Reseña de Érase una vez en… Hollywood
La serie Entourage (El séquito) nos ofreció durante años una visión del Hollywood y Los Angeles del S.XXI desde su interior a través de las andanzas de un joven actor que acababa de convertirse en estrella y todo el séquito que le rodeaba. Conocimos los entresijos internos de la factoría de sueños: Los egos temblorosos de los actores cuando eran rebajados del cine a la televisión (era una época previa a Netflix), los intentos desesperados de hacerse un nombre entre los grandes, las luchas histéricas de los managers negociando contratos, la adrenalina de la fama o las miserias del glamour. Un mundo que los protagonistas y muchos espectadores amamos a pesar de su decadencia, o quizá debido a ella. Érase una vez en… Hollywood hace algo parecido con una época muy concreta del cine, la de finales de los 60, previa a la llegada de el “nuevo Hollywood”. Eso sí, Tarantino lo mira con muchísima más ternura, incapaz de disimular la admiración que siente por toda su mitología.
En el centro de Érase una vez en… Hollywood están los actores y el amor que sienten por la magia de su profesión. Tenemos a Rick Dalton (Leonardo DiCaprio) un actor de westerns que tuvo cierto éxito en los 50 y que poco a poco se ha visto relegado a apariciones en series de televisión, tenemos a Cliff Booth (Bradd Pitt) el desprecoupado doble de acción y asistente de Rick y tenemos a Sharon Tate (Margot Robbie) recién casada con Roman Polanski y en el mejor momento de su carrera. También aparecerán una joven nueva estrella que roba el protagonismo a Rick, una actriz infantil y un Bruce Lee cuando todavía era sólo un secundario en The Green Hornet. Ninguno es una de las grandes estrellas, no son los reyes del glamour, forman parte de esos que se sitúan a veinte pasos de la fama; pero gracias a Tarantino son las estrellas de la película.
Tarantino prácticamente renuncia a la trama y adopta el papel de observador. Con su talento habitual pone su mirada en diferentes situaciones de los protagonistas. El exceso de alcohol y los miedos de Rick, la alegría chispeante de Tate al verse a sí misma en una pantalla de cine, la fanfarronería convencida de Cliff, la nueva generación de actores profesionales y ambiciosos, la amistad de Cliff y Rick -más que un hermano, un poco menos que una esposa-, los hippies que invaden la ciudad desafiando a lo establecido o la belleza deslumbrante de Sharon Tate y Cliff. También, por supuesto, Los Angeles, el otro protagonista de la película: los letreros de neón, los cines, las fachadas de colores, los estudios, los carteles de publicidad… Vemos a unos sobrevivir, a otros ascender y a otros en declive. Vemos los últimos coletazos de un Hollywood que estaba a punto de cambiar con la llegada de la contracultura y el declive de los estudios; pero realmente no hay una trama. Sólo una atmósfera y unos personajes cautivados y adictos a ella.
Puede ser muy chocante este Tarantino tan contemplativo, tan poco juguetón con los géneros, las líneas de tiempo, o la tensión. Igual que resultó chocante su Jackie Brown tras Reservoir Dogs y Pulp Fiction, una película que no dio a sus fans lo que querían ver, pero que si era la que Tarantino quería hacer. Sin embargo, lo cierto es que en Érase una vez en… Hollywood están todas las señas de identidad de su cine, desde su habilidad para llenar los planos, a la capacidad narrativa de sus imágenes, pasando por las largas conversaciones, los juegos de referencias pop y su exquisito uso de la música (que como explicamos es muy profundo y aquí se vuelve a repetir). También está, por supuesto, su maravillosa dirección de actores que logra que el carisma de su trío protagonista –Pitt, DiCaprio y Robbie– se desparrame por la pantalla. La belleza apolínea de Brad Pitt sin camiseta, el brillo en los ojos de Margot Robbie al escuchar los aplausos en el cine (y sus pies, Tarantino fiel a sus filias) o las lágrimas de DiCaprio al ser felicitado por una niña, definen a la perfección a sus personajes y sus motivaciones. Hacer feliz a la gente, el leitmotiv que hace funcionar a Hollywood y que es el motor de esta película.
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16/05/2019 - Ricardo FernándezRepasamos los diferentes usos que ha dado Quentin Tarantino a la música en varias de sus películas. Leer más
Y si digo que en esta película están todos los elementos del cine de Tarantino, pero que prácticamente renuncia a la trama… igual te puedes estar preguntando dónde está la acción, la trama, la tensión y la violencia en Érase una vez en… Hollywood. Pues la respuesta es que en el último tramo de la película, del que es mejor no decir mucho más. Tan sólo pediros que miréis más allá de la gamberrada y el exceso y penséis en la ternura con la que Tarantino mira al viejo Hollywood que en realidad nunca murió.