Entrevista con Sandra Wollner
Charlamos son Sandra Wollner, directora de la interesante película The Trouble With Being Born.
¿Cuando surgió la idea de esta película?
En 2017 yo estaba trabajando en un guión y Roderick Warich, un amigo mío muy cercano que también es director y guionista, me presentó la idea de un hombre que vive con una androide con esta relación tan específica y eso era exactamente lo que yo andaba buscando, una perspectiva no humana de la relación. Lo que más me interesaba era hacer una película que se escapara de la narrativa habitual de este género de películas.
Si, porque lo normal es que en este tipo de películas el androide, o la figura fabricada, quiera ser humano, desee ser un ser vivo. Pero en tu película no. El androide es un androide, como mucho un reflejo de su creador o su dueño
Exacto, esa es la idea. Esto no es como Pinocho que es algo más que un trozo de madera, quiere ser un trozo humano,quiere ser un niño. Nosotros queríamos que fuera solo un trozo de madera y sobre el que proeyctar cosas.
Los protagonistas de esta película están en esos reflejos. El androide es una especie de espejo. Sabemos más sobre los dueños que sobre la propia máquina que no deja de ser básicamente solo una máquina
‘The Trouble With Being Born’: un reflejo perturbador
20/09/2020 - Ricardo FernándezSeguramente perturbadora sea la palabra que mejor pueda definir The Trouble With Being Born, titulada así en homenaje a la novela homónima de Emil Cioran. Una película que gira en torno a Elli, un androide con apariencia de niña de 10 años que acompaña a un hombre al que llama papá. Leer más
Esos reflejos que vemos en la máquina son bastante turbios. ¿Tuviste miedo de que esa turbiedad aplastase a la película?
No tenía miedo, pero si era consciente de que esto podría ocurrir. Vivimos una época en que las noticias se resumen en un titular o una sola frase. Así es la época en la que vivimos. Pero tenía la esperanza que, dentro de la burbuja que suponen los festivales de cine, la gente entendiera mi auténtica intención y supiera ver más allá de esto. Por supuesto también espero que fuera de esta burbuja también se entienda.
Para mi es necesario tener estas imágenes agresivas, ruidosas e incluso polémicas, para hacer llegar la idea de que tenemos miedo y de cuales son los peligros. Solo se puede hacer a través de ese dolor, porque para mí también fue doloroso y perturbador hacer esta película. Sobre todo en el montaje, cuando ves la foto completa de lo que hay y ¡bufff! Por eso nos centramos en el androide y apartamos la parte humana, porque es importante resaltar que es solo un objeto y somos nosotros los que proyectamos cosas sobre el objeto.
Hablabas del montaje, ¿fue difícil la tarea de montar? ?¿Difiere mucho el resultado del guión original?
No fue difícil pero me llevó mucho tiempo. Siempre tengo la sensación en el proceso de escritura se me suelen escapar cosas interesantes; pero el primer borrador del guion era más o menos como la película es ahora.
Necesitas tener un guion para conseguir arrancar el proyecto, la financiación, los actores. Me gusta escribir, pero escribir no es lo mismo que hacer una película. Me parece que una vez que tengo el guion, al ir a rodar siempre descubro algo nuevo. Yo vengo del mundo del documental y me gusta gusta descubrir cosas nuevas al rodar, cosas en las que igual ni siquiera había pensando.
Con esta película sentí que tenía que centrarme mucho en ella cuando estaba en el rodaje, pero sobre todo cuando estaba en la sala de montaje. Sin el ruido y sin el resto de la gente, aislada en mi propia burbuja y viendo todo lo que disponía. Ahí es cuando nace realmente la película. No me entiendas mal, me encanta el proceso de rodar y estaba muy concentrada en él, pero también tiene sus limitaciones. Por ejemplo, teníamos que estar una hora y media para ponerle la máscara de silicona a la niña de diez años y otra hora y media para quitársela y eso nos limitaba muchísimo el tiempo disponible. Hay que estar muy concentrado en que es lo que hay que hacer en ese momento, sin margen para dejarse llevar. A no ser que seas Terrence Mallick [se ríe].
Es una película que deja mucha libertad al espectador para interpretar lo que está viendo. Has leído o escuchado alguna que te haya sorprendido o incluso disgustado.
No ha habido nada que me haya enfadado porque creo que esta película es, sobre todo, el sueño de un androide.
La única cosa que me ha sorprendido es la reacción desde la extrema derecha de Estados Unidos y ahora desde algún sector en Melbourne donde acabamos de proyectar la película, de gente que ni siquiera ha visto la película. Piensan que como la película trata sobre un pedófilo, es una alegoría de la pedofilia, pero ni siquiera han visto la película.
Esto es algo peligroso, pero habría que preguntarse si las cosas eran muy diferentes antes. Claro que ahora tenemos una manera más democrática de acceder a la información, lo sabíamos y llevamos tiempo hablando de ello, pero aún no sabemos como gestionarlo. Creo que la forma de generar opiniones de ciertas maneras de hacer política es preocupante y peligrosa.