Michelle Pfeiffer está de vuelta
Tras bastantes años muy desaparecida, Michelle Pfeiffer está de vuelta: la podremos ver en Wizard of Lies, una nueva serie de HBO en la que compartirá reparto con Robert de Niro; en Where Is Kyra? que protagonizará junto a Kiefer Sutherland; en Asesintato en el Orient Express de Kenneth Branagh; también en Ant-man y la avispa (nueva película del universo Marvel) y, por supuesto, en la película que llega a Perlas del Zinemaldia, Mother! (Madre!) de Darren Aronofsky junto a Javier Bardem, Jennifer Lawrence y Ed Harris
Han pasado un par de décadas desde el momento de máximo apogeo para Michelle Pfeiffer. Una actriz que desde 1989 a 1994 encadenó seis nominaciones consecutivas a los Globos de Oro –Casada con todos, Los fabulosos Baker Boys, La Casa Rusia, Frankie and Johnny, Por encima de todo y La edad de la inocencia– aunque sólo ganaría en 1990 (Los Fabulosos Baker Boys). También estuvo nominada tres veces al Oscar. No hay discusión posible en que era una de las actrices mejor valoradas del momento. Una gran estrella (aunque Iñaki lo ponga en duda).
¿Y cómo llegó esta aspirante a Miss California -fue Miss Orange County- a convertirse en una de las personas más relevantes de la industria del cine? Con un gran talento que desplegó en un puñado de películas icónicas. Y no lo tuvo fácil porque, tras estudiar interpretación en Beverly Hills Playhouse, una serie de apariciones en anuncios, telefilms y la película The Hollywood Knight, llegó su primera película “importante”, una auténtica basura que podría haberle sepultado para siempre en las catacumbas del olvido; pero Michelle Pfeiffer es tan grande que se sobrepuso a Grease II.
Cuando parecía que su carrera había tocado fondo con apenas 24 años y dos películas, consiguió un papel en El precio del poder, junto a Al Pacino en su momento de mayor esplendor y dirigida por Bryan de Palma. A partir de aquí una serie de títulos que empezaron a hacer su nombre popular: Lady Halcón, Dulce libertad, Las brujas de Eastwick, Casada con todos (su primera nominación a los Globos de Oro) y Conexión Tequila entre otras. Tenía 30 años y ya era una estrella de Hollywood, pero lo mejor estaba por venir.
Los siguientes años son la cima de su carrera. En Los fabulosos Baker Boys despliega todo su talento y sensualidad en una actuación memorable que encadena con su aparición en la maravillosa Las amistades peligrosas de Stephen Frears. Protagoniza junto a Sean Connery -como ella, otra de las estrellas del momento- La casa Rusia y vuelve a compartir reparto con Al Pacino en el drama romántico Frankie & Johnny. Esta vez, a diferencia de en El precio del poder, Michelle Pfeiffer comparte el status de estrella con su partenaire.
Tal es su peso como estrella que es la elegida para hacer de Catmwoman en la secuela de Batman de Tim Burton, uno de los grandes blockbusters del año. Después de eso, uno de los puntos álgidos de su carrera: La edad de la inocencia de Martin Scorsesse. A estas alturas está claro que Michelle Pfeiffer es una de las grandes actrices del momento.
Los siguientes años le convierten en un reclamo para la taquilla. Es la época en la que rueda el gran éxito Lobo junto a Jack Nicholson, vuelve a reventar la taquilla con Mentes peligrosas, y protagoniza dos comedias románticas: Íntimo y personal junto a Robert Redford y Un día inolvidable con un George Clooney que acaba de asaltar el estrellato. En ese momento Michelle Pfeiffer, según sus propias palabras, comienza a elegir los rodajes en función de que el calendario y el lugar de rodaje le permita estar con sus dos hijos. La propia actriz reconoce que ella misma hizo que fuese muy difícil trabajar con ella.
Cuenta la leyenda que a lo largo de su carrera Michelle Pfeiffer rechazó los papeles de Pretty Woman, Thelma y Louise, Armas de mujer, El silencio de los corderos, Evita, Instinto básico y Casino (Sharon Stone todavía debe de estar dándole las gracias); pero casi es peor los papeles que si aceptó desde mediados de los 90. Aunque con el comienzo del S.XXI tuvo dos éxitos de taquilla –Lo que la verdad esconde, con Harrison Ford y Yo soy Sam con Sean Penn– su filmografía comienza a ser cada vez más irrelevante.
Pero si Michelle Pfeiffer se sobrepuso a Grease II, Michelle Pfeiffer puede sobreponerse a cualquier cosa. Mother! es solo un anticipo de lo que está por venir.