A principios del siglo XXI la Tyrell Corporation desarrolló un nuevo tipo de robot llamado Nexus -un ser virtualmente idéntico al hombre- y conocido como Replicante.
Los replicantes Nexus 6 eran superiores en fuerza y agilidad, y al menos iguales en inteligencia, a los ingenieros de genética que los crearon.
En el espacio exterior, los replicantes fueron usados como trabajadores esclavos, en la arriesgada exploración y colonización de otros planetas.
Después de la sangrienta rebelión de un equipo de combate de Nexus 6 en una colonia sideral, los replicantes fueron declarados proscritos en la tierra bajo pena de muerte.
Brigadas de policía especiales con el nombre de unidades de Blade Runners tenían órdenes de tirar a matar al ver a cualquier replicante invasor.
A esto no se le llamó ejecución, se le llamó retiro.
Los Ángeles, Noviembre 2019
Así es. Hemos alcanzado a Blade Runner. Seguro que ya lo habíais oído. Pero no es la única película de ciencia ficción que está ambientada en 2019, hay unas cuantas más. Vamos a ver qué esperaba el cine de este 2019.
Blade Runner (1982)
No, no tenemos coches voladores todavía como los del agente Deckard. Eso sí, como en su caso, ya empiezan conducir solos, aunque no esté del todo desarrollado a nivel comercial. La inteligencia artificial, más allá de eso, sigue quedando muy lejos de un Nexus 6. Aunque Boston Dynamics esté haciendo adelantos asombrosos -y a veces inquietantes- en el ámbito de la robótica; y aunque la inteligencia artificial de Google, AlphaZero, ya sea capaz de aprender sola a jugar a distintos juegos; todavía estamos lejos de que un replicante por propia iniciativa te suelte un discurso sobre el valor de su existencia.
Publicidad en pantallas enormes y muchas lucecitas sí que las tenemos en algunos centros de grandes ciudades. Al menos, no vivimos en un lugar perpetuamente oscuro y superpoblado, por ahora. En cualquier caso, una de las dos obras maestras de Ridley Scott que siempre está bien revisitar.
Perseguido (1987)
Aunque la introducción de la película se sitúa en 2017, pronto hay una elipsis de 2 años y nos situamos en 2019. Perseguido está basada en una novela de Stephen King, El fugitivo, que escribió en 1982 con el alias de Richard Bachman. En ella se cuenta una historia en la que el reality es el rey de la televisión. Un medio ideal para distraer y manipular al público con mentiras, a veces haciendo uso de las últimas tecnologías para el engaño. Ni remotamente parecido a nuestro 2019, ¿verdad?
Perseguido, es una de las películas más atrevidas y divertidas de Arnold Schwarzenegger, junto con Desafío Total, una de las que más carga socio-política tiene. Injustamente relegada al relativo olvido. Es verdad que la dirección de Paul Michael Glaser -Starsky, en Starsky y Hutch- no es una maravilla.
Akira (1988)
Un clásico, tanto si hablamos del anime japonés como de la ciencia ficción en general. Dirigida por Katsuhiro Otomo, adaptación de su propio manga, del mismo nombre. Es un referente que ha tenido influencia clara en muchos otros anime pero también ha trascendido y su estética -con esas motos y esas luces- ha llegado incluso hasta a la publicidad.
Akira habla más de su tiempo y del pasado que de 2019. Como mucho otros animes, está marcado por uno de los momentos más oscuros de la historia de Japón: la bomba. Aquí encarnada en un niño con poderes tan brutales que puede destruir Tokyo en los años 80. La película transcurre 30 años después, en 2019, en una sociedad marcada por la tragedia que intenta construir sobre ella. Decididamente, habla de aquella época. Hoy en día el pánico nuclear ha bajado considerablemente -por fuerza de costumbre, supongo, porque el peligro no ha desaparecido.
The Road (2009)
La película de John Hillcoat es una adaptación de la exitosa novela de Cormac McCarthy. Nos presenta una situación postapocalíptica absolutamente desesperada, ambientada en un futuro cercano. Ahora. No hay demasiada información en la película sobre las causas del apocalípsis ni es ese el interés de una película que tiene un planteamiento más bien ético – filosófico, sobre un viaje hacia la nada y el enfrentamiento entre los seres humanos para la mínima supervivencia.
Afortunadamente, y aunque el cambio climático sigue su peligroso avance, en estos 10 años no ha ocurrido nada parecido. O quizá sí. Hemos pasado una crisis brutal y la desesperación ha sacado lo peor de muchos y no hay más que ver los ascensos de la ultraderecha. La falta de esperanza de una generación que no ve un futuro como sus padres también se puede reflejar en la película.
