El uso de la música en el cine que Quentin Tarantino

Cuando hace unas semanas se presentó el trailer de Once upon a time in Hollywood, la nueva película de Tarantino, Los Bravos se convirtieron en trending topic. La razón, claro está, fue porque Bring a Little Loving, una canción del grupo, sonaba durante el trailer. Tarantino es muy cuidadoso escogiendo la música de sus películas y su acierto a la hora de usar la música es una de sus múltiples virtudes como director. No solo porque le sirva para crear el tono, la atmósfera y la emoción de las escenas, que es el uso habitual, sino que además muchas veces es un vehículo narrativo.

La cultura pop y los lugares comunes

La música es tan importante para Tarantino que una vez llegó a decir que lo primero que hacía era buscar la secuencia de los créditos iniciales. “Encuentro la personalidad de la escena a través de la música que está en ella… ese es el ritmo de la película. Una vez que sé lo que quiero hacer, entonces simplemente es una cuestión de sumergirme en mi colección de discos y encontrar las canciones que dan el ritmo a mi película«. Tan importante es para él la música que la primera escena de su filmografía, la primera frase incluso, tiene como protagonista a la música: “Os diré de qué trata like a virgin”. En la primera escena de Reservoir Dogs no suena la canción de Madonna, no suena ninguna canción de hecho, pero la conversación de los ocho hombres sentados en la mesa del bar gira, al principio, sobre el significado de la letra del famoso tema. Más tarde la conversación evoluciona y antes de acabar hablando de las propinas los protagonistas hablan sobre el programa de radio “Los supersonidos de los 70 de K-Billy” y de las canciones que ponen en el programa. Luego nos enteraremos de que, a pesar de la animada conversación, muchos de los presentes en el desayuno apenas se conocen; pero la música es un elemento común, algo de lo que todos pueden hablar, un entorno familiar. Exactamente es lo que ocurre con la selección musical de las películas de Tarantino, nos transportan a lugares comunes que conocemos y que definen las situaciones. El famoso diálogo sobre Like a Virgin, con unos criminales hablando de algo tan cotidiano como música pop o programas de radio otorga al guion cierto realismo. Además resultó bastante impactante porque hasta entonces no era algo muy habitual mezclar cultura popular con género criminal.

La importancia de la letra

Tras esa primera escena, Tarantino da paso a los créditos iniciales, convertidos ya en una de las secuencias más icónicas del cine, con la cámara lenta de los protagonistas caminando. La canción que suena es Little green bag de George Baker Selection,un clásico de 1970. No hay duda que el ritmo de la canción y la potente imagen de los hombres trajeados funcionan a un nivel puramente estético y atmosférico; pero si además prestamos atención a la letra de la canción podremos ver que funciona muy bien a nivel narrativo. «De vuelta a la pista buscando un pequeño bolso verde, simplemente tengo que encontrar la manera o me volveré loco; escondido por la noche, escondido por el día”. No está mal para una película que trata sobre unos ladrones desesperados por conseguir una bolsa de joyas y que tienen que encontrar la manera de hacerlo o acabarán perdiendo la cabeza mientras se esconden en un almacén. “De vuelta a la pista, lo haré a mi manera”, como efectivamente lo hacen cada uno de ellos, sin seguir el plan, simplemente revelándose tal y como son. “Buscando un poco de felicidad, pero solo se puede encontrar soledad”, que es un buen resumen de lo que ocurre en la película.

La búsqueda del contraste

En esa misma película tenemos varias escenas en las que la letra y la narrativa se complementan, aportando sutilmente información que no conocemos o que no se verbaliza. Es muy evidente con el I Gotcha que se escucha cuando pillan y apalizan a un policía, o algo más rebuscado en el Fool for love que suena cuando Mr. Orange, un policía infiltrado, se prepara para la misión. ¿Ama ser policía y está haciendo una locura por ese amor al aceptar la misión encubierta?.

Pero vamos a detenernos en otro momento, en la célebre escena de Mr. Blonde torturando al policía mientras suena Stuck in the middle with you de Stealers Wheel. Aquí, además de que la letra, una vez más, es bastante descriptiva de la situación «Bueno, no sé por qué vine aquí esta noche, tengo la sensación de que algo no está bien» podemos ver como Tarantino la utiliza para crear un curioso contraste entre la violencia que vemos en pantalla y el ritmo juguetón de la canción (un ritmo juguetón que, por otro lado, también contrasta con cierto pesimismo en la letra). Este contraste provoca cierta incomodidad y refleja la locura de Mr. Blonde ¿cómo puede estar disfrutando con eso? Es una sensación similar a la que provocaba Stanley Kubrick en la escena de la violación de La Naranja Mecánica con Singin’ in the rain, una descripción brutal de quién ejerce la violencia no para sobrevivir o por desesperación, sólo por diversión.

