Llevábamos tiempo queriendo charlar con Jonathan y Nagore, la gente que está detrás de Ozzinema, el cineclub de Rentería. Es cierto que a veces nos volcamos más con los eventos de San Sebastián y propuestas como esta pasan más desapercibidas, aunque solamos incluirla en nuestra agenda de recomendaciones. Por eso, porque somos conscientes de ese déficit, queríamos charlar con ellos. Por eso y porque nos encantan los proyectos construidos desde la ilusión y la pasión, los dos auténticos motores de Ozzinema.
Jonathan y Nagore se conocieron en el cine, no podía ser de otra forma, la época en que los dos trabajaban en los cines Niessen de Rentería. «Ahí empezó nuestra amistad y también nuestros choques de opiniones» dice Nagore. Es fácil imaginarse la situación, dos cinéfilos recomendándose películas y discutiendo sobre las que no están de acuerdo. Jonathan dejó el cine pero la amistad continuó y un día surgió la idea de montar un cineclub. «Nos informamos bien de como había que hacerlo, presentamos un proyecto al ayuntamiento de Rentería muy bien trabajado, nos erigimos como asociación, hablamos con todo el mundo que había que hablar, hicimos toda la burocracia que había que hacer y no pasó nada en seis o siete meses. Cuando ya habíamos perdido la esperanza, más bien nos habíamos olvidado del tema, sonó el teléfono«. Entre medio hubo elecciones municipales y un nuevo equipo en la concejalía de cultura. El proyecto les gustó, pero para darle luz verle, al proyecto inicial de un cineclub le añadieron recuperar el cine de verano y la colaboración con el Certamen de Cortos de Rentería. A Nagore y Jonathan les pareció un buen trato y en abril 2016 iniciaron el cineclub con El hijo de Saul, en verano recuperaron el cineclub y, ahora mismo, son los dos responsables de seleccionar los cortos del certamen. «Nuestro proyecto es el cineclub, el resto de actividades son el compromiso que hemos adquirido con el ayuntamiento; pero también lo hacemos con mucho gusto porque nos gusta el cine«.
Están contentos porque tienen un núcleo de gente muy fiel de Rentería, lo que les satisface especialmente porque sienten que tienen un compromiso con el pueblo ya que el cineclub está financiado por el ayuntamiento, aunque ellos no cierran las puertas a nadie. «Nuestro interés es expandir la posibilidad de ver cine diferente, que es lo que nos gusta. Hay películas que no están destinadas a estrenos en cines comerciales y hay que tratarlas de otra forma, de ahí nuestro interés. Vamos aprendiendo en cada proyección, tanto a nivel cinéfilo como a nivel de distribución«. Eso si, tienen claro que tampoco quieren un cine marginal, un cine para cuatro gatos. Quieren un cine que sea para todo el mundo, con el que todo el mundo pueda aprender algo. «Queremos dar a la gente lo que el cine nos ha dado a nosotros. Al final un día te das cuenta de que te gusta mucho el cine y que un paso más es mostrar a los demás por qué te gusta el cine. Vosotros escribís sobre ello, nosotros hemos optando por proyectarlos; pero el espíritu es el mismo«.
Sólo son dos personas y son conscientes de que hay momentos en que están muy limitados. Sobre todo con el cine de verano y el certamen de cortos; pero tienen una relación tan especial y se entienden también juntos que se muestran reacios a que alguien invada su espacio. Salta a la vista que forman un gran equipo y que se complementan a la perfección «si ella no podía hacer esto» dice Jonathan, «sin él no podría hacer esto» responde Nagore.
«A la hora de elegir la película tenemos en cuenta si se ha podido ver lo suficiente en la zona de Guipúzcoa y el debate que pueda generar» nos cuenta Jonathan. Su mayor éxito de asistencia fue El fin de ETA, la película que estuvo en Zinemira en 2016. «Vinieron Jesús Eguiguren y Luis Aizpeolea, el guionista. Nosotros lo proyectamos en marzo de 2017 y justo esa semana ETA sacó un comunicado enfocado en que continuaban con su desarme o algo similar». Cuenta Nagore que ese coloquio fue muy interesante porque había gente con sensibilidades muy distintas en la sala, incluso una persona que había estado en la cárcel y salía en el propio documental. «Vino sin avisar y cuando le vimos le ofrecimos bajar a participar en el coloquio. Fue muy interesante, con mucho respeto y con muchos puntos de vista diferente«. Otro pase que consideran un éxito, con muy buena entrada y un coloquio muy interesante, fue el de Una mujer fantástica. «Vino una persona transgénero y nos contó muchas cosas no tanto sobre le película como sobre su experiencia personal y se formó un ambiente muy bueno. El ver una película de estas te da pie a hablar de otras cosas, te abre la mente y la gente participaba y preguntaba sin pelos en la lengua. No fue simplemente ver una película y opinar«.
La siguiente sesión será el martes 13 de marzo con la película Lessa Humanitat, un documental sobre la memoria histórica dirigido por Héctor Fáver y narrado por el actor Eduard Fernández con entrevistas con Joan Tardà, Baltasar Garzón o Chato Galante entre otros. «Esta película nos la propuso el ayuntamiento y a nosotros nos pareció que era muy interesante, más teniendo en cuenta que el ayuntamiento de Rentería tiene un proyecto de recuperación de la memoria histórica. Pensamos darle un marco institucional, pero luego nos dimos cuenta de que no hacía falta, la propia sesión de Ozzinema puede actuar como un agente paralelo a la labor que se hace desde el ayuntamiento». Será una sesión gratuita presentada por Francisco Etxeberria, doctor forense que miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.
Ozzinema es un proyecto lleno de amor por el cine que ha tenido la suerte de encontrarse con un ayuntamiento que lo apoya. Un proyecto generoso, conlleva mucho tiempo y trabajo, que trata de contagiar la pasión que sienten sus creadores por el cine. Una pasión que compartimos y que esperamos sea muy contagiosa para que esto no se pare.