6.5

Reseña de ‘Roubaix, une lumiere’

Arnaud Desplechin es uno de los habituales de Cannes. Uno de esos directores que cuando están la gente se queja porque siempre van los mismos y las pocas veces que falta ponen el grito en el cielo echándolo en falta. Tras inaugurar fuera de concurso con Los fantasmas de Ismael, su anterior película, en 2017, este año ha vuelto a la lucha por la Palma de Oro con Roubaix, une lumiere una película basada en hechos reales. Un personal y especial thriller humanista.

Roubaix, une lumiere está dividido en dos partes. La primera es el retrato de Roubaix, lugar de naciemiento del propio Desplechin, que antaño fue una pujante ciudad industrial y ahora sufre de decadencia, pobreza e inseguridad. Siguiendo a dos policias, un joven recién llegado (Antoine Reinartz) y el veterano comisario (Roschdy Zem), conoceremos el tipo de problemas con el que se enfrentan en su día a día: vandalismo, fraudes al seguro, racismo, violaciones… Como ocurría con The Wire, lo que vemos no es tanto un relato policial como una radiografía social de una ciudad en la que casi la mitad de sus habitantes viven por debajo del umbral de la pobreza. En la segunda parte, en cambio, nos centramos en un largo interrogatorio y careo entre las dos acusadas de un asesinato. Dos acusadas a las que nuestra mirada ve tras haber pasado por el filtro de todos los relatos anteriores.

Desplechin hace hincapié en la bondad de los dos policías que, pese a todo lo que ven, siguen creyendo en la humanidad. Son duros e implacables en su interrogatorio, a veces hasta tramposos en su juego de poli malo y poli bueno, pero sin abandonar nunca la compasión y buscando más la redención de los criminales que su castigo. Este tipo de policías sabios y tranquilos que nos recuerdan al Morgan Freeman de Seven o a los inspectores Bevilaqcua y Caldas de las novelas de Lorenzo Silva y Domingo Villar respectivamente. La luz amarillenta y la ambientación consiguen captar la humedad y casi el olor del ambiente, lástima que la banda sonora, por obvia y excesivamente subrayadora resulte demasiado artificial. En cuanto a las interpretaciones Antoine Reinartz y Roschdy Zem cumplen con solvencia, mientras que Lea Seydoux se ve superada y arrollada en pantalla por una magnífica Sara Forestier.

Roubaix, una lumiere tiene sus fuerzas y flaquezas en el mismo bolsillo. La mirada humanista y bondadosa que da sentido a la propuesta de Desplechin, también le resta fuerza en algunos pasajes, su intención de abrir la mirada y no centrarse en un único caso sirve para dibujar mejor el panorama de una de las grandes ciudades más pobres de Francia pero a la vez hace que, por momentos, la película sea demasiado dispersa, claro que a veces es complicado centrar la mirada cuando todo lo que te rodea es tan tristemente parecido.

Roubaix, une lumière

Media Flipesci:
7.3
Título original:
Director:
Arnaud Desplechin
Actores:
Léa Seydoux, Sara Forestier, Roschdy Zem, Antoine Reinartz