inverosímiles, incluso considerando la situación extrema en la que se encuentran. Polanski recuerda a un jugador de cartas que fuera descubriendo sus cartas a medida que hace sus apuestas. Y de esa forma desaparece el misterio y el suspense. El juego de identidades, de planos de distintas realidades que plantea la película se resiente. No es necesario hacer trampas o engañar al espectador, pero a Based on a True Story le falta la turbiedad y la capacidad de generar inquietud que la historia pide a gritos, llegando a resultar incluso grotesca en algunos momentos.

A Fábrica de Nada, de Pedro Pinho

Espectacular debut en la ficción de este director portugués. Estimulante mezcla de documental, realismo y musical que invita a la reflexión y al debate. Un complemento perfecto a la trilogía de Las mil y una noches de Miguel Gomes. Cine social realizado y concebido con rigor, ideas e ideales, alejado de sentimentalismos a la Ken Loach. Presentada en la Quincena de Realizadores.

24 Frames, de Abbas Kiarostami

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Proyecto póstumo del director iraní en el que fotos del propio Kiarostami son animadas de forma digital construyendo una microhistoria y estableciendo un sugerente diálogo entre la fotografía, el cine y la instalación museística. Presentada como Evento Especial 70 aniversario.

Let the Sunshine In, de Claire Denis

La veterana directora gala firma esta divertida comedia romántica sobre el amor a partir de los 50. Tan sencilla en su propuesta formal, como eficaz. El diálogo final entre Juliette Binoche y Gérard Depardieu es una de las secuencias del festival. Ganadora del premio SACD de la Quincena de Realizadores.

Lover for a Day, de Philippe Garrel.

Nueva joyita íntima y personal del director sobre las relaciones románticas entre personas de edades muy distintas. Ganadora del premio SACD de la Quincena de Realizadores.

Western, de Valeska Grisebach.

La directora de Nostalgia vuelve al cine 11 años más tarde, con este original western europeo con el trasfondo del neocolonialismo ambientado en la frontera entre Bulgaria y Grecia . Presentado en Un Certain Regard.

 

Más por Ricardo Fernández

12 Jours, de Raymon Depardon.

En Francia las personas ingresadas contra su voluntad en instituciones mentales son objeto de una vista a los doce días en las que un juez, tras entrevistar al interno y con los informes médicos delante, decide sobre la continuidad o no del internamiento. Depardon, mostrando de manera sencilla varias vistas, ofrece un demoledor retrato que muestra a personas débiles y con problemas luchando contra una contradicción de un sistema que les quiere ayudar quitándoles la libertad. Presentada Fuera de Concurso.

Visages, Villages, de Agnès Varda y JR.

Curiosísima película documental a cargo de «la abuela de la Nouvelle Vague» y el fotógrafo y muralista JR. Una película en la que la complicidad de sus dos directores traspasa la pantalla y tiñe todas las imágenes de ternura y encanto. La extraña y a la vez coherente pareja recorre Francia buscando pequeños lugares con encanto en los que hacer murales a partir de las fotos de JR de la gente que vive allí. Pequeñas historias, tan humanas comom cercanas, y el arte como manera de hacerlas grandes y rendirles homenaje. Premio L’Oeil d’Or al mejor documental.

La novia del desierto, de Cecilia Atán y Valeria Pivato

Presentada en Un Certain Regard, esta pequeña y delicada ópera prima a cargo de Cecilia Atán y Valeria Pivato fue premiada en Cine y Construcción de San Sebastián. Una sencilla, sensible y delicada película rodada con muy buenas maneras, que muestra la historia de una mujer que, perdida en su vida, encuentra algo de luz mientras se pierde en el desierto. Magnífica, como siempre, Paulina García a la que acompaña un también notable Claudio Rissi.

Lerd (A Man of Integrity), de Mohammad Rasoulof

La ganadora de Un Certain Regard es una película que narra la historia de un hombre muy integro, que se resiste a pasar por el aro de la corrupción a pesar de los problemas que esto le genera tanto a él como a su familia. Se nota que el cine refleja un sentir social cuando vemos la cantidad de películas que giran últimamente sobre el tema (Leviathan, Los exámenes, El tesoro…). Es una película que una vez planteado el problema avanza en círculos haciendo cada vez la bola más grande, aunque no más dramática. Hay un cierto abuso de escenas preciosistas en una sauna/cueva que aportan poco y el actor protagonista apenas llega a correcto. En la parte positiva hay que mencionar un gran final.

La cordillera, de Santiago Mitre

Triunfador absoluto de la Semana hace un par de ediciones con Paulina, Santiago Mitre a dado el salto a Un Certain Regard con este thriller político protagonizado por el siempre solvente Ricardo Darín que trata de conjugar la trama política con otra familiar y no siempre lo consigue. Interesante a pesar de sus errores.

L’atelier, de Laurent Cantet

Tras debutar en cine (antes había dirigido un telefilm) con una serie de películas realmente espectacular –Recursos humanos, El empleo del tiempo, Hacia el sur y La clase– el director francés no ha conseguido volver a aquellos niveles. Dicen que este es el mejor Cantet en años y quizá sea cierto, pero el listón no estaba demasiado alto. L’atelier juega a ser La clase y plantea unos debates muy interesantes y muy actuales, pero lo hace de manera forzada, acartonada y anticuada. No hay nada de la fluidez y naturalidad de la película que le valió la Palma de Oro.

Las hijas de Abril, de Michel Franco

Este director argentino se dio a conocer en Un Certain Regard con Después de Lucía. Con su siguiente película, la notable Chronic, dio el salto al concurso por la Palma de Oro y con esta, su tercera y peor película, le han vuelto a programar en Un Certain Regard.  Es una película sobria y seca, como le gusta al director, que esta vez no ha apostado por golpear tan duro como en sus dos anteriores trabajos. Emma Suarez es lo mejor de una película sobre el control y el deseo de maternidad con unos giros de guión que no terminan de ser demasiado creíbles ni de estar suficientemente trabajados.

Jeunne Femme, de Léonor Serraille

Léonor Serraille se llevó la Camára de Oro (mejor primera o segunda película) por este retrato de una mujer que busca encontrarse a si misma tras ser abandonada por su pareja. Una mujer tan bienintencionada como desorientada en la vida interpretada de manera excepcional por Laetitia Dosch. Una película en la que destacan una gran fotografía y una dirección dinámica y fluida. Notable debut.

 


Muchas gracias a La Finestra Digital por compartir las crónicas de Carlos Elorza.