Hay quien dice que este uso de las canciones banaliza la violencia y, aunque es probable que en un principio la haga más llevadera, también puede acentuar el impacto. En esta escena hay un momento en el que Mr. Blonde abandona el almacén y, como la música es diegética (proviene de un transistor que está en el almacen), dejamos de escucharla. Es un momento de calma que te obliga a reflexionar sobre lo que acaba de pasar y percibir con claridad lo que va a suceder a continuación cuando vemos a Mr Blonde sacar un bidón de gasolina del maletero. Ese silencio pesa más por el contraste con la música que sonaba hace unos segundos. Del mismo modo que al entrar de nuevo escuchamos la canción diciendo con tono lastimero “pleeeease” (por favoooor) y el efecto de esa música ya no es tan divertido como al principio. No es sólo que la música no haya banalizado, ni mucho menos justificado, la violencia, es que ha sido la propia violencia la que ha cambiado la percepción que tenemos de la música. Cuando el policía grita “Stop!!!” la música cesa de golpe y, de nuevo, ese silencio resulta, por contraste, muy incómodo.

La música al servicio del guion

Otra escena de Tarantino con la música como protagonista que ya es historia del cine es el baile entre Vincent Vega y Mia Wallace con la canción You Never Can Tell de Chuck Berry. No vamos a detenernos en el significado de la letra que, de nuevo, apoya lo que estamos viendo ( la letra viene a decir que nunca se sabe lo que puede pasar), porque quiero que nos fijemos en otro aspecto de la utilización de la música como vehículo narrativo. Hasta el momento del baile, Mia y Vincent están incómodos, tensos, sin química entre ellos. Cuando Mia arrastra a la pista a Vincent no parece que eso pueda salir bien pero, de repente, ahí están, sincronizados y bailando, ha surgido la chispa. En la siguiente escena, a la que llegamos tras una elipsis, la relación entre ellos ha cambiado radicalmente. Lo que podrían haber sido varias páginas de guion desarrollando la evolución entre ellos dos, Tarantino lo resuelve en una escena sin diálogos, gracias a la música y a como los personajes interactúan con ella. A partir de ahí Girl, You’ll Be a Woman Soon, interpretada por Urge Overkill, pondrá la atmósfera para la siguiente situación. Una canción sexy con cierto aroma de peligro prohibido (Niña, vas a ser una mujer…pronto… Él no es tu tipo… necesitarás un hombre) que encaja perfectamente con todo lo que ocurrirá a continuación; pero las dudas de Vincent Vega en el baño, la tensión sexual, no se podrían haber producido si no llega a ser por la música y el baile.

La música como homenaje y género

Jackie Brown es un homenaje a las películas de blaxsplotation y un aspecto fundamental de esas películas era su música. Surgido en los años 70 era un cine policiaco realizado por la comunidad afroamericana y con mucha carga reivindicativa de su propia cultura. Por eso la estética estaba muy marcada y potenciaba los rasgos típicos de la moda afroamericana (lo que incluso provocó críticas de algunos integrantes de la comunidad que consideraban que la estaban caricaturizando). Por supuesto la música no podría ser menos y el funk es un elemento imprescindible del género. Eso se tiene que notar, evidentemente, en la película; pero, tratándose de Tarantino, la música no se queda sólo en un mero homenaje, que también lo es. Como en ejemplos anteriores las letras definen al personaje, sirven de vehículo narrativo e interactúan con la atmósfera.

Vamos a analizar a la protagonista, Jackie Brown, interpretada la musa del género Pam Grier. La letra de las canciones que acompañan a Jackie tratan sobre alguien que lucha por superar las dificultades del barrio; pero es interesante ver cómo la percepción de las letras cambia según avanza la película porque, como en la escena de Stuck in the middle with you que hemos comentado más arriba, el trasvase de emociones no va sólo desde la canción a la narración, también ocurre en sentido contrario. La película, comienza y termina con la misma canción, Across 110th Street de Bobby Womack. que ya había sido usada antes en el blaxploitation homónimo de 1972. En la secuencia inicial Jackie camina por el aeropuerto orgullosa, con cierta arrogancia incluso, mientras escuchamos “Hice todo lo que tenía que hacer para sobrevivir / no estoy diciendo que lo que hice estuviera bien, tratar de salir del gueto fue una pelea diaria / Estuve abajo tanto tiempo, recibiendo no se me pasó por la cabeza / sabía que había una mejor forma de vida y solo estaba tratando de encontrarla”. Estamos viendo a una mujer que ha luchado por salir adelante y que lo ha logrado ella sola y ahora no necesita hacer ese tipo de cosas para seguir adelante.

Sin embargo la película irá por otro lado y cuando Jackie está en apuros tiene que recurrir a lo que aprendió en la calle, momento en el que suena Street Life de Randy Crawford:“Vivo la vida en la calle / Porque no hay lugar al que pueda ir / Vida en la calle / Es la única vida que conozco” Cuando entra en el centro comercial, se queda quieta, mirando vacilante a su alrededor como la música. El ritmo disminuye y las voces cesan. Esta es la respiración profunda de Jackie, y la canción complementa. esa sensación. Después de que recupera la compostura, continúa su paso seguro como la Los cuernos de las canciones suenan, y Randy Crawford canta: “Vida en la calle / Es la única vida que conozco / Vida en la calle / Y hay mil cartas para jugar / Vida en la calle / Hasta que juegues tu vida lejos”.