La isla (2005)
Empezamos ya a hablar de películas menos interesantes. Tenía una primera parte entretenida, nada nuevo, homenajeando a las películas de distopías de los 70. Luego, Michael Bay se dedica a hacer una película de acción aburrida. Pero a lo importante: está ambientada en 2019. La sociedad está controlada a través de la mentira y la falsa expectativa de un mundo mejor solo para algunos. Un esquema típico para satirizar la religión o el capitalismo. Por otra parte, hay una férrea vigilancia, típica de 1984. Se nota mucho que la idea estética del futuro es la de los 70, parece imposible que para un futuro de solo 14 años después anduvieran tan despistados.
Aunque los referentes cinematográficos y literarios son del pasado, la verdad es que el tema está bastante de actualidad. Cuando Trump llegó al poder, 1984 se convirtió en un bestseller. El poder desde la mentira y el nuevo lenguaje. La vigilancia en tiempos en los que Zuckerberg regala nuestros datos -o incluso nuestra propia autovigilancia aceptada en la exhibición en redes sociales.
Daybreakers (2009)
Tiene un planteamiento curioso y un reparto tan interesante como Ethan Hawke, Willem Dafoe y Sam Neil. Y a pesar de eso es bastante mala. Dirigen los hermanos Spierig con muchas más ganas que buen gusto. Es todo tan despropósito que hasta entretiene. El argumento es que hay una epidemia vampírica y cada vez hay menos humanos, por lo que la sangre escasea, después de 10 años en los que la sociedad se ha adaptado completamente al día a día de los vampiros.
Hay una lectura muy clara sobre la élite parasitando a las clases oprimidas. Los humanos viajan en caravanas y tienen en parte un componente latino, por lo que es fácil ver también un tema racial entre los blanquísimos vampiros y los pobres. Hay una cuestión explícita sobre la imposición del mercado por encima de los intereses humanos. En definitiva, más allá de la fantasía vampírica, cuestiones muy de actualidad. Aunque, al fin y al cabo, la película solo tiene diez años.
Otras películas
Voy a hacer un breve repaso a algunas otras películas a las que no vale la pena dedicarles más líneas porque son productos de tercera, según las tendencias comerciales de su tiempo.
Geostorm (2017)
Otra película de catástrofes climáticas de la mano de Dean Devlin que era el coguionista de las pelis de Roland Emmerich en los 90, como Independece Day o Godzilla. Aquí dirige también. Producto de usar y tirar con un poster que copia descarademente a Origen. No se puede decir que sea futurista, pues es de hace solo dos años, por lo que no vale la pena hablar de la vigencia. En cualquier caso, cuestiones relacionadas con el clima que es una de las mayores preocupaciones hoy.
Los nuevos bárbaros (1983)
Enzo G. Castellari, director de spaghetti westerns y serie B en general, adorado por Tarantino que le robó el título a su The Inglorious Bastards, hace aquí un spaghetti postapocalíptico. En un momento en que las dos primeras entregas de Mad Max lo habían petado, algunos se sumaron a la moda. Zonas desiertas posteriores a un holocausto nuclear, bajo presupuesto y disfraces de tercera. Es 2019 a lo Mad Max.
2019, tras la caída de Nueva York (1983)
Exactamente lo mismo. Holocausto nuclear y estética postapocalíptica a lo Mad Max. Director italiano, Sergio Martino, que también venía de exitosa serie B, este más centrado en el giallo y erótico. Y las dos son del mismo año. Las dos ambientadas en 2019. Motos, desierto, acción. Fue un éxito de taquilla. Está claro que Mad Max abrió la posibilidad de hacer unas películas muy baratas y con éxito.
Steel Frontier (1995)
Otra historia postapocalíptica. Ya estamos en los 90 y lo cierto es que estaban pasando de moda. Dos directores sin interés y de cortísima carrera, Joe Hart y Paul G. Volk. Formato western futurista. En los 90 seguían situando ese futuro desértico en 2019.
Heatseeker (1995)
¿Qué dos temas podían estar más de moda en los 90 que el kick boxing y los cyborgs? Pues bien, esta película tiene la osadía de unirlos. Un campeón de kick boxing se ve obligado a aceptar un combate contra un cyborg para recuperar a su prometida secuestrada por un malvado magnate. Y quién mejor para unir estas dos tendencias que Albert Pyun, el director de dos entregas de Kickboxer (y alguna otra más de patadas) y Cyborg. Lástima que esta no la interpretara Van Damme. En fin, otra noventada ambientada en 2019.
Test Tube Teens From the Year 2000 (1994)
El primer disparate lo encontramos en el título que dice ser del año 2000 pero resulta ser del 2019. Otro mix de géneros de éxito. Entre Terminator (con su homenaje indisimulado) y Con faldas y a lo loco. Unos chavales que vienen de un futuro donde el sexo está prohibido, para cambiar el destino. Y resulta que acaban en un colegio femenino y claro, se lía parda. Juegan así la baza de la ciencia ficción y de los vírgenes adolescentes salidos. Tetas, jolgorio y una excusa como premisa argumental. Afortunadamente, en nuestros tiempos aún no se ha prohibido el sexo. Os dejo aquí el trailer que no tiene desperdicio.