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Muchos conocimos a Isaki Lacuesta con La Leyenda del Tiempo, y muchos caímos rendidos ante aquella pequeña maravilla capaz de atrapar la vida, real o ficticia, entre los bordes de un fotograma. De aquel film, sobre todo de su primer segmento, el que contaba la historia de Isra, manaba una frescura apabullante que calaba por su sinceridad y su hondura, y por ello, por el miedo que me producía que su continuación no estuviese a su altura, me acercaba con miedo a Entre Dos Aguas, película que pudimos ver ayer en la Sección Oficial del Festival de Cine de San Sebastián y que, por fortuna, superó mis mejores expectativas.

Entre Dos Aguas es muy consciente de que tiene un antecedente en La Leyenda del Tiempo, algo que se hace evidente a través de escenas recuperadas para hacer dialogar a las dos películas y a sus personajes a través del tiempo (algo que ya hizo el propio Lacuesta en su documental La Noche que no Acaba). Se podría ver Entre Dos Aguas como una respuesta a La Leyenda del Tiempo, como una futura posibilidad de aquella, como lo que el espectador de 2006 creyó que iban a acabar siendo Isra, Cheíto y los demás habitantes de la Isla de San Fernando en el 2018. Porque  Entre dos Aguas bebe de la realidad de sus intérpretes, sí, pero es una ficción: no es más que la recreación de un posible futuro de los niños de La Leyenda del Tiempo, y solo eso. Conviene aclararlo para evitar sentir que estamos ante un documental excesivamente intervenido por su director y por ello rechazarla.

Han pasado 12 años entre estas dos excelentes películas, y han pasado 12 años por su protagonista, un tiempo que, por supuesto, ha dejado huella en él. Aquel chaval que transitaba de la infancia a la adolescencia se ha convertido en un hombre al que la vida sigue golpeando con fuerza: lastrado aún por la muerte de su padre, y recién salido de la cárcel, sufre el abandono de su mujer y se ve obligado refugiarse en la soledad de una cabaña cercana a la playa; a partir ahí se nos muestra su lucha con el pasado y con las difíciles circunstancias con las que debe lidiar para construir un presente digno para él y su familia.

Entre Dos Aguas es una estupenda película si se aísla de su precuela pero gana enormemente si la unimos a ella. En el fondo no es más que otra representación de las huellas que el tiempo deja en las personas, en el entorno y en la vida, algo que ya lograron llevar a cabo Richard Linklater con Boyhood o la trilogía de los Antes de… y François Truffaut con el personaje de Antoine Doinel y que en el caso de Isaki Lacuesta serviría también para analizar su evolución como cineasta: la frescura y la libertad máxima de La Leyenda del Tiempo se convierten en Entre Dos Aguas en sofisticación y virtuosismo hiperrealista (atentos a la fotografía y a la música, en función siempre de la película, sin alardes que las hagan destacar por encima de ella); eso sí, sin perder ni un ápice de autenticidad: del mismo modo que ha cambiado Isra lo ha hecho el cine de Isaki aunque en su esencia, en la fuerza desmedida de los ojos del actor y en la mirada humilde y sincera del director, sean la misma cosa.

La historia de Entre Dos Aguas (acertado título, por cierto) pivota entre dos hermanos, Isra y Cheíto, y entre sus modos antagónicos de afrontar la vida: la imposibilidad frustrante de encontrar el camino de la felicidad del primero y la estabilidad familiar y laboral del segundo, que le llevan, al contrario que su hermano, a vivir en paz consigo mismo. Desde ese prisma, desde la contraposición de caracteres, quizás tenga sentido el (a mi juicio) excesivo metraje que ocupa Cheíto: siendo menos carismático que su hermano, la intensidad de la trama decae notablemente en los momentos en los que le película le concede el protagonismo. Quizás no le hubiera venido mal recortar su personaje para mantener la misma intensidad dramática en toda la película.

Pienso que Isaki Lacuesta es un gran director de cine, pero que lo es solo cuando se olvida de las florituras autorales como Los Pasos Dobles y se centra en intentar capturar la vida tal y como esta es, y nada más. Ojalá siga por la buena senda iniciada con su anterior trabajo (La Próxima Piel es película lamentablemente muy poco conocida a pesar de ser un thriller estupendo) y que ha continuado con esta más que notable Entre Dos Aguas, cinta que rebosa vida y que, espero, tenga su propia secuela en el futuro.

Entre dos aguas

Media Flipesci:
6.8
Título original:
Director:
Isaki Lacuesta
Actores:
Israel Gómez Romero, Francisco José Gómez Romero
Fecha de estreno:
30/11/2018