Después de haber visto a Jackie Brown en acción -engañando, robando, matando- cuando vuelve a sonar Across 110th Street comprendemos mejor la letra de la canción. La arrogancia que desprendía Jackie en los títulos iniciales se ha transformado en un aura de remordimientos y decepción. Lo que sentimos por ella, por esa mujer que como dice la canción no sabe lo que puede hacer hasta que está bajo presión, es cierta comprensión por alguien que se ha visto forzada por las circunstancias. Jackie hace un pequeño gesto de decepción y la película se funde en negro.

En esta película también es interesante como la música sirve para expresar el amor que Max siente por Jackie. Un sentimiento que él nunca verbaliza pero que vemos en la manera en que tiene por relacionarse con la música. Cuando Max visita a Jackie en su casa ella le pone Didn’t I Blow Your Mind This Time, una canción de los Delfonics que unas escenas más adelante se comprará en una tienda y hará sonar en su coche y tendrá presencia en los diálogos. La música, otra vez, al servicio del guión.

Los anacronismos, o no

Podríamos seguir analizando la música en películas como Kill Bill o Death Proof, que también son homenajes claros y confesos a géneros cinematográficos con un estilo musical muy marcado, y que siguen patrones parecidos a lo que ya hemos comentado hasta ahora; pero vamos a saltar a Malditos Bastardos y Django desencadenado para hablar de los anacronismos.

Hay una escena en Malditos Bastardos en la que se muestra, paso a paso, como Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent) prepara un plan para incendiar el cine del que es propietaria cuando esté lleno de alemanes nazis que van a asistir a la proyección de una película del Dr. Goebbels. Es una escena llena de tensión en la que la música elegida ayuda a generar atmósfera y, además, imprime carácter al personaje (algo que ya hemos visto que Tarantino domina a la perfección). Podemos hablar de la letra, que habla sobre unos ojos verdes y apagar el fuego con gasolina, del ritmo y su conexión con el montaje, pero lo realmente sorprendente es que es una canción compuesta e interpretada por David Bowie para la banda sonora de la película Cat People (La mujer pantera) de 1982. Una canción con un estilo totalmente anacrónico para una película ambientada en la segunda guerra mundial. Tarantino hace con la música lo mismo que con la escritura de guiones, una mezcla desprejuiciada de géneros.

Algo parecido pasa en Django desencadenado, un western para el que Tarantino utiliza canciones clásicas de folk americano –Too old to die young o Ain’t no grave–  y, sobre todo varias composiciones de Ennio Morricone y Luis Bacalov, dos compositores claves en el Spaghetti Western. Hasta ahí algo parecido a lo que hizo con Jackie Brown o Kill Bill, renovando y reutilizando clásicos que contextualizan no sólo la acción sino las referencias. La diferencia es que en esta ocasión Tarantino escoge Unchained, un mix de James Brown y 2Pac, para el final de la escena del tiroteo en Candyland. Un tema de Hip-Hop no es algo que esperarías ver en una película de vaqueros. Claro que estamos hablando de un western muy especial, con la esclavitud como telón de fondo y protagonizado por un cowboy negro. Un western muy blaxplotation, visto así el hip hop es un género que no le va nada mal.

Por cierto, Quentin Tarantino dice que no considera anacronismos estas canciones porque se trata de música extradiegética, es decir, es música que suena fuera de la escena. Forma parte de la banda sonora y él considera que ahí el autor puede poner lo que considere oportuno. Otra cosa, dice él, es que Shosanna encendiera la radio y sonara David Bowie. Eso si sería anacrónico a su entender.

Composiciones originales

En Django desencadenado se produce otra novedad en la música de las películas de Tarantino: una composición hecha expresamente para la película, la canción Who Did That To You de John Legend. Algo que en su siguiente película, Los odiosos ocho llevaría aún más lejos cuando, por fin, Ennio Morricone compuso la mayor parte de una banda sonora que, además, fue premiada con un Oscar. Es cierto que incluía temas de composicones de Morricone para otras películas y que también había temas de los White Stripes o Roy Orbison, pero el grueso de la banda sonora, usada de una forma mucho más tradicional de lo que acostumbraba, estaba compuesta por el maestro italiano. Un uso más convencional pero también brillante demostrando que Tarantino no es un artista que se haya quedado anclado en una fórmula. No sabemos cómo utlilizará la música en Érase una vez en Hollywood, si buscará contraste, si la usará como vehículo para hacer avanzar el guión, si reforzará el carácter de los personajes, si generará momentos divertidos o contrastes incómodos, si será simplemente un instrumento para generar atmósfera o si nos sorprenderá una vez más. Pero de lo que casi podemos estar seguros es de que merecerá la pena pararse a analizarlo.