Cómo se hace un corto: interpretación, Marta Fuenar

Entrevista a Marta Fuenar, actriz protagonista de Mosquito

Marta Fuenar, oriunda de Gran Canaria, es una actriz y escritora con una formación académica y diversa que incluye estudios de actuación y psicología en Madrid, además de estudios de interpretación en Edimburgo y California. Ha participado en múltiples producciones teatrales y cinematográficas, como Atí, cortometraje galardonado en el Festival de Teatro Clásico de Almagro o Lady Off, película por la que recibió el Premio a la Mejor Interpretación en el 27º Festival de Cine de Madrid. Reciéntemente hemos podido verla en televisión en Campamento Newton o Fuego cruzado.

Estamos haciendo una serie de entrevistas para ver cómo se hace un corto o una película, cómo es el trabajo y qué gente participa en diferentes oficios y departamentos. Entonces, lo primero, ¿cómo llega una actriz a un proyecto como este? ¿Cómo te enteras y empiezas a trabajarlo?

En este caso particular, llegué al proyecto a través de David, el director. Había leído el guion antes de saber que me querían para el personaje femenino. Cuando me pasaron el guion, el personaje era mayor, no de mi edad exacta. Leí varias versiones porque David y yo teníamos contacto en otros proyectos y nos consultábamos opiniones. Después, me dijo que estaban pensando en hacer la película y me preguntó si me gustaría ser el personaje femenino.

¿Cómo empiezas a trabajar en un guion cuando te llega?

Normalmente, siempre tengo una primera lectura del guion para tener una idea general de la historia. Luego, me aprendo el texto de forma automática, sin intenciones ni emociones, para después darle forma y pensar en las intenciones. En un proyecto como este, las reuniones previas han sido en línea, así que no ensayas con la otra persona y el director en persona hasta el día antes. Por eso, para mí es importante poder jugar y no tener cosas cerradas. Me leo el texto, tengo una idea de lo que me transmite, aprendo mi parte y después empiezo a entrar en capas, sin definir, hasta que no esté con el director y el otro actor.

¿Cuándo entra el director en escena y te dice qué es lo que espera de ti y qué tienes que dar al personaje?

Eso depende mucho del director. Hay directores que prácticamente no te dicen nada, otros que entran desde el principio del proyecto y otros, como David, que cuando empezamos a ensayar por Zoom, íbamos haciendo propuestas, pero él tenía muy claro el arco de ciertas escenas. Así que ya sabes más o menos lo que van a querer de ti y vas adaptándolo y co-creando a la vez. También está muy abierto a que le propongas cosas. Hay directores que tienen todo muy cerrado, pero creo que lo mejor siempre está en el medio, en que te dejen espacio y te digan lo que esperan de ti, pero que puedas crear con la otra persona.

¿Cómo es la relación con el resto de departamentos y cómo se trabaja en aspectos técnicos como la coreografía?

La relación con los demás departamentos y la forma de trabajo depende mucho del proyecto en particular. En este corto, es bastante técnico porque se van a rodar unos planos no convencionales y todo tiene que estar muy medido. En otros proyectos, como Lady Off, las cámaras se mueven al son de los actores y hay más libertad. Al principio, los actores suelen tener más libertad espacial, pero al pasar al mundo real, se encuentran con restricciones técnicas. Es importante buscar estrategias para adaptarse a estas limitaciones y mantener la naturalidad en la actuación.

¿Crees que falta formación técnica en las escuelas de arte dramático?

Es importante partir del teatro, ya que te ayuda a aprender a hacer el arco de un personaje entero y a desarrollar habilidades interpretativas. Sin embargo, también es necesario que te pongan una cámara delante durante la formación para estar preparado para el mundo real. La formación ideal sería una mezcla de teatro y trabajo frente a la cámara, evitando centrarse únicamente en lo técnico o en la interpretación.

¿Eres consciente de cómo se va a ver tu actuación en pantalla o te sorprendes al ver el resultado final?

Siempre hay cierta sorpresa al ver el resultado final, especialmente cuando no has estado viendo los planos durante el rodaje. A veces la sorpresa es buena, otras veces es mala, y otras veces el resultado es bastante parecido a lo que te habías imaginado. Generalmente, tienes una percepción de cuándo has hecho bien el trabajo y cuándo no. Es posible que notes ciertos momentos en los que no estabas satisfecho con tu actuación, pero en el contexto de la película completa, esos detalles pueden pasar desapercibidos para el público.

Y luego, aparte de estas películas más o menos, ¿qué más estás trabajando? Bueno, en 2022 se estrenaron dos series en las que participé: Campamento Newton de Disney y Crossfire (Fuego Cruzado) de la BBC. En Fuego Cruzado tengo un papel pequeño, pero en Campamento Newton es un papel más importante. Ambas series se han estrenado a nivel internacional. Siempre he hecho mucho teatro, y actualmente estoy de gira con un montaje llamado Cómo ser Cleopatra, un estudio sobre la tentación y cómo perder Egipto en diez pasos. También he participado en algunas series que todavía no se han estrenado y no sé si puedo hablar de ellas.

En cuanto a la industria, el teatro es muy gratificante pero difícil de obtener ingresos. Lo que más estabilidad da a los actores son las series, especialmente las diarias, ya que ofrecen personajes con mucho recorrido y contratos de varios meses. Sin embargo, en España sigue siendo complicado hacerse un hueco si no eres una cara conocida, ya que se apuesta mucho por las mismas caras en diferentes proyectos.

Además del teatro, estoy dirigiendo un proyecto de integración a través de la creación con migrantes en Canarias y otro con menores migrantes para fomentar la lectura en diferentes partes de España. Siendo también psicóloga, me encantan estos proyectos y siempre trato de mantenerlos, esté haciendo lo que esté haciendo. Así que, aunque no hay mucha estabilidad en la industria, sigo buscando las motivaciones y trabajando en proyectos interesantes.