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Venecia 2022: The Eternal Daughter, de Joanna Hogg

The Eternal Daughter es una peli de mansiones encantadas. Pero no es cualquier película de mansiones encantadas. Tienes sus fantasmas, sus espíritus, su niebla, sus apariciones, sus crujidos del suelo de madera, su chirriar de las bisagras de las puertas, su viento que no deja de soplar en toda la noche, pero todo pasado por la sensibilidad y la mirada de la directora de las dos partes de The Souvenir. The Eternal Daughter es mágica y seductora. Misteriosa y transparente a la vez.

Es el viaje de una directora de cine con su madre con el objetivo de documentarse para su próximo proyecto a la mansión que muchos años atrás perteneció a su familia, convertida ahora en hotel con más o menos encanto. La directora de cine la interpreta Tilda Swinton. La madre, también. De hecho, podríamos considerar The Eternal Daughter como una especie de cierre de la serie The Souvenir. En las tres películas la directora de cine se llama Julie y su madre Rosalind. En las dos primeras películas el papel de la directora de cine está interpretado por Honor Swinton Byrne, a su vez hija en la vida real de Tilda Swinton que interpreta a su madre. Un juego entre actrices y personajes que Hogg utiliza con fines dramáticos en esta ocasión. Un sugerente juego de metacasting para este cierre perfecto de la autobiografía libre que la propia Joanna Hogg nos ha hecho llegar los últimos años con The Souvenir I y II

Tilda Swinton está magnífica en ambos papeles. No hay que esperar mucho tiempo para que el espectador deje de ver la anomalía de que la misma actriz interprete a dos personajes diferentes y se quede únicamente con los personajes. Y gracias a un ajustado trabajo de puesta en escena y de planificación sin tener que recurrir a efectos visuales o trucos de cámara, a pesar de las numerosas secuencias que comparten ambos personajes, pero nada que la magia del plano/contraplano no pueda solventar. El salto de un personaje a otro resulta fluido y natural gracias al talento interpretativo de Tilda Swinton y a la puesta en escena de Joanna Hogg. Tanto cuando recorren la casa y la madre recuerda anécdotas de esas habitaciones como cuando la directora confiesa su sensación de hija eterna al no haber tenido descendencia o en las conversaciones más banales.

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Pero decíamos que The Eternal Daughter es una película de mansión encantada. Joanna Hogg hace suyos muchos de los elementos del género de terror. Y en ese terreno también demuestra su maestría para la puesta en escena. En la forma de rodar esos pasillos y escaleras, en el crujir de los suelos de madera, en el chirriar de las bisagras o en el continuo ulular del viento. El desasosiego y la sensación de misterio que logra con la forma de seguir el vagar nocturno de Tilda Swinton por toda la casa ya lo quisieran muchas películas del género. 

The Eternal Daughter es una película sobre ser madre, sobre ser hija y sobre las relaciones madre hija. Sobre la creación artística. Sobre lo que inspira a los artistas y sobre cómo lo reflejan en sus creaciones. Sobre el paso del tiempo y el legado que dejamos. En The Eternal Daughter pasado, presente y futuro se funden, se diluyen, se hacen uno de manera magistral.

La hija eterna

Media Flipesci:
7.1
Título original:
The Eternal Daughter
Director:
Joanna Hogg
Actores:
Tilda Swinton, Joseph Mydell, Carly-Sophia Davies, August Joshi, Zinnia Davies-Cooke, Alfie Sankey-Green
Fecha de estreno:
12/05/